martes, diciembre 10, 2013

Aprendiendo a decir adiós



En el momento en que enfrentas un duelo, ves un futuro negro, sientes que no vas a poder salir de allí, que esa experiencia rebasó tus límites. No es fácil, pero es posible. 

El duelo es una respuesta normal frente a la perdida. Es una respuesta adaptativa previsible, no es una enfermedad, tampoco un trastorno mental. Ante una situación de estrés, de pérdida se espera una reacción de afrontamiento y adaptación.

Los signos y síntomas típicos del duelo son tristeza, pensamientos reiterativos sobre la persona o la situación perdida. Llanto, irritabilidad, insomnio, dificultad para concentrarse y realizar tareas de la vida cotidiana.

La única manera de superar un duelo es transitándolo. La no aceptación de la experiencia y sus síntomas lo único que hace es postergar el dolor. También corremos el riesgo de negarlo, desviarlo y convertirlo en síntoma.

El duelo suele pensarse en torno a tres etapas: fase inicial o de shock, breve, una intermedia que puede durar semanas, meses y una etapa tardía de recuperación antes del año.

Lo cual no es regla universal. El duelo se convierte en patológico cuando el estado persiste en el tiempo y el sujeto siente que no puede superarlo. Entonces es necesario el acompañamiento de un profesional.

Ademas de severos cuadros depresivos, con ideación suicida, suelen ser frecuentes los trastornos de ansiedad y las adicciones.

El proceso de duelo comienza en el instante mismo de la perdida y termina cuando se logra resignificar, leer de una manera nueva el dolor aceptando la realidad. Ante todo realizar el afrontamiento de la realidad, que no significa resignación, pues esta implica desesperanza, negación, inactividad. Es bajar los brazos resistiéndose a lo que pasa.

Aceptar es identificarse, hacerse cargo, entender que es muy probable que en ese momento no podemos cambiar la realidad. Lo que pasa aquí y ahora no quiere decir que no pueda modificarse mañana o en un futuro. Seguramente lo lograremos cuando podamos aceptarlo.

Pasos para elaborar el duelo, la perdida

1. Pedir ayuda.
2. Hablar del tema
3. Abrirse al contacto físico.
4. Respetar los momentos de recogimiento, contigo mismo.
5. Llorar, agradecer, perdonarse y perdonar.

Si no acepto me resigno y si me resigno entrego mi vida a la indiferencia

No hay comentarios.: