viernes, agosto 19, 2016

Cinco tips para aprender a abrazar tu imperfección y amarte


Está en el inconsciente colectivo, te lo ha dicho tu madre, tu padre, tus tíos, la abuela…, en el colegio te lo refuerzan: “tienes que ser perfecto”, es una consigna grabada a fuego. Por supuesto que no literal. Una paciente adolescente me lo expresó de manera maravillosamente clara: mi mamá sólo se fija en el lunar negro de la camiseta blanca. De esta forma sutil, vamos instalando en nuestra mente ese paradigma de que tenemos que ser perfectos.

A continuación un recetario para aprender a abrazar tu imperfección y amarte:

1. Me acepto como soy, reconozco que no soy perfecto, que en ocasiones la embarro, no me obsesiono con el fallo ni me rotulo, reflexiono y me quedo con el aprendizaje.

2. No mendigo aprobación: puedo ver que hay muchos que me aman, puedo sentir su cálida energía ante mi presencia, otros son resistentes a mi luz. Sintonizo con la coherencia no entrego mis principios y creencias para complacer a todos.

3. Cuido mi cuerpo: Sé que mi cuerpo es el templo de mi alma, por ello lo acepto tal y como es, sin importar mi peso, mi talla lo cuido: tengo una rutina de actividad física a veces en el gimnasio, otras haciendo yoga, otras haciendo un paseo a campo abierto. Cuido mi alimentación, realizo rutinas espirituales tales como la meditación, la introspección, pintar, bailar, ver una buena película, conversar con un amigo.

4. Reconozco mis fortalezas y mis debilidades, mi foco está en las primeras. No olvido mis debilidades, tengo presente esos aspectos que deseo mejorar y sobre los cuales quiero trabajar.

5. Me mimo: disfruto un buen masaje: una de mis inteligencias es la kinestesia, amo los abrazos. Abrazo a todos, el masaje es la experiencia táctil por excelencia, disfruto un exquisito masaje entregado por un experto, acompañado de buena música y aromas agradables que me dejan una emoción exultante.

¿Cuál es tu recetario? ¿de qué manera abrazas tu imperfección y te muestras que te amas?

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