
Muchas veces mi teléfono suena y al otro lado de la línea
escucho esta petición: por favor quiero que me haga una regresión. De manera
intuitiva, sabida, esos seres humanos
que tocan a mi puerta saben que los temas que les generan angustia y malestar hoy,
nacieron en el pasado, en su infancia.
Algunos tienen claro el maltrato del padre o la
ausencia de éste, la falta de afecto de la madre, un rechazo, una palabra mal
dicha, otros no tienen idea de dónde les viene ese dolor en el alma, en el espíritu,
pero tienen un cierto convencimiento de
que viene de sus primeros años de infancia.