Voy más allá de las teorías y las técnicas pues entiendo que cada ser es único e irrepetible. Cuando un ser humano, con un problema, toca a mi puerta y tiene el coraje de abrirme su corazón, con respeto me adentro en su proceso de transformación personal sabiendo que piso tierra sagrada. Visita mi página web y conoce más: www.lmhoyosduque.com
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jueves, octubre 20, 2016
¡Ayúdeme, mi mamá tiene Alzheimer!
La hija de Karina me buscó remitida por el neurólogo de su madre y fue clara con su planteamiento: el objetivo es que mi mamá pueda “hablar” con un doctor, un especialista que sepa cómo trabaja la mente, un psicólogo que pueda trabajar con el Alzheimer. El fin NO es hacerle ver que está enferma, sino por el contrario, la ayude a reflexionar sobre las cosas que le enojan o que la incomodan para que ella pueda asimilarlas mejor. Esto es, porque está cada vez más acentuado su mal humor y creo que si platica con alguien que sepa de psicología humana, sabrá cómo ayudarla para que pueda enfrentar las cosas que no le gustan o que la frustran. Creemos que necesita estar con alguien que sepa "retarla" intelectualmente de forma adecuada, sin sentirse amenazada.
Karina llegó a la consulta acompañada de su enfermera. Está en la fase inicial de la enfermedad. Es una mujer menuda, muy bien cuidada, las uñas y el cabello perfectamente organizados por su peluquera. Habla varios idiomas. Inglés, francés, alemán, italiano, checo.
domingo, octubre 11, 2015
Aprendiendo a construir una relación de pareja estable y feliz parte II
1. Comunícate
Hablábamos en la primera parte de la importancia de expresar, siempre expresar, lo que pensamos, sentimos, queremos, añoramos, nos duele, nos molesta, lo que nos hace feliz. Regularmente los hombres son los más dados a callar, sobre todo en lo referido a sus emociones y sentimientos, aprende a expresar, siempre, cualquier cosa, todo es útil. Para mejorar la comunicación hay que hablar.
Agéndate con tu pareja para hablar. Busca un tiempo, un momento lugar y un estado de ánimo adecuado.
En la pareja el juego no es: si tu ganas yo pierdo o si yo pierdo, tu ganas es el de perder un poquito el uno y el otro para ganar los dos y para ello lo importante es ponerte en el lugar del otro. ¿Por qué él o ella actúa de tal o cual manera, cuál es su historia personal?
Tenlo claro, pese a que el otro te ama, no te adivina, no tiene poderes telepáticos, cuanta más claridad haya en el mensaje, mejor. Nos puede costar decir NO, o decir cosas que al otro le incomoden, pero es importante, muy importante expresarlas.
Sé sincero para abrirte, para compartir y para generar intimidad, pero ser sincero porque estoy enfadada contigo y voy a decirte algo que te va a molestar, es ser sincero de una manera inadecuada. Podemos expresar todo, en el tono adecuado.
2. Cultiva tu relación sexual
La sexualidad es importante en la relación de pareja. Que no se convierta tu relación de pareja en un colegaje, pon la atención en tu sexualidad para que ésta crezca, pues donde pones el foco de atención, allí florece. Cómo: haz presente el sexo en el día a día, para los hombres es más fácil, los estímulos del exterior le apoyan. A las mujeres les cuesta un poco más: intenta con juegos, variedad, explorando su canal perceptual preferente, ella prefiere los juegos visuales, auditivos, kinestésicos, que prefiere. El sexo no es como en la época del enamoramiento, cuando teníamos dopamina, oxitocina, serotonina a plenitud, ahora es distinto y puede ser mejor.
3. Tengan un proyecto común:
Hacia donde nos dirigimos juntos, cuál es ese lugar a donde podemos llegar después de que los chicos se hayan marchado, que nos une, cuando miraremos a la cara y encontraremos a ese compañero, a ese cómplice con quien disfrutamos cosas juntos. Incluso podemos construir un mapa del tesoro en compañía: qué casa queremos en la edad mayor, dónde, cuantas habitaciones, en dónde en la playa, en la montaña, con mascotas, sin ellas… un mapa que podemos observar juntos cada día, para saber a dónde llegaremos cuando el nido esté vacío.
sábado, abril 18, 2015
Qué tal si lo dices de otra manera
La forma en que hablamos, el tono que empleamos para decir algo y la manera como construimos las frases establece una gran diferencia en la comunicación y en la forma como construimos la empatía y las relaciones. La forma como expresamos las cosas nos pone en ventaja o en desventaja:
El rey de un lejano país se levantó una mañana sorprendido con el sueño que había tenido la noche anterior, soñó que había perdido todos sus dientes. Quería cuanto antes conocer cuál era el significado de dicho sueño, así que envío a buscar a uno de los sabios del reino.
Al escuchar el relato del sueño, el sabio respondió: su majestad el sueño quiere decir que perderá a toda su familia. Horrorizado el monarca al escuchar aquellas palabras ordenó que lo castigaran con cien latigazos. Insatisfecho con la primera interpretación mando a buscar a otro de los sabios. El segundo sabio al escuchar el sueño lo interpreto de la siguiente manera: majestad alegraos el sueño te está diciendo que sobrevivirás a toda tu parentela. Feliz el monarca con la segunda interpretación ordena que le den cien monedas de oro.
Uno de los cortesanos sorprendido salió detrás del segundo sabio y le preguntó: no entiendo, le diste la rey la misma explicación que el primer sabio, al primero lo castiga y a ti te premia, no entiendo. A lo que el segundo sabio replicó: el gran reto de la humanidad es aprender a comunicarse, aprender cómo decir las cosas.
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miércoles, junio 25, 2014
Socorro, no me gusta el novio/a de mi hijo/a
Los expertos aconsejan ante todo prudencia, cautela y mucha comunicación con los adolescentes
Casi de un día para otro, los hijos adolescentes empiezan a fijarse en los chicos y chicas del sexo opuesto, que hasta ese momento les resultaban indiferentes. Empiezan a sentir nuevas sensaciones, difíciles de manejar a su corta edad. Llegan los primeros amores y los padres presencian en ocasiones entre sobrecogidos y sorprendidos los nuevos acontecimientos en la vida de sus hijos. Primero tuvieron que aceptar que los amigos se habían convertido en la prioridad en la vida de sus hijos., pasando ellos a un segundo, incluso tercer puesto. Y cuando más o menos tenían esto asumido, son reemplazados por el novio/a. Pero todo esto es normal, indica Elena Escribano, psicoterapeuta del centro de psicología Álava Reyes. «La adolescencia es una época de cambios, y el paso de la infancia a la vida adulta no siempre es fácil». A su juicio, sería bueno hacer hincapié en que el inicio de la adolescencia no sólo está marcado por cambios anatómicos y fisiológicos, sino también por un proceso psicológico, de crecimiento personal, social y emocional. «Es una etapa fundamental en el desarrollo personal que, en muchas ocasiones, está marcada por momentos de sufrimiento y desorientación», explica. Y que además, continua, «no son solo momentos difíciles para el joven. También surgen situaciones complicadas de manejar para padres y educadores, que observan esa gran transformación y se ven obligados a cambiar sus estrategias educativas. Una de ellas podría ser cuando esa pareja elegida no se corresponde con lo que nosotros habíamos soñado siempre para nuestra descendencia».
Preguntarnos por qué no nos gusta
¿Qué hacer cuando llega este momento a nuestras vidas, y la persona elegida para mantener una relación sentimental no es como los padres esperaban? Para empezar, debemos preguntarnos los motivos por los que no nos gusta la pareja de nuestro hijo/a prosigue esta experta. «Sería bueno analizar si son planteamientos clasistas, económicos, personales, etcétera», enumera Escribano. «Deberíamos tener claro —prosigue la psicóloga Marta Cañete, del gabinete de Psicología A & P—, el motivo por el que no nos gusta la pareja que ha escogido nuestro hijo/a: si es porque no coincide con la imagen que inevitablemente nos habíamos imaginado del/a que sería su novio, si no nos gusta su forma de vestir, sus estudios... o porque consideramos que es una compañía "tóxica"». En este último caso, como apunta Escribano, si la relación puede poner en riesgo real al menor se demandarían actuaciones más rotundas. «Con esto me estoy refiriendo a relaciones en las que nuestro hijo/a pueda estar en riesgo de iniciarse en el mundo del alcohol, las drogas, los robos... etcétera», aclara.
Síndrome Romeo y Julieta
Después, los expertos recomiendan ante todo prudencia, cautela, y mucha comunicación. «Obviamente, los padres tienen obligación de exponer al hijo o hija adolescente los razonamientos que crean pertinentes, siempre y cuando vayan encaminados a hacerle ver aspectos de su pareja en los cuales quizá no hubiese recabado», sugiere el psiquiatra de familia Paulino Castells. Pero dicho esto, señala, «estos no pueden hacer mucho más allá que sembrarle sus dudas respecto a la pareja elegida». «Declarar la guerra a la relación no servirá de nada», advierte la psicóloga del centro Álava Reyes. «Tampoco es bueno prohibir, ya que tan sólo ayudaremos a transformar la relación en encuentros furtivos que avivarán aun más la llama. En ocasiones, la oposición de los padres puede producir el efecto contrario, es lo que se llama como Síndrome Romeo y Julieta. Lograremos que el hijo o hija estreche más la relación con su pareja».
«Si tratamos de obligarle a que se comporte como queremos o ignoramos sus ideas y emociones porque no se corresponden con las que nos gustaría que tuviese solo vamos a conseguir aumentar la distancia entre nosotros. Como padres solo tenemos que imaginar como nos sentimos cuando alguien, aunque lo haga con la mejor intención, no se pone en nuestro lugar y trata de "hacernos entrar en razón" a toda costa», añade Marta Cañete. «Lo mejor es intentar controlar el temor que sentimos como padre o como madre, y que fácilmente se puede expresar en órdenes y prohibiciones».«Lograr hablar de una forma tranquila hará que sea más fácil que entienda nuestras dudasy recelos y acepten nuestros razonamientos y consejos», asegura esta especialista.
Comunicación
Los primeros amores son vividos con una mezcla de felicidad, pero también de dolor propio de las inseguridades, miedos, desconfianzas y dudas de la edad. Por eso es importante, indica Escribano, «mantener una comunicación fluida, esperando a que nos cuenten sus experiencias y sentimientos, o preguntándoles si lo consideramos necesario. Eso sí, siempre sin interrogar ni atosigar. Esa es la estrategia más inteligente. Sobre todo, añade, «que no parezca que nos estamos metiendo en su vida», ya que a esta edad se valora mucho la intimidad», expone la psicoterapeuta de Álava Reyes. «Es importante tener paciencia y tacto para evitar que nuestros hijos/as nos hagan comentarios del tipo: "No se puede hablar de esto contigo" o "tu no lo entiendes". Si esto pasa, nos vetará el flujo de información. Y si no sabemos lo que está pasando, ¡estamos realmente perdidos!», concluye esta especialista.
Consejos, recomendaciones...
1. Al igual que pasa con los amigos, es muy importante que los padres conozcan a los novios de sus hijos. De esta forma la psicóloga de Álava Reyes sugiere «abrir las puertas de tu casa y conoce a esa persona que va a influir para bien o para mal en la vida del menor. ¡Al "enemigo", bien cerquita!», dice con humor. «De esta forma podrás tener más información de la relación. Aunque desde mi punto de vista, me planeo dos preguntas a tener presentes: ¿Qué es una relación adecuada? ¿quiero seguir estando cerca de mi hijo si esta relación no funciona para poder apoyarlo?».
2. Para Cañete, del gabinete de Psicología A & P, si la relación sigue adelante, debemos tratar de empatizar con nuestro hijo. «Ponernos en su lugar, tratar de entender sus razones... lo que no significa que las compartas. Te ayudará a comprender qué le ilusiona de la otra persona y a acortar distancias con él/ella.
3. Es fundamental, prosigue esta terapeuta, que nuestro hijo/a sepa que si comete un error , o de repente se encuentra en una situación difícil, puede acudir a vosotros. «Si siente que lo primero que va a ocurrir es que le van a recriminar su comportamiento, lo más probable es que cuando necesite vuestra ayuda no la busque en vosotros», añade.
4. Una propuesta que quizás cueste, pero que puede ser útil es, según Cañete, buscar un momento de encuentro con la pareja de tu hijo/a. Por ejemplo, invitándole a comer, éste/a te lo agradecerá y tú puedes aprovechar para conocer mejor al novio/a. Trata de crear un ambiente relajado y positivo, evita que parezca un tercer grado».
5. En una etapa en la que buscan comunicarse contigo de igual a igual es importante enseñarles a expresar sus opiniones y emociones con respeto, a entender otros puntos de vista aunque no se compartan y a negociar. Y recuerda, concluye Cañete, «sigues siendo su mejor modelo de comportamiento».
Fuente: http://www.abc.es/familia-padres-hijos/20140625/abci-psicologia-novio-hija-201405261124.html
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miércoles, mayo 28, 2014
LA COMUNICACION PERVERSA
Cuando hablamos de manipulación hablamos también de particulares formas de comunicación. A esta la denominaremos la "comunicación perversa", y si bien no necesariamente es agresiva, su violencia se oculta detrás de sutiles deformaciones comunicacionales que terminan colocando al interlocutor en lugares inapropiados.
Las personas que se relacionan con este tipo de personas con frecuencia comentan de ellos diciendo que es difícil comunicarse, que hay que adivinar, que no se entiende claramente lo que quiere decir, que tergiversa, que desvía las preguntas y otro sin número de referencias que son ciertas, pues el manipulador no comunica de forma clara y directa. Principalmente la falta de comunicación directa se da porque para él no tenemos suficiente importancia y "con los objetos no se habla". A pesar de todo esto su comunicación es muy hábil, casi como si conociera a los sofistas y manejara las falacias a su antojo.
A la hora de intentar hablar de la comunicación de los manipuladores tenemos que hacer un par de diferenciaciones. Primero que hay distintos tipos de manipuladores y cada uno tiene sus particularidades. Por otro lado que no todo el que manipula es un manipulador, sino todos lo seríamos... el manipulador es quien desarrolló está técnica defensiva como rasgo más predominante dentro de su estructura de relación. Por último cuando hablamos de comunicación hablamos de comunicación verbal y no verbal.
Por ahora vamos a referirnos a la comunicación verbal que se da, sobretodo, en personas que son francamente manipuladores (aún sin saberlo); es decir, personas con rasgos perversos.
1- Evitación de la comunicación directa:
Insinuación: Lo primero que hay que entender es que el manipulador rechaza la comunicación directa. No nombra nada, pero lo insinúa y si alguien pretende demostrar la insinuación, este niega la existencia. De esta manera va generando una situación de diferencias entre las partes de la relación, donde uno no entiende que pasa y se siente incómodo. Si la persona insiste en hablar de un reproche insinuado, por ejemplo, el manipulador negará tal cosa y rehusará escuchar la versión de los hechos de la persona.
Ambigüedad: Si se produce alguna respuesta ésta puede ser ambigua o indiferente. En esta ambigüedad puede ir de lo singular a lo general, trasladar una situación particular a una teoría general sobre la filosofía existencial y desorientar con esto el objetivo de la comunicación de la otra persona.
2- Deformación del lenguaje:
El perverso manipulador no suele alzar la voz, salvo el manipulador dictatorial, en vez deja que el otro se irrite solo, y sigue utilizando un tono de voz monocorde y sin tonalidad afectiva. Su mensaje suele ser vago e impreciso y genera confusión.Se refiere con alusiones y transmite mensajes sin comprometerse. Si en algún momento se le refiere haber dicho algo puede decir "yo nunca he dicho eso".
Puede también referirse a temas utilizando palabras difíciles o muy técnicas para dejar a su interlocutor mal parado, inestable e incómodo. Al hablar de una forma muy docta da la impresión de saber aunque esté diciendo cualquier nimiedad. Deforma de esta manera el lenguaje, apropiándoselo a sus fines.
3- Mentir:
La mentira del manipulador no es la mentira vulgar y corriente. No es decir una cosa por otra o exagerar. Se trata de insinuaciones y silencios, que lo que intentan es generar un malentendido. Es más un engaño que una mentira. Si la intención es descubierta, a partir de que "nunca dijo lo que se supone que significó", utiliza esta situación para decir que sólo fue un malentendido, o un error de interpretación del interlocutor. Las evasivas frente al descubrimiento de una mentira pueden tomar forma de bromas agresivas, de respuestas en formas de preguntas agresivas o exagerar en la selección de detalles. Es decir que puede contraatacar haciendo una pregunta agresiva a su interlocutor, acusando a su interlocutor y evitando la respuesta, o yéndose por la rama en detalles inocuos.
Por ejemplo si evidentemente llega tarde por haber estado con su amante puede contraatacar preguntando qué pasó que el día anterior ella no estaba cuando él llegó, o cosas por el estilo. Si la mujer le dice que lo vieron con una mujer alta, puede escudarse en el detalle de que nunca sucedió, y después decir que no era alta, centrándose en un tecnicismo.
Cuando la relación está en una fase destructiva, la mentira puede ser una acción despiadada y presente en todo momento. Despreciando cualquier evidencia. Si bien en el primer párrafo hablamos de la mentira centrada en el ocultar, en el engaño, y en la evitación este segundo tipo de mentira es aquella donde el manipulador hace gala de su frialdad, de su falta de apego, y de su insensibilidad. Él está totalmente convencido de su mentira y es muy difícil desenmascararlo.
4- Sarcasmo y desprecio:
El perverso se esconde detrás de la máscara del irónico o del bromista; el desprecio, y la burla dominan la relación de este con el mundo exterior. Generalmente, cuando el manipulador es hombre, se dirige muy especialmente contra las mujeres. Usualmente utilizan frases y nociones que están legitimadas por la sociedad y que no son reprochables. Si miráramos la comedia "casados con hijos" veríamos este modo de relacionarse de manera exagerada.
El que utiliza la burla se coloca en la posición del que supuestamente sabe. Para mantenerse a flote, el perverso necesita hundir al otro, para ello lo puede desestabilizar mediante leves toques que, a menudo, tienen lugar en presencia de terceros y describen asuntos anodinos con exageración.
En sí, para desestabilizar al otro puede: Burlarse de sus convicciones, gustos o ideas políticas; dejar de dirigirle la palabra, ridiculizar en público, ofender delante de otros, burlarse de sus puntos débiles, hacer alusiones desagradables, poner en tela de juicio sus capacidades o privar a su interlocutor de la posibilidad de expresarse.
5- Paradoja:
En una comunicación perversa, advertimos un intento de desquiciar a una persona, de hacerla salir de su lugar, y dudar de sus propios pensamientos y afectos. La víctima pierde la noción de su propia identidad y no puede pensar ni comprender. Para ello utiliza la comunicación de doble coacción o doble vincular, es decir un mensaje paradójico que consiste en decir algo desde un nivel y lo contrario desde otro nivel de la comunicación (verbal/ no verbal). El discurso paradójico se compone de un mensaje explícito y de un mensaje sobreentendido. El agresor niega la existencia del segundo y de esta manera desestabiliza a su interlocutor.
Bastaría, para ejemplificar, con afirmar que uno está de acuerdo con la propuesta del otro mientras con su expresión corporal demuestra que no lo está. Si la víctima intenta aclarar sus dudas, acaban calificándola de paranoica y acusándola de que todo lo entiende al revés.
El discurso paradójico sume al otro en la perplejidad. Los mensajes paradójicos no son fáciles de identificar. Recuerdo una situación donde una de mis pacientes después de tener, aparentemente, una buena noche con su pareja amaneció y encontró un sachét de leche todo rasgado y cortado violentamente. Ver el objeto la angustió y la confundió. Sin duda esta situación entra dentro de la comunicación paradójica.
Las más de las veces los compañeros de los perversos, optan por aceptar el sentido literal de todo lo que oyen al tiempo que niegan las señales no verbales contradictorias. A través de este tipo de comunicación logra que la víctima no entienda su situación y no pueda responder adecuadamente. A menudo las agresiones son sutiles y están disfrazadas de buenas intenciones.
6- Descalificación:
La descalificación consiste en privar a alguien de todas sus cualidades, hay que decirle y repetirle que no vale nada hasta que se lo crea. Al principio esto se hace en el terreno de lo no verbal, después sutilmente empieza a aparecer en la comunicación verbal. Generalmente la descalificación viene de manera indirecta, en vez de decirte inepto puedo elegir decir que afuera la situación es mucho más complicada de lo que tus capacidades puedan soportar.
La descalificación a través de la paradoja, la mentira y otros procedimientos se extiende desde la víctima hasta su círculo de relaciones, familia, amigos y conocidos. De esta manera la descalificación junto con otros procesos facilita una de las armas principales en la manipulación: El debilitamiento del otro a partir de la segregación, de la división de este con sus afectos.
La víctima comienza a degradar su autoestima y a sentirse sola e incapaz de una alternativa diferente, y ve a su pareja, al manipulador, como la única opción disponible a la que puede ser capaz de sostener.
En estas situaciones, con la persona en un estado de descalificación, el otro emerge como una autoridad.
7- Imponer autoridad:
Sobre todo en el caso del manipulador tirano, o el culto, la forma de comunicación preferida es la de imponer autoridad. La toma de poder se lleva a cabo mediante la palabra, y se trata de dar la impresión de conocer mejor las cosas, de detentar una verdad "la" verdad. El discurso del perverso es un discurso totalizador que enuncia proposiciones que parecen universalmente verdaderas. Él sabe, tiene razón e intenta que el otro acepte su discurso con el objetivo de arrastrarlo a su terreno. Suelen ser muy seguros y engañar fácilmente a quienes no lo son.
Se establece un funcionamiento totalitario que se basa en el miedo y que procura obtener una obediencia pasiva.
http://www.eligiendocaminos.com.ar/2014/02/siete-tipos-de-comunicac...
domingo, diciembre 22, 2013
COMUNICACIÓN Y CALIDAD DE VIDA EN PAREJA - Aitor Berástegui

La construcción y el mantenimiento de vínculos de pareja positivos es una tarea que enfrenta bastantes dificultades y requiere la puesta en marcha (por ambas partes) de diferentes recursos y considerable esfuerzo. Es este artículo nos gustaría ofrecer algunas claves para mejorar la comunicación y la calidad de vida de las personas que se enfrentan con ilusión a este maravilloso desafío. Estamos convencidos de que trabajar en este ámbito vale la pena. Y mucho
1. Asertividad (ver “Comunicación asertiva”)
La asertividad es un factor muy importante en la construcción de los vínculos positivos. El respeto mutuo y la comunicación fluida son elementos esenciales en una buena relación de pareja. Mantener una comunicación fluida no significa necesariamente hablar mucho, se trata más bien de generar actitudes en pareja que favorezcan la sensación de aceptación, respeto, complicidad, cariño, amor…Hay parejas que pueden hablar mucho sin comunicarse apenas en sentido positivo, mientras que otras parecen entenderse y disfrutarse con solo mirarse a los ojos. Hablar es importante, pero comunicarse es fundamental para ser feliz en pareja.
2. Protección del ego y sus implicaciones
La reacción natural inmediata ante una crítica es de rechazo. Incluso cuando estos comentarios negativos estén más que justificados, nuestra reacción más visceral será defendernos (probablemente con un buen ataque). Es bueno saber que esto le ocurre a tu pareja, pero también es importante reconocerlo en uno mismo. Para evitar dinámicas destructivas tenemos que tener cuidado con no despertar a ninguna de las dos “bestias”, para ser constructivos debemos elegir bien las palabras, el momento y el lugar.
3. Diferenciar entre comunicación desde la tranquilidad y comunicación desde el nerviosismo. Modelo del semáforo.
En relación al anterior punto, es muy útil reconocer que cuando estamos muy alterados podemos hablar mucho (e incluso gritar), pero en ese estado no tenemos los recursos suficientes para comunicarnos de manera constructiva. Si te reconoces en esta situación podrás tomar medidas (como por ejemplo abandonar la habitación o el contexto de la discusión). Si eres capaz de reconocer estos estados en tu pareja, podrás intentar distanciarte de los comentarios hirientes, entendiendo que surgen de la emoción negativa y no de la persona.
El modelo del semáforo utiliza las distinciones verde-ámbar-rojo como metáfora de estados de ánimo y activación de emociones negativas. Si eres capaz de hacerte más sensible al proceso de cambio de “verde” a “ámbar” (en ti mismo y en tu pareja) podrás tomar medidas para detener los pasos de la secuencia antes de llegar a estados difíciles de controlar (la luz roja del semáforo).
4. Comunicación verbal y no verbal
Ya hemos diferenciado entre hablar y comunicarse. Comunicarse es un concepto mucho más amplio y profundo. Expresiones faciales, gestos, posturas, movimientos…son ejemplos de comunicación no verbal. Es importante que exista una coherencia entre el mensaje que expresamos a nivel verbal y el mensaje en el plano no verbal. La comunicación no verbal se procesa a nivel inconsciente pero tiene más importancia en nuestra percepción que la verbal. No basta con encontrar las palabras adecuadas, hay que creer en ellas y en las razones que nos llevan a pronunciarlas. Puede parecer posible engañar a nivel verbal, pero es casi imposible controlar todos los aspectos no verbales de la comunicación y que le pasen desapercibidos a alguien que nos conoce bien.
5. Uso del lenguaje: relativo-absoluto, flexible-inflexible, constructivo-destructivo, responsabilidad centrada en mí – responsabilidad centrada en el otro.
Las palabras que utilizamos para comunicarnos con nosotros mismos o con nuestra pareja van a configurar una determinada realidad y van a promover ciertas actitudes. Es importante notar qué ocurre cuando utilizamos expresiones absolutas: “yo siempre…”, “tú nunca…”; inflexibles: “…y se acabó”, “te equivocas…”; destructivas: “me estás amargando la vida”, “eres un inútil”; centradas en el otro: “deberías cambiar…”, “si dejaras de hacerme esto…”.
Se producen cambios significativos al utilizar términos más relativos: “la mayor parte de las veces”, “en alguna ocasión”; flexibles: “de momento no me convence pero respeto tus puntos de vista y lo pensaré”; constructivos: “lo siento, he tenido un mal día y no me veo capaz de hablar de esto ahora sin alterarme”, “creo que podrías decir lo mismo de una manera más suave”; centrados en mí: “me siento…cuando tú haces…”, “te entiendo, pero no puedo evitar sentirme…cuando tú…”.
6. Gestión de las expectativas y esquemas acerca de uno mismo, del otro y de ambos como pareja.
Cada miembro de la pareja tiene unas ideas y expectativas acerca de lo que implica estar en pareja, cómo debe comportarse un novio/a y que expectativas tiene de la otra persona. Inconscientemente medimos y valoramos a nuestro compañero/a, a nosotros mismos y a la pareja en global. Los conflictos pueden surgir porque estamos midiendo aspectos diferentes de la realidad (“dice que le importo porque ya no sale los viernes, pero yo sé que es mentira, si me quisiera vendría conmigo a bailar salsa los sábados”), o porque hemos tenido experiencias familiares diferentes (diferentes culturas familiares generan diferentes significados, esquemas y expectativas en los roles familiares/de pareja).
7. “Adivinar” el pensamiento del otro y sus intenciones (activando reacciones de miedo o ansiedad)
Una de las consecuencias de la falta de comunicación en pareja es la tendencia a interpretar el comportamiento del otro: en lugar de intentar expresar de forma saludable nuestras preocupaciones directamente, dejamos que se hagan más grandes en nuestra imaginación y acabamos reaccionando a sus implicaciones como si fueran reales. Las consecuencias negativas para el organismo individual que sufre este fenómeno y para la propia salud de la pareja en global son notables.
8. Comunicación simétrica y complementaria
Se entiende por comunicación simétrica aquella en la que ambas partes se intentan colocar al mismo nivel, coloquialmente podríamos decir que ninguno de los miembros de la pareja está dispuesto a ceder en un determinado asunto. Se produce una comunicación complementaria cuando uno de los miembros de la pareja adopta una posición de sumisión en algún aspecto: cede para adaptarse a la conducta del otro. Las comunicaciones simétricas constantes llevarían a escaladas de discusiones sin fin, la comunicación complementaria constante por parte de uno de sus miembros puede generar patrones de dominación-sumisión que dan estabilidad a la pareja a costa de su propio bienestar general. Las parejas más saludables son aquellas en las que se producen escaladas simétricas y ambos miembros son capaces de asumir un rol complementario para detenerlas. Una pareja en la que se producen conflictos y discusiones pero se solucionan porque ambos son capaces de ceder y lo hacen de forma equitativa.
9. Puntuación de la secuencia de hechos. (“Tú eres quien ataca, yo solo me defiendo”).
La puntuación de la secuencia de hechos es otro concepto de la pragmática de la comunicación, este concepto es un ejemplo claro de los beneficios de preguntar “Cómo” en lugar de “Por qué”. Si preguntas a cualquiera de los miembros de la pareja acerca de algún conflicto, seguramente te dirá que la razón de su conducta es una conducta anterior del otro, conducta que a su vez puede estar justificada por otro comentario/acción del otro…y así podríamos preguntar por qué hasta el infinito. Lo interesante es cómo cada uno de los miembros puntúa la secuencia de forma idéntica: poniendo un principio (un comentario/comportamiento del otro) y un final (mi reacción negativa). Hacer ver a ambos cómo están atrapados en esa dinámica es mucho más útil que seguir preguntando por qué hasta llegar a una causa última y definitiva (la lógica circular es más útil en este caso que la líneal-causal).
10. Esperar que el otro haga lo que yo necesito sin necesidad de comunicárselo (“Si se lo digo ya no cuenta, tiene que ser espontáneo”)
Se trata de un fenómeno muy común en la comunicación de pareja, que genera sensación de rabia y frustración en ambos miembros. Una de las características principales es que la situación se configura de tal manera que parece no existir ninguna opción para generar una alternativa constructiva. Un ejemplo concreto de esta “trampa” podría ser el siguiente: para él es muy importante que su pareja le diga que le quiere con frecuencia. Ella se considera cariñosa y no percibe que su pareja necesite un cambio por su parte. Él se siente mal con la situación e inconscientemente se lo transmite a ella de forma indirecta enrareciendo la comunicación. Si él le transmite abiertamente a ella que necesita que le diga “te quiero” con más frecuencia, impide que ella se lo transmita espontáneamente, por lo que para él ya no tiene sentido, ya no le vale. En ese momento la pareja ha llegado a configurar un incómodo esquema lógico, en el que parece no existir un comportamiento capaz de transformar la dinámica negativa del marco en que han quedado atrapados.
Después de explicar brevemente estas claves, nos gustaría aclarar que el conflicto en la pareja no es necesariamente una señal de que ésta no funciona, es la gestión de dichos conflictos lo que va a determinar la calidad y estabilidad de la relación. Es importante tener siempre presente que las discusiones no se ganan convenciendo: el desenlace no es de suma cero (lo que uno gana es lo que debe perder el otro). En la mayoría de los conflictos podemos encontrar desenlaces en los que ambos miembros de la pareja pierden o ambos miembros de la pareja ganan, por eso el mejor “guerrero” es aquel que evita la batalla en términos de los juegos de suma cero: convencer al otro de que todo es culpa suya no es muy constructivo en términos de pareja, aunque alivie inmediatamente nuestro ego.
La asertividad es un factor muy importante en la construcción de los vínculos positivos. El respeto mutuo y la comunicación fluida son elementos esenciales en una buena relación de pareja. Mantener una comunicación fluida no significa necesariamente hablar mucho, se trata más bien de generar actitudes en pareja que favorezcan la sensación de aceptación, respeto, complicidad, cariño, amor…Hay parejas que pueden hablar mucho sin comunicarse apenas en sentido positivo, mientras que otras parecen entenderse y disfrutarse con solo mirarse a los ojos. Hablar es importante, pero comunicarse es fundamental para ser feliz en pareja.
2. Protección del ego y sus implicaciones
La reacción natural inmediata ante una crítica es de rechazo. Incluso cuando estos comentarios negativos estén más que justificados, nuestra reacción más visceral será defendernos (probablemente con un buen ataque). Es bueno saber que esto le ocurre a tu pareja, pero también es importante reconocerlo en uno mismo. Para evitar dinámicas destructivas tenemos que tener cuidado con no despertar a ninguna de las dos “bestias”, para ser constructivos debemos elegir bien las palabras, el momento y el lugar.
3. Diferenciar entre comunicación desde la tranquilidad y comunicación desde el nerviosismo. Modelo del semáforo.
En relación al anterior punto, es muy útil reconocer que cuando estamos muy alterados podemos hablar mucho (e incluso gritar), pero en ese estado no tenemos los recursos suficientes para comunicarnos de manera constructiva. Si te reconoces en esta situación podrás tomar medidas (como por ejemplo abandonar la habitación o el contexto de la discusión). Si eres capaz de reconocer estos estados en tu pareja, podrás intentar distanciarte de los comentarios hirientes, entendiendo que surgen de la emoción negativa y no de la persona.
El modelo del semáforo utiliza las distinciones verde-ámbar-rojo como metáfora de estados de ánimo y activación de emociones negativas. Si eres capaz de hacerte más sensible al proceso de cambio de “verde” a “ámbar” (en ti mismo y en tu pareja) podrás tomar medidas para detener los pasos de la secuencia antes de llegar a estados difíciles de controlar (la luz roja del semáforo).
4. Comunicación verbal y no verbal
Ya hemos diferenciado entre hablar y comunicarse. Comunicarse es un concepto mucho más amplio y profundo. Expresiones faciales, gestos, posturas, movimientos…son ejemplos de comunicación no verbal. Es importante que exista una coherencia entre el mensaje que expresamos a nivel verbal y el mensaje en el plano no verbal. La comunicación no verbal se procesa a nivel inconsciente pero tiene más importancia en nuestra percepción que la verbal. No basta con encontrar las palabras adecuadas, hay que creer en ellas y en las razones que nos llevan a pronunciarlas. Puede parecer posible engañar a nivel verbal, pero es casi imposible controlar todos los aspectos no verbales de la comunicación y que le pasen desapercibidos a alguien que nos conoce bien.
5. Uso del lenguaje: relativo-absoluto, flexible-inflexible, constructivo-destructivo, responsabilidad centrada en mí – responsabilidad centrada en el otro.
Las palabras que utilizamos para comunicarnos con nosotros mismos o con nuestra pareja van a configurar una determinada realidad y van a promover ciertas actitudes. Es importante notar qué ocurre cuando utilizamos expresiones absolutas: “yo siempre…”, “tú nunca…”; inflexibles: “…y se acabó”, “te equivocas…”; destructivas: “me estás amargando la vida”, “eres un inútil”; centradas en el otro: “deberías cambiar…”, “si dejaras de hacerme esto…”.
Se producen cambios significativos al utilizar términos más relativos: “la mayor parte de las veces”, “en alguna ocasión”; flexibles: “de momento no me convence pero respeto tus puntos de vista y lo pensaré”; constructivos: “lo siento, he tenido un mal día y no me veo capaz de hablar de esto ahora sin alterarme”, “creo que podrías decir lo mismo de una manera más suave”; centrados en mí: “me siento…cuando tú haces…”, “te entiendo, pero no puedo evitar sentirme…cuando tú…”.
6. Gestión de las expectativas y esquemas acerca de uno mismo, del otro y de ambos como pareja.
Cada miembro de la pareja tiene unas ideas y expectativas acerca de lo que implica estar en pareja, cómo debe comportarse un novio/a y que expectativas tiene de la otra persona. Inconscientemente medimos y valoramos a nuestro compañero/a, a nosotros mismos y a la pareja en global. Los conflictos pueden surgir porque estamos midiendo aspectos diferentes de la realidad (“dice que le importo porque ya no sale los viernes, pero yo sé que es mentira, si me quisiera vendría conmigo a bailar salsa los sábados”), o porque hemos tenido experiencias familiares diferentes (diferentes culturas familiares generan diferentes significados, esquemas y expectativas en los roles familiares/de pareja).
7. “Adivinar” el pensamiento del otro y sus intenciones (activando reacciones de miedo o ansiedad)
Una de las consecuencias de la falta de comunicación en pareja es la tendencia a interpretar el comportamiento del otro: en lugar de intentar expresar de forma saludable nuestras preocupaciones directamente, dejamos que se hagan más grandes en nuestra imaginación y acabamos reaccionando a sus implicaciones como si fueran reales. Las consecuencias negativas para el organismo individual que sufre este fenómeno y para la propia salud de la pareja en global son notables.
8. Comunicación simétrica y complementaria
Se entiende por comunicación simétrica aquella en la que ambas partes se intentan colocar al mismo nivel, coloquialmente podríamos decir que ninguno de los miembros de la pareja está dispuesto a ceder en un determinado asunto. Se produce una comunicación complementaria cuando uno de los miembros de la pareja adopta una posición de sumisión en algún aspecto: cede para adaptarse a la conducta del otro. Las comunicaciones simétricas constantes llevarían a escaladas de discusiones sin fin, la comunicación complementaria constante por parte de uno de sus miembros puede generar patrones de dominación-sumisión que dan estabilidad a la pareja a costa de su propio bienestar general. Las parejas más saludables son aquellas en las que se producen escaladas simétricas y ambos miembros son capaces de asumir un rol complementario para detenerlas. Una pareja en la que se producen conflictos y discusiones pero se solucionan porque ambos son capaces de ceder y lo hacen de forma equitativa.
9. Puntuación de la secuencia de hechos. (“Tú eres quien ataca, yo solo me defiendo”).
La puntuación de la secuencia de hechos es otro concepto de la pragmática de la comunicación, este concepto es un ejemplo claro de los beneficios de preguntar “Cómo” en lugar de “Por qué”. Si preguntas a cualquiera de los miembros de la pareja acerca de algún conflicto, seguramente te dirá que la razón de su conducta es una conducta anterior del otro, conducta que a su vez puede estar justificada por otro comentario/acción del otro…y así podríamos preguntar por qué hasta el infinito. Lo interesante es cómo cada uno de los miembros puntúa la secuencia de forma idéntica: poniendo un principio (un comentario/comportamiento del otro) y un final (mi reacción negativa). Hacer ver a ambos cómo están atrapados en esa dinámica es mucho más útil que seguir preguntando por qué hasta llegar a una causa última y definitiva (la lógica circular es más útil en este caso que la líneal-causal).
10. Esperar que el otro haga lo que yo necesito sin necesidad de comunicárselo (“Si se lo digo ya no cuenta, tiene que ser espontáneo”)
Se trata de un fenómeno muy común en la comunicación de pareja, que genera sensación de rabia y frustración en ambos miembros. Una de las características principales es que la situación se configura de tal manera que parece no existir ninguna opción para generar una alternativa constructiva. Un ejemplo concreto de esta “trampa” podría ser el siguiente: para él es muy importante que su pareja le diga que le quiere con frecuencia. Ella se considera cariñosa y no percibe que su pareja necesite un cambio por su parte. Él se siente mal con la situación e inconscientemente se lo transmite a ella de forma indirecta enrareciendo la comunicación. Si él le transmite abiertamente a ella que necesita que le diga “te quiero” con más frecuencia, impide que ella se lo transmita espontáneamente, por lo que para él ya no tiene sentido, ya no le vale. En ese momento la pareja ha llegado a configurar un incómodo esquema lógico, en el que parece no existir un comportamiento capaz de transformar la dinámica negativa del marco en que han quedado atrapados.
Después de explicar brevemente estas claves, nos gustaría aclarar que el conflicto en la pareja no es necesariamente una señal de que ésta no funciona, es la gestión de dichos conflictos lo que va a determinar la calidad y estabilidad de la relación. Es importante tener siempre presente que las discusiones no se ganan convenciendo: el desenlace no es de suma cero (lo que uno gana es lo que debe perder el otro). En la mayoría de los conflictos podemos encontrar desenlaces en los que ambos miembros de la pareja pierden o ambos miembros de la pareja ganan, por eso el mejor “guerrero” es aquel que evita la batalla en términos de los juegos de suma cero: convencer al otro de que todo es culpa suya no es muy constructivo en términos de pareja, aunque alivie inmediatamente nuestro ego.
domingo, enero 27, 2013
La importancia de conocer a nuestros hijos. Claves de la relación.
A menudo nos preguntamos por qué resulta tan difícil una buena comunicación con nuestros hijos... Por qué desde muy temprana edad nuestras palabras chocan contra sus oídos y a los nuestros les rechinan sus prédicas, en ocasiones sorprendentes. Envidiamos a aquellas parejas que parecen haber llegado a un entendimiento con sus vástagos y no paran de presumir de ello... "Yo soy como una amiga para mis hijos" comentan ufanos ante las miradas incrédulas y envidiosas de los contertulios de turno.
El clásico "en dónde fallamos" comienza a entonarse desde el momento mismo en que los niños se inician en sus propias reglas del juego, dejando sentadas las bases de una relación fastidiosa por desigual. Y no digamos cuando llega el momento en que aparecen y desaparecen de su cuarto, como si fueran huéspedes mal atendidos, y van por esas explanadas del botellón y los asientos traseros de los coches. Entonces pensamos que hemos perdido la batalla, y que no hay santo en el santoral capaz de asistirnos en este trance sombrío del "ayer vino a las tantas".
Resulta curioso lo bien que los padres enseñamos a hablar a nuestros hijos, la cantidad de palabras que son capaces de pronunciar en relativamente poco tiempo... ¿Por qué no les enseñamos a escuchar? A lo mejor porque a nosotros tampoco nos enseñaron; a lo mejor porque nosotros tampoco sabemos escuchar. Escuchar no estar callado mientras otro u otros hablan, es mucho más que eso.
Muchas veces, los ocupados padres olvidamos algunos preceptos básicos de la comunicación paternofilial que, cuando ya no hay remedio, recordamos entre lamentos. Los vemos:
La comunicación con nuestros hijos comienza en el mismo momento del alumbramiento. No pretendamos vivir de espaldas a ellos hasta la adolescencia porque toda aproximación entonces servirá de poco.
El lenguaje de los niños es el juego. "El mejor juguete de un niño es su propio padre" y esto debe quedar de manifiesto desde muy temprana edad. Recuerdo a que una compañera le pidió a una madre que "jugase 20 minutos al día con su hijo" con objeto de obervar algunos posibles síntomas de la psicopatología que estaba abordando en ese momento. La madre, confusa, espetó a mi colega... "Y qué hago".
"Hemos de jugar como los niños, que juegan seriamente". Esta frase del ínclito pedagogo Stevenson nos resume lo que debemos hacer para comenzar una comunicación eficaz con los niños desde el primer momento hasta que son adultos, cuando debemos cambiar de juegos pero seguir jugando con ellos.Los mejores juguetes, las consolas más costosas, los cumpleaños en los sitios favoritos de los niños y lo raro que resulta ver a uno de nosotros agachado, jugando como uno de ellos. Esta escena resulta frecuente en las películas infantiles, pero harto improbable en una casa cualquiera un día cualquiera. Acaso cuando el infante es muy pequeño los padres se atreven con sus primeros juegos. Luego, cuando el niño deja de ser un juguete, esa relación se pierde y tratamos de reencontrarla en la maldita adolescencia, intentando que los nuestros acudan con nosotros a parques de ocio y otros lugares adonde ya no quieren venir con la familia.
La pereza es uno de los pecados capitales también en todo lo relacionado con la comunicación. El trabajo nos cansa demasiado como para tener que ir ahora al cuarto de los niños a compartir un rato con sus preocupaciones infantiles, con sus logros, sus ilusiones, su música y sus "cosas".
Muchos de los que pasamos de sobra de los cuarenta hemos visto entrar en nuestro cuarto sólo a nuestra madre y sólo para decirnos que lo recogiéramos. Cuando veíamos entrar a nuestro padre era mucho peor, y toda nuestra vida pasaba por delante de nosotros tratando de averiguar dónde la habíamos metido esta vez.
No entre con ningún propósito en el cuarto de sus hijos, sencillamente entre y siéntese en la cama a hojear uno de sus libros, o a toquetear uno de sus juguetes. Ya verá lo poco que tarda el chaval en ponerse en contacto con usted.
No pretenda que su hijo le cuente sus cosas si usted no le cuenta las suyas. La comunicación exige una reciprocidad justa para ser eficaz. Resulta frecuente ver cómo muchos padres abren la puerta del cuarto de su hijo y le pregunta... "¿qué tal el día, hijo"... Inténtelo al revés, entre en el cuarto de su hijo y comente "vaya día que me ha dado el pesado de López en la oficina". Ya verá como la cosa cambia.
Las más de las veces actuamos como los jefes de nuestros hijos sino como guardianes. Los jefes nos piden cuenta de lo que hacemos continuamente, pero no nos dan la menor explicación, justo lo que hacemos con nuestros hijos en la mayoría de ocasiones.
La participación en la toma de decisiones consigue implicar a todos los miembros de la familia, facilitando la comunicación y el entendimiento de las razones e intereses de los otros. Procure que el niño participe en toma de decisiones desde bien pequeño, que se implique y que exponga sus motivos con claridad y serenidad. Desde dónde pasar las vacaciones, lo que vamos a hacer el "finde", la comida de los diferentes días de la semana... Pequeñas decisiones que todos los integrantes del primer grupo social deben saber tomar de forma participada y motivada.
Ahora bien, que el niño participe en la toma de decisiones de la familia no significa que decida él, ni mucho menos. De otro modo sólo conseguiremos un tirano en potencia que desarrollará toda su carga al llegar a la adolescencia. El niño debe saber en todo momento que en casa mandan sus padres, o uno de ellos en el caso de las personas separadas.
No se asuste si su hijo le lleva la contraria por sistema a partir de los seis años. No es otra cosa que una necesidad dereafirmación del yo que tiene lugar en todos los sujetos sanos. No le haga mucho caso y trate de dejar claro que se puede reafirmar a costa de quien crea conveniente pero que su padre y su madre son los que mandan aquí.
En efecto, la necesidad de reafirmación de los niños a veces resulta pesada, repetitiva y tonta. No es nada bueno ni malo, como decimos, es parte del proceso de reafirmación que usted también sufrió en su momento y gracias al cual su personalidad hoy resulta consistente. Simplemente se trata de que ese "aquí estoy yo del niño" no dificulte nuestra relación, y de que el niño descubra enseguida que las "malas contestaciones" sirven para poco o nada. Los niños tratan de descubrir "hasta dónde se puede tirar de la cuerda" desde bien pequeños...
Si al llegar a este punto piensa que la comunicación resulta muy difícil, consuélese pensando que es lo que más nos diferencia de los animales y que es la última habilidad que el ser humano ha adquirido, la que menos ha evolucionado. No trate de ser perfecto comunicando, simplemente observe algunas de estas recomendaciones y ya verá como la cosa mejora. Lo deseamos de corazón.
Fuente: http://www.psicologosespecialistasmadrid.com/articulos-psicologia-2/conocer-hijos.htm
jueves, noviembre 13, 2008
psicólogos para potenciar el compromiso de los trabajadores
Una empresa usa un software y psicólogos para potenciar el compromiso de los trabajadores
Kenexa ha llegado a la conclusión de que los trabajadores quieren pasárselo bien
Los directivos no siempre lo tienen fácil a la hora de asegurarse la lealtad de sus trabajadores. Kenexa, una empresa especializada en Recursos Humanos, ha tenido la idea de unir tecnología y psicología para “crear” trabajadores apasionados en lo que hacen. En concreto, dispone de un software que genera planes de acción (con ayuda de psicólogos) para conseguir justamente eso, trabajadores comprometidos. La experiencia de Kenexa dice que los trabajadores felices son los que se comprometen, y esa felicidad en el trabajo se consigue cuando se lo están pasando bien. Asimismo, asegura que la mano de obra busca directivos que transmitan seguridad en el futuro y que sean capaces de reconocer su trabajo. Algunas de las empresas más importantes de los Estados Unidos han probado su sistema con éxito. Por Raúl Morales.
Las principales empresas de los Estados Unidos confían en Kenexa para que entren, literalmente, en las mentes de sus empleados y potencien su lealtad. Los directivos de empresas tan importantes como General Motors, Caterpiller o Time Warner ya han probado sus sistemas. Esta empresa ha sido pionera en ofrecer nuevas maneras de unir psicología y tecnología para incrementar el nivel de compromiso de los trabajadores. Sin embargo, bajo su punto de vista, el secreto de la lealtad y de la pasión es mucho más sencillo: los trabajadores quieren pasárselo bien.
Los analistas consideran que Kenexa tiene el software más sofisticado de procesado de datos del sector. A ello unen científicos, estadísticos y psicólogos industriales y de organización para convertir correlaciones y números en planes de acción que, finalmente, lleven a más beneficios.
Sin embargo, todo el trabajo de esta empresa se basa en la convicción y en la experiencia de que los trabajadores lo único que quieren es pasárselo bien. “Pasárselo bien” es un término muy amplio. Así, según Kenexa, la rotación entre los directivos que se sienten valorados en sus empresas es un 21% menor que la de los que no. Evidentemente, quien se siente valorado está más a gusto en el trabajo.
En septiembre de esta año, Kenexa presentó el estudio “2008 Work Trends Report”, que puso de manifiesto que más del 57% de los trabajadores entrevistados se sentían comprometidos con sus empresas. Los empleados indios (65%), mejicanos (62%) y estadounidenses (61%) mostraron los índices más altos, mientras que los japoneses eran los menos ligados a sus organizaciones, con un escueto 34%.
Respeto, comunicación, conocimiento
Sin embargo, el estudio mostró más similitudes que diferencias respecto a aquellos aspectos que potenciaban el compromiso de los trabajadores: directivos que inspiran confianza en el futuro a través del respeto, la comunicación y el reconocimiento.
“Cuando estás en un trabajo en el que te diviertes y en el que eres bueno, no eres sólo un buen trabajador, sino un mejor marido, un mejor padre y un mejor ciudadano”, comenta Karsan en declaraciones a Fast Company .
Los científicos de Kenexa realizan entrevistas y encuestas para saber qué cosas inspiran a los empleados. Su software procesa esos datos a través de un sofisticado algoritmo identificando correlaciones y posibles causas. Después, diseña estrategias para mejorar el ambiente laboral, la contratación y la retención de talentos.
Por ejemplo, recientemente han desarrollado un programa en el que los posibles contratados usaban un avatar para actuar en diferentes escenarios, como recordar el orden adecuado de una serie de objetos en una habitación de hotel, para medir el nivel de compromiso natural que tenían los aspirantes a un puesto
La experiencia de esta empresa ha demostrado lo importante que es el compromiso de los trabajadores para una organización. Aetna, una aseguradora estadounidense, pidió a Kenexa que midiera la influencia que tenía el compromiso de los trabajadores sobre sus resultados financieros. Los investigadores presentaron unas estadísticas demoledoras: las empresas con los mayores índices de satisfacción dan a sus accionistas un 700% más de beneficios.
Una base de datos con los mejores
Por otro lado, los directivos saben perfectamente que la pasión de sus empleados es inútil si no se le saca provecho. El software de Kenexa sugiere acciones ideadas en parte a partir de una base de datos de 4.000 clientes que recoge las cosas que sí han funcionado bien en otras organizaciones.
El año pasado, la empresa participó en un caso complejo en Boeing, el fabricante de aviones. Estudiaron con lupa grupos formados por unas 30 personas de los diferentes departamentos de la compañía y reportaron planes concretos directamente a los 15.000 directivos de Boeing. Para ellos fue toda una novedad, ya que estaban acostumbrados a recibir encuestas parecidas que terminaban abandonadas en una estantería. Hoy todo el mundo, desde el presidente ejecutivo hasta los jefes de división, no sólo discuten sobre estadísticas y puntuaciones, sino también sobre estrategias concretas para mejorar el compromiso de los trabajadores de toda la organización.
Lo que hace Kenexa es probar sus técnicas y su tecnología en su propia organización. Todo está sometido a la consideración de los empleados y todo está enfocado a incrementar el compromiso y la lealtad. Según sus directivos, su éxito está íntimamente ligado al comportamiento de sus trabajadores, y éste parece ser muy bueno. Actualmente lidera el mercado de los Estados Unidos y ha abierto oficina en otros18 países.
Kenexa ha llegado a la conclusión de que los trabajadores quieren pasárselo bien
Los directivos no siempre lo tienen fácil a la hora de asegurarse la lealtad de sus trabajadores. Kenexa, una empresa especializada en Recursos Humanos, ha tenido la idea de unir tecnología y psicología para “crear” trabajadores apasionados en lo que hacen. En concreto, dispone de un software que genera planes de acción (con ayuda de psicólogos) para conseguir justamente eso, trabajadores comprometidos. La experiencia de Kenexa dice que los trabajadores felices son los que se comprometen, y esa felicidad en el trabajo se consigue cuando se lo están pasando bien. Asimismo, asegura que la mano de obra busca directivos que transmitan seguridad en el futuro y que sean capaces de reconocer su trabajo. Algunas de las empresas más importantes de los Estados Unidos han probado su sistema con éxito. Por Raúl Morales.
Las principales empresas de los Estados Unidos confían en Kenexa para que entren, literalmente, en las mentes de sus empleados y potencien su lealtad. Los directivos de empresas tan importantes como General Motors, Caterpiller o Time Warner ya han probado sus sistemas. Esta empresa ha sido pionera en ofrecer nuevas maneras de unir psicología y tecnología para incrementar el nivel de compromiso de los trabajadores. Sin embargo, bajo su punto de vista, el secreto de la lealtad y de la pasión es mucho más sencillo: los trabajadores quieren pasárselo bien.
Los analistas consideran que Kenexa tiene el software más sofisticado de procesado de datos del sector. A ello unen científicos, estadísticos y psicólogos industriales y de organización para convertir correlaciones y números en planes de acción que, finalmente, lleven a más beneficios.
Sin embargo, todo el trabajo de esta empresa se basa en la convicción y en la experiencia de que los trabajadores lo único que quieren es pasárselo bien. “Pasárselo bien” es un término muy amplio. Así, según Kenexa, la rotación entre los directivos que se sienten valorados en sus empresas es un 21% menor que la de los que no. Evidentemente, quien se siente valorado está más a gusto en el trabajo.
En septiembre de esta año, Kenexa presentó el estudio “2008 Work Trends Report”, que puso de manifiesto que más del 57% de los trabajadores entrevistados se sentían comprometidos con sus empresas. Los empleados indios (65%), mejicanos (62%) y estadounidenses (61%) mostraron los índices más altos, mientras que los japoneses eran los menos ligados a sus organizaciones, con un escueto 34%.
Respeto, comunicación, conocimiento
Sin embargo, el estudio mostró más similitudes que diferencias respecto a aquellos aspectos que potenciaban el compromiso de los trabajadores: directivos que inspiran confianza en el futuro a través del respeto, la comunicación y el reconocimiento.
“Cuando estás en un trabajo en el que te diviertes y en el que eres bueno, no eres sólo un buen trabajador, sino un mejor marido, un mejor padre y un mejor ciudadano”, comenta Karsan en declaraciones a Fast Company .
Los científicos de Kenexa realizan entrevistas y encuestas para saber qué cosas inspiran a los empleados. Su software procesa esos datos a través de un sofisticado algoritmo identificando correlaciones y posibles causas. Después, diseña estrategias para mejorar el ambiente laboral, la contratación y la retención de talentos.
Por ejemplo, recientemente han desarrollado un programa en el que los posibles contratados usaban un avatar para actuar en diferentes escenarios, como recordar el orden adecuado de una serie de objetos en una habitación de hotel, para medir el nivel de compromiso natural que tenían los aspirantes a un puesto
La experiencia de esta empresa ha demostrado lo importante que es el compromiso de los trabajadores para una organización. Aetna, una aseguradora estadounidense, pidió a Kenexa que midiera la influencia que tenía el compromiso de los trabajadores sobre sus resultados financieros. Los investigadores presentaron unas estadísticas demoledoras: las empresas con los mayores índices de satisfacción dan a sus accionistas un 700% más de beneficios.
Una base de datos con los mejores
Por otro lado, los directivos saben perfectamente que la pasión de sus empleados es inútil si no se le saca provecho. El software de Kenexa sugiere acciones ideadas en parte a partir de una base de datos de 4.000 clientes que recoge las cosas que sí han funcionado bien en otras organizaciones.
El año pasado, la empresa participó en un caso complejo en Boeing, el fabricante de aviones. Estudiaron con lupa grupos formados por unas 30 personas de los diferentes departamentos de la compañía y reportaron planes concretos directamente a los 15.000 directivos de Boeing. Para ellos fue toda una novedad, ya que estaban acostumbrados a recibir encuestas parecidas que terminaban abandonadas en una estantería. Hoy todo el mundo, desde el presidente ejecutivo hasta los jefes de división, no sólo discuten sobre estadísticas y puntuaciones, sino también sobre estrategias concretas para mejorar el compromiso de los trabajadores de toda la organización.
Lo que hace Kenexa es probar sus técnicas y su tecnología en su propia organización. Todo está sometido a la consideración de los empleados y todo está enfocado a incrementar el compromiso y la lealtad. Según sus directivos, su éxito está íntimamente ligado al comportamiento de sus trabajadores, y éste parece ser muy bueno. Actualmente lidera el mercado de los Estados Unidos y ha abierto oficina en otros18 países.
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