Voy más allá de las teorías y las técnicas pues entiendo que cada ser es único e irrepetible. Cuando un ser humano, con un problema, toca a mi puerta y tiene el coraje de abrirme su corazón, con respeto me adentro en su proceso de transformación personal sabiendo que piso tierra sagrada. Visita mi página web y conoce más: www.lmhoyosduque.com
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jueves, octubre 05, 2017
El secreto de la eterna juventud
El hombre a través de los tiempos ha buscado el secreto de la eterna juventud, algunos han banalizado el tema y lo han reducido sólo a mejillas sonrojadas, piel turgente, Botox y adiós arrugas. Empero, el asunto va más allá, pues la longevidad en los tiempos que corren se ha incrementado. Entonces con una mayor longevidad lo deseable es llegar a ser adultos mayores lúcidos, vitales y sin convertirnos en una carga para los seres que amamos.
En torno a esa pregunta y a esa búsqueda de secretos, trucos y opciones mi hijo Andrés me entregó recientemente unos elementos bastante interesantes.
Andrés hacía algunos años que no veía a su padre, él vive al otro lado del atlántico. Es un hombre adulto mayor, de 84 años. Antes de partir hablamos con Andrés acerca del natural deterioro en que encontraría a su padre.
Seguir leyendo: http://lmhoyosduque.com/secreto-la-eterna-juventud/
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lunes, septiembre 04, 2017
Sanando la relación con papá y mamá
La reconciliación es la puerta a nuestra paz interior, a la felicidad diría yo, cuando siento que no tengo resentimientos ni dolores pendientes con nadie. El tema del perdón en mis terapias está muy presente, al final los pacientes expresan la sensación de libertad, gozo y paz inmensa que los inunda.
En está meditación te propongo sanar la relación con tus padres, sin importar si están vivos o ya han trascendido esta experiencia vital, si haz tenido, tienes o no, una relación conflictiva con ellos, a todos nos hace bien.
Seguir leyendo; http://lmhoyosduque.com/19779-2/
domingo, junio 19, 2016
A mi padre
Papá hace las cosas con entusiasmo, con ganas,
con un contento y una vitalidad de muchacho que contagian, parece
que estuviera estrenando batería, y no
importa cual sea la tarea, todas las aborda de igual manera como un escultor
esculpiendo su obra maestra.
Papá no conoce la pereza, ni siquiera cuando
hace calor y se indigna cuando la ve apoltronada en alguien.
Papá es impecable y como un terremoto en
miniatura, dobla los pijamas, fila los
tornillos, recoge los vasos que regamos
por la casa, dobla incluso la ropa sucia que va a lavarse.
miércoles, febrero 17, 2016
Esos detalles que enamoran
Retomo hoy la conducta de los niños para que a la luz de sus acciones y vivencias reaprendamos los adultos; estos pequeños maestros nos enseñan cosas sorprendentes y lo único que tenemos que hacer es permitirnos el espacio para aprender.
Hoy estuve de compras con Andrés, mi hijo mayor quien tiene doce años, le compré dos o tres cosas que para él eran importantes, de poco valor material, pero con las cuales él estaba realmente encantado, de ello me pude dar cuenta en la noche. Antes de irse a dormir, apareció en mi cuarto con un: “mami cierra los ojos, no los vayas a abrir, es sorpresa, me entregó algo, pude sentir un paquetico liviano, luego me dijo: ahora puedes abrirlos. En mi mano reposaba una cajita de acetato y dentro de ella siete velitas de brillantes colores, de esas flotan en agua y que puedes encender. Sobre la cajita había esta pequeña nota, textual: hola mamita quería celebrar este día tan maravilloso de compras que tuvimos hoy, feliz día Andy/97.
Sus ojos chispeaban de alegría y expectación viendo mi entusiasmo y agrado ante su regalo, yo estaba fascinada, era un regalo tan lindo, tan acertado a mi gusto, y lo más especial… esa tarjetica… me trasmitía todo su contento por nuestro día.
Hemos escuchado desde pequeño la importancia de los detalles, pero a medida que vamos sumando días, meses y años a nuestra vida, vamos dejando de lado este maravilloso lazo de comunicación con los otros, nos vamos encerrando en la concha de nosotros mismos y olvidamos eso: los pequeños detalles.
Los detalles definitivamente te atrapan, te seducen y cuando Andrés me regaló las velitas y su tarjetica me puso a reflexionar sobre los detalles y su condición para que realmente enamoren:
Los detalles son espontáneos: se dan porque si, porque me nace de lo profundo del ser para expresar mi gratitud, mi cariño, mi amor, mi afecto, mi admiración, en fin para expresar sentimientos sinceros.
Los detalles apuntan a agradar al otro: un detalle que sale del corazón consulta los gustos, preferencias y percepciones de quien lo recibe.
Los detalles nos enseñan la emoción de dar: dar con amor y apuntando al otro, nos introducen en una corriente, en el flujo gozoso de llevar alegría, de darnos a nosotros mismos, los regalos entregan nuestra huella.
Cuando das con amor y pensando en el otro, toda tu energía está volcada allí en ese deseo de comunicar tu afecto, tu amor.
Los detalles son polidimensionales: son para entregar a mamá, a papá, los hijos, tus hermanos, tus tíos, tu pareja, los amigos…
La condición del detalle es que realmente nazca de lo profundo del corazón y se alimente de la honestidad y la sinceridad. Esto realmente se percibe y es lo que finalmente genera ese flujo maravilloso del gozo en el dar y el recibir.
Los detalles no necesitan comprarse: los detalles vienen en diversos paquetes: una sonrisa, un fuerte o un cálido abrazo, un caluroso apretón de mano, un beso, una notica, una frase amable que rescate al otro, que le recuerde tu afecto. Todas las formas son validas si tienen el sello “nacido del corazón”.
¿Cuáles son tus detalles?, ¿de qué manera ingeniosa y creativa demuestra tu afecto? ¿Qué regalos has recibido con la impronta de la genialidad y ese sello característico?
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tíos
lunes, mayo 25, 2015
ATREVETE A SER VERDADERO PAPA, UNA VERDADERA MAMA
Antes los hijos respetaban a sus padres, tenían una obediencia
tal que con solo mirarle el hijo entendía el mensaje y retomaba el rumbo. Hoy ante
cualquier corrección o llamado de atención los hijos amenazan a los padres con
denunciarles ante derechos humanos o los sancionan con el silencio, porque el
padre tuvo la osadía de señalar sus puntos débiles.
El temor a hablar a los hijos de sus falencias está
creando sociedades mediocres, con hijos que no se potencian suficientemente y sacan a flote todos los talentos que el universo les ha dado
y todo porque los padres no están
cumpliendo con el sagrado papel que están llamados a cumplir.
Una delgada línea separa a un hombre de bien y a un malhechor. Para que no haya arrepentimiento futuro
asumamos con responsabilidad ese papel y no temas:
1. No temas negar a tu hijo todo lo que él te pida, que
no sienta que el mundo se postra a sus pies.
2. La moral y la ética son temas que te corresponden
como padres, no es responsabilidad de la escuela ni de la sociedad.
3. Modera su vocabulario, exígele que use palabras
respetuosas hacia ti y hacia los demás, modelando las tuyas y las de tu pareja.
4. Señálale los errores cometidos y acepta los tuyos, también
sus aciertos.
5. Enséñale el orden desde muy chico, ellos son responsables del orden y limpieza de su
entorno.
6. Exígele tareas en proporción a su edad. Ellos hacen parte de un grupo, la familia y ha de
hacer su pequeño aporte. Que no se sientan los reyes a quienes se atiende.
7. Evita discutir con tu pareja frente a ellos, la culpa es un sentimiento extendido en los
chicos de parejas separadas.
8. Enséñele el valor del dinero, entrégueselo con
moderación, hazle comprender desde chico que el dinero es fruto del trabajo, no
que mágicamente te lo entrega el cajero.
9. Atrévete a permitir que se frustre, no sabes el valioso regalo que
le entregas para crecer en la tolerancia
a la frustración.
10. Guarda el equilibrio ante los conflictos que tenga
tu hijo con personas del afuera, reconoce sus debilidades y sé tú el fiel de la
balanza, déjalo que aprenda a dar y a pedir perdón, fluirá sin cargas
emocionales por la vida.
Etiquetas:
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hipnosis clínica,
mamá,
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P.N. L. programación neurolinguistica,
padres,
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psicología,
terapia,
testimonios
sábado, agosto 09, 2014
“Papá, cómprame eso”: Cómo enfrentar los deseos materialistas de los niños

Cada segundo domingo de agosto se celebra en Chile el Día del Niño, fecha que conmemora a los regalones de la casa, quienes ansiosamente esperan recibir algún regalo durante la jornada, pero… ¿cómo procurar que este día no se convierta en un desastre?
Pataletas, berrinches y enojos en casa o en los mismos centros comerciales podrían acompañar su jornada si no sabe cómo decir que no a un pequeño que quiere imperiosamente tener tal o cual juguete, el que tiene su compañerito o simplemente porque el capricho así se lo indica.
Para contextualizar, según lo que la psicóloga de la Universidad Autónoma de Barcelona y especialista en psicología clínica infanto juvenil y psicopediatría, Rosa Jové, señaló al portal de gobierno Chile Crece Contigo “una pataleta no es nada más que un deseo del niño enfrentado al mismo tiempo a un deseo del adulto. Por ejemplo, un niño quiere un caramelo y el padre no se lo quiere dar, porque quiere que el niño coma otra cosa(…)”.
También el psicólogo y diplomado en Atención Primaria y Salud Familiar, Ignacio Utreras, lo explica a BioBioChile: “Las pataletas son parte del proceso de adaptación de los niños, es parte del desarrollo que ellos deben tener, pues es una forma de expresar las emociones de ira, malestar e irritabilidad, y aparecen cuando las necesidades o deseos de éstos no son satisfechos”.
En ese sentido, la psicóloga infanto-juvenil de Cattim, Romina Amigo, aconseja tener ojo en el “modelaje” que hace en sus hijos. “Hay que poner cuidado en el mensaje que se les entrega a los niños, si uno les enseña que ir al mall y comprar es una forma de divertirse, no podemos pedirle al niño que no sea consumista si nosotros lo somos”, sentenció.
Por eso, Utreras pone énfasis en que “en ningún caso los niños tienen la intención de molestar a los adultos con una rabieta, todo pasa porque ellos no tienen las mismas herramientas que los adultos para poder racionalizar, internalizar, modular y/o comunicar sus emociones”.
Es que los niños aprenden todo observando a los adultos, por eso el cuidado debe existir desde la primera infancia, fijando margenes de acción conjunta, “todo es una secuela del comportamiento de los padres”, enfatiza Amigo.
Para enfrentar situaciones de este tipo, se debe usar la contención del pequeño, con un abrazo que logre sacarlo de ese estado. “Si se responde dándole al niño lo que pide, entonces aprenderá que es una forma de obtener lo que desea”, por eso, la psicóloga afirma que la fijación de límites es un derecho para ellos, “la firmeza y el afecto son bases para crear una estructura de cómo desenvolverse frente al niño”.
En esa arista, la coherencia es fundamental. “No podemos decirle a un niño que no grite si le estamos gritando, por ejemplo”.
Asimismo, el especialista en Salud Familiar señala que es esencial mantener la calma y no comunicarse con una una actitud agresiva, de enojo, descontrol o gritos.
Soluciones frente al estímulo material
Respecto a los esperados regalos, Utreras sugiere a los padres “modificar la forma en que compensan a sus hijos, promoviendo regalos tales como: salidas al parque, disfrutar de un día de juegos, preparar la comida que más que les guste o dejar que el niño juegue con su grupo de pares”, explica.
En ese aspecto, asegura que debería reforzar en ellos todos los días ideas como la oportunidad de asistir al colegio, de aprender cosas nuevas, poder ver a sus amigos y compañeros, “ese es un premio para los niños, que no lo internalizamos ni verbalizamos por lo tanto tampoco lo hacemos consciente”.
En esa misma línea, Romina Amigo aconseja siempre destacar lo positivo por sobre lo negativo, y sobre todo la colaboración por sobre la competencia, pues así el niño no tendrá la necesidad de ser mejor que otro, o tener el juguete que otro compañero ya tiene. “Es difícil cuando ya se han cometido errores en ese sentido, por eso es necesario hacerlo desde el desarrollo inicial del niño”, indicó.
La presión social que viven en el colegio también puede jugar en contra, pero esta va a disminuir “cuando los padres dejen de competir y puedan entregar a sus hijos lo que realmente necesitan para el desarrollo de sus habilidades, por ejemplo, ¿es necesario un teléfono inteligente en un niño de 6 años?”, cuestiona Utreras.
A esto agrega que “con todo el dinero que gastamos en comprar “diversión” a nuestros hijos, podríamos pensar que tenemos infantes felices, sin embargo, las patologías en salud mental no dicen lo mismo, si consideramos que en el ámbito psicológico los trastornos emocionales, conductuales o de autolesiones no cesan, siendo otro factor las tasas de obesidad infantil producto del sedentarismo y la mala alimentación”.
La psicóloga infanto-juvenil, añade que a veces es necesario preparar a los niños. “Por ejemplo, si vamos a ir a un supermercado, donde habrá muchos juguetes, podemos decirle: esta vez no podré comprarte nada, quizás la próxima si”.
“La única forma es darles márgenes para que ellos sepan, en todo sentido, qué pueden esperar”, puntualizó la experta.
http://www.biobiochile.cl/2014/08/08/papa-comprame-eso-como-enfrentar-los-deseos-materialistas-de-los-ninos.shtml?utm_source=dlvr.it&utm_medium=twitter
viernes, junio 13, 2014
COMPLEJO DE EDIPO - CUANDO PAPÁ ES EL VILLANO..........
Todo un clásico del psicoanálisis, este complejo es normal en los niños pero debe ser puesto en observación, para que no se vuelva un problema. Cuenta la mitología griega de Sófocles que el Rey de Tebas, fue advertido por un oráculo que su propio hijo, "Edipo", le daría muerte. Para evitarlo, el rey lo abandonó en una montaña y el niño fue adoptado. De grande, sin saber quién era su padre, lo mató en una pelea y se enamoró de su madre.
Según los psicoanalistas, el de Edipo es un complejo que todos llevamos de forma latente. Se define de esta manera al conflicto que se siente entre el amor al progenitor del sexo opuesto y los celos hacia el mismo género, que aparece como rival en esta relación. Según Freud, el complejo de Edipo se vive desde los tres de nacido y los cinco años, se actualiza en la pubertad y es superado, con mayor o menor éxito, en el transcurso de la vida.
Los psicoanalistas sostienen que este complejo desempeña un papel fundamental en la formación de la personalidad y en la futura orientación del deseo sexual. Este complejo es un conjunto de sentimientos contradictorios de amor – odio, aceptación y rechazo que siente el niño en relación a sus padres. Cuando hablamos del Complejo de Edipo Positivo, la preferencia del niño es hacia la mamá y la preferencia de la niña, es hacia el papá. En el Complejo de Edipo Negativo, es al contrario, el niño tiene preferencia por el papá y la niña tiene preferencia por la mamá. Lo fundamental de este complejo es que al darse entre figuras amadas e importantes en la vida del niño, generan culpa y temor al castigo. Al mismo tiempo, se dan sentimientos de excesivo apego hacia uno de los padres y una extrema violencia hacia el otro.
EL CASO DE PABLITO
Los padres de Pablito llegaron muy preocupados porque desde hace un tiempo el niño manifiesta un amor muy fuerte por su mamá y mucho enojo contra su padre. El niño ve a su madre linda, inteligente, cariñosa, amorosa y no quiere separarse de ella ni un minuto, incluso quiere alejar a sus padre cuando éste se acerca a la madre, no puede verlos juntos. Entre los tres y cinco años, los pequeños varones atraviesan una fase de romántico-enamoramiento hacia la madre. Y ven a su padre, como su rival, su rival de amores. Superarán esta etapa cuando el niño ya no compita con papá y pase a ser su aliado. No hay que burlarse del chico, ni de lo que dice o hace, esta etapa es fundamental para su crecimiento, mamá es la primera mujer que conoce y de su relación con ella surgirá su comportamiento con las otras mujeres. En cuanto a su padre, éste debe ser comprensivo, esta etapa pasará porque el niño ahora lo ve como enemigo y hasta puede tener pesadillas, pero pronto quedará en el olvido si papá se muestra amable y cariñoso con él aunque el niño esté esquivo. Así, poco a poco, superará sus fantasías y a partir de los cinco o seis años tenderá a identificarse con el padre y a hacer las cosas que él hace: al fin y al cabo se volverá su compañero.
“De acuerdo a los diferentes momentos, puede generar mayores conflictos con el progenitor rival. Por ejemplo, puede suscitarse una mayor competencia, pero dicha rivalidad, dentro de ciertos márgenes y en el cariño que también existe, es estructurante para el niño/a. Hay que olvidar que siempre están presentes ambas corrientes afectivas en el niño, la de rivalidad y al mismo tiempo, de amor con ambos progenitores”. Los padres deben mostrarse comprensivos en estas etapas y seguir unidos entre sí. La mejor ayuda es la paciencia y mucho amor. En la adolescencia hay una re edición del complejo de Edipo pero como lucha de poder. Aquí se arman fuertes conflictos. Uno de los padres es destituido y si el otro, en lugar de apoyar a su pareja, se inclina por el hijo, el joven quedará atrapado en el problema, lo que significará que su salida al mundo peligre.
En la etapa de la adolescencia, es primordial que los padres sean aliados "contra" el hijo, porque si sucede que alguno de los padres, hace equipo con el hijo, y éste ve a su otro padre como "derrotado", se marcará este hecho como fundamental y de por vida. Jamás el padre derrotado podrá tener el mínimo poder sobre el hijo. Para que el joven pueda salir bien de esta segunda etapa debe perder dentro del triángulo, debe ser siempre padre y madre en equipo contra el hijo. Si gana el hijo, será una tragedia, como la de Sófocles. Al complejo de Edipo le sigue un periodo que llamamos latencia, en el que se ‘reprimen’ (se olvidan) esos amores y rivalidades del pasado y se recibe a la adolescencia donde, con el acceso a la genitalidad, se elige a alguien (ahora no prohibido) para satisfacer algunos de los deseos e ideales.
Hay jóvenes que quedan atrapados y se eternizan en el conflicto, a veces quedando como eternos adolescentes, otros con más vínculo afuera. Ya sea porque tienen problemas para acatar límites con la autoridad o conflictos de rivalidad. Por eso decimos que es necesario entender qué sentimientos se están jugando, tanto de un lado como del otro. Por lo general, envidia, bronca, culpa que a veces se traduce en situaciones de mucha violencia, y que deben ser trabajadas por la propia persona”.
Freud hizo un insólito descubrimiento: se dio cuenta de que detrás de los fenómenos neuróticos se escondían perturbaciones sexuales ocurridas en el pasado. Por lo tanto, la sexualidad tenía mucha más trascendencia psíquica de lo que hasta entonces se creía. Conflictos de carácter sexual no resueltos a una temprana edad podían estar en el origen de muchas neurosis. Cuando el niño o la niña, entre los tres y seis años de edad, descubrían las diferencias entre sus órganos sexuales, podían producirse complejos como el de Edipo o el de castración, que más adelante tenían que resolverse satisfactoriamente. Si esto no ocurría así, entonces se generaban las neurosis.
Freud explicaba el complejo de castración afirmando que la visión de los genitales femeninos producía miedo en los niños porque éstos lo interpretaban como la mutilación producida por un castigo y, en cambio, las niñas sentían envidia de los varones porque ellas carecían del miembro viril. Lo normal era que a medida que iban madurando estos complejos sexuales se resolvieran bien. El doctor Tessone cuenta que Freud decía que el complejo de Edipo debía ser “sepultado”, pero no obstante, desde el fondo del inconsciente continúa toda la vida y ejerce una influencia. Por supuesto, hay diferentes grados de resolución del problema. Y Freud consideraba que el complejo de Edipo es el conflicto central de toda neurosis. Según el freudismo, la raíz del complejo de Edipo en el niño hay que buscarla alrededor de los cuatro o cinco años de edad. En esa época la mayoría de los niños empiezan a ser capaces de renunciar a la compañía habitual de los padres y comienzan a relacionarse con otras personas. Los vínculos de componente erótico que hasta ese momento mantenían con la madre se debilitan. Si se les permitiera que tales relaciones continuaran, a medida que los pequeños fueran madurando se sentirían sexualmente ligados a la madre y no sería posible superar el complejo edípico. Por lo tanto, como padres, debemos ser lo suficientemente capaces de saber marcar límites amorosos con nuestros niños, para no confundirlos. Evitar sobre protegerlos, motivarlos a socializar para que aprendan a vivir sin nosotros. Demostrarles amor sí, pero no hacerlos dependientes de él.
Akasha Sanación Integral Etiquetas: -, COMPLEJO, CUANDO, DE, EDIPO, EL, ES, PAPÁ, VILLANO.
Miryam Bloch
jueves, julio 18, 2013
Papá
Papá hace las cosas con entusiasmo, con ganas, con un contento y una vitalidad de muchacho que contagian, parece que estuviera estrenando batería. Y no importa cuál sea la tarea, todas las aborda de igual manera, como un escultor esculpiendo su obra maestra. Papá no conoce la pereza, ni siquiera cuando hace calor y se indigna cuando la ve apoltronada en alguien.
Papá es impecable, como un terremoto en miniatura dobla las pijamas, fila los tornillos, recoge los vasos que regamos por la casa, dobla incluso la ropa sucia que va a lavarse. Papá aprendió a hacer muchas cosas, tomar fotografías, hacer pantalones, componer la luz, una tina, un baño, una puerta, una heladera, una plancha, cualquier cosa que se le ponga enfrente.
En mi primer paseo por el campo fuimos a la casa del abuelito Manuel, olvidamos las cucharas, papá las hizo de un árbol. Papá me enseñó a conocer la ciudad en un plano cartesiano que él se inventó y nunca me he perdido.
En un lugar nuevo se mueve ligero como una mariposa y no quiere preguntar, le parece tonto, prefiere utilizar la intuición. Aunque a veces dando vueltas se enfada.
A papá le gusta ayudar, servir y amar a su familia, sobre todo eso, amar a su familia. Nos quiere a todos por igual, sin distingos, con ese amor universal que no despierta celos ni envidia, para cada hijo y para cada nieto hay la misma porción.
Papá es testarudo, cuando se le metió que iba a conquistar la chica que mataba los ojitos de doña Inés jamás desistió, por eso yo estoy aquí mis hermanos y nuestros hijos también.
A papá le gusta leer el periódico, desde la primera letra hasta la última y escuchar las noticias en la radio y la televisión, sabe para dónde va el país y sostiene cualquier conversación sin importar el interlocutor. Papá conoce a tanta gente, ingenieros, abogados, médicos, mecánicos, amas de casa, gente del común, con estirpe y sin ella, a todos habla por igual con frescura y fluidez de tú a tú.
A papá no le gustan los viajes que lo arranquen de su terruño, de su mujer y de sus hijos. Por ello cuando ha viajado solo se devuelve rapidito, sin encontrar ningún sabor en el otro lado. Papa es simple como un ermitaño y no necesita nada, él está lleno con su mujer, sus hijos y sus nietos.
Papa no es tímido y ninguno de nosotros lo es. Tampoco tiene miedo, o tal vez debería confesar que alguna vez asomó cuando veía que la parca se aproximaba a mi madre o a alguno de los siete. Venia caminando, despacio, disfrazada, papá la identificaba, la miraba a los ojos, le sacaba el machete, se batía con ella, la madreaba y la parca salía corriendo, igual hacia cuando el diablo se arrimaba a nuestros sueños.
A papá le gustan los frijoles, el chocolate y la mazamorra y no rechaza ninguna vianda, porque tiene un estomago de niño al que nada le cae mal.
A papá podría definirlo con una sola palabra servicio, entrega, amor, generosidad. Papá da sin rasero, sin importar si es para el transeúnte anónimo, la chica que revienta juventud, o la anciana babeada, y es que papá no conoce medida.
Si te hubiera pedido los ojos, sé que me los hubieras dado y habrías caminado sin ver por el mundo, si te hubiera pedido los brazos ahora serías manco, si te hubiera pedido tus riñones, tu hígado, tu corazón, papá me los hubieras dado, sin recriminarme, sin pedirme nada a cambio, y hubieras seguido gozoso porque yo estaba completa. Papá olvidaste que crecimos y continúas cobijándonos. Papá quiero parecerme a ti.
Luz Marina Hoyos Duque
Papá es impecable, como un terremoto en miniatura dobla las pijamas, fila los tornillos, recoge los vasos que regamos por la casa, dobla incluso la ropa sucia que va a lavarse. Papá aprendió a hacer muchas cosas, tomar fotografías, hacer pantalones, componer la luz, una tina, un baño, una puerta, una heladera, una plancha, cualquier cosa que se le ponga enfrente.
En mi primer paseo por el campo fuimos a la casa del abuelito Manuel, olvidamos las cucharas, papá las hizo de un árbol. Papá me enseñó a conocer la ciudad en un plano cartesiano que él se inventó y nunca me he perdido.
En un lugar nuevo se mueve ligero como una mariposa y no quiere preguntar, le parece tonto, prefiere utilizar la intuición. Aunque a veces dando vueltas se enfada.
A papá le gusta ayudar, servir y amar a su familia, sobre todo eso, amar a su familia. Nos quiere a todos por igual, sin distingos, con ese amor universal que no despierta celos ni envidia, para cada hijo y para cada nieto hay la misma porción.
Papá es testarudo, cuando se le metió que iba a conquistar la chica que mataba los ojitos de doña Inés jamás desistió, por eso yo estoy aquí mis hermanos y nuestros hijos también.
A papá le gusta leer el periódico, desde la primera letra hasta la última y escuchar las noticias en la radio y la televisión, sabe para dónde va el país y sostiene cualquier conversación sin importar el interlocutor. Papá conoce a tanta gente, ingenieros, abogados, médicos, mecánicos, amas de casa, gente del común, con estirpe y sin ella, a todos habla por igual con frescura y fluidez de tú a tú.
A papá no le gustan los viajes que lo arranquen de su terruño, de su mujer y de sus hijos. Por ello cuando ha viajado solo se devuelve rapidito, sin encontrar ningún sabor en el otro lado. Papa es simple como un ermitaño y no necesita nada, él está lleno con su mujer, sus hijos y sus nietos.
Papa no es tímido y ninguno de nosotros lo es. Tampoco tiene miedo, o tal vez debería confesar que alguna vez asomó cuando veía que la parca se aproximaba a mi madre o a alguno de los siete. Venia caminando, despacio, disfrazada, papá la identificaba, la miraba a los ojos, le sacaba el machete, se batía con ella, la madreaba y la parca salía corriendo, igual hacia cuando el diablo se arrimaba a nuestros sueños.
A papá le gustan los frijoles, el chocolate y la mazamorra y no rechaza ninguna vianda, porque tiene un estomago de niño al que nada le cae mal.
A papá podría definirlo con una sola palabra servicio, entrega, amor, generosidad. Papá da sin rasero, sin importar si es para el transeúnte anónimo, la chica que revienta juventud, o la anciana babeada, y es que papá no conoce medida.
Si te hubiera pedido los ojos, sé que me los hubieras dado y habrías caminado sin ver por el mundo, si te hubiera pedido los brazos ahora serías manco, si te hubiera pedido tus riñones, tu hígado, tu corazón, papá me los hubieras dado, sin recriminarme, sin pedirme nada a cambio, y hubieras seguido gozoso porque yo estaba completa. Papá olvidaste que crecimos y continúas cobijándonos. Papá quiero parecerme a ti.
Luz Marina Hoyos Duque
jueves, junio 20, 2013
PSICOTERAPIA ARTÍSTICA
Psicoterapia artística por RT_en_espanol
El arte te ofrece la posibilidad de expresar, de plasmar de proyectar tu alma. A través de la pintura, la música, la danza, cualquiera de sus formas, una manera de volver al centro. Aquí la evidencia de un hospital - psiquiátrico donde los reclusos muestran sus proyecciones, sus miedos, las huellas de sus experiencias de vida
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