jueves, febrero 25, 2016

¿Negación o aceptación?


La joven madre me dijo que lo había olvidado todo, que era un asunto del pasado, que no tenía resentimiento alguno con su padre por el maltrato que le había infringido a ella, a sus hermanos, pero sobre todo a su madre. Se había dejado de preguntar ¿Por qué su madre no se había ido de una buena vez? ¿Por qué permitió que la ultrajaran de esa manera?, eran las mismas preguntas que se hacía a sus cinco años y no podía entender. Y repitió, todo ha quedado atrás, he absuelto la cobardía de mi madre y las canalladas de mi padre. ¡He levantado a mis hijos con tanto amor! 
La llevé al proceso y cuando hizo conexión con su sabiduría interna, ésta le mostró que todo estaba aún allí, afloró, ella se vio de frente con todo su dolor de infancia, las golpizas y la humillación del padre, la sumisión de la madre, todo era tan vivo y real…
¿Ella estaba en negación? No, ella había absuelto a su padre desde su saber, pero había algo inconsciente que le generaba angustia,  había algo que no le permitía avanzar, concretar sus sueños, que la llevaba a dilatar sus proyectos,  había un miedo que venía de algún lado y le quitaba toda la fuerza, el empuje  y la energía para continuar, por ello estaba allí, pidiendo ayuda, buscando respuestas, disponiéndose para la transformación.

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