martes, enero 13, 2015

Suelta las creencias limitantes te impiden crecer




Por Luz Marina Hoyos Duque


Un gran número de personas piensan que están pensando cuando no hacen más que reordenar sus prejuicios. William James.

Pensamos que nuestra infelicidad se encuentra en el afuera, cuando en realidad está adentro, en nuestro psiquismo. Tenemos miedo de enfrentar la realidad, y buscamos la culpa en lo externo.

Nuestro mundo gira en torno a creencias. Todo lo que pasa por nuestros diversos sentidos, personas, cosas, experiencias, está tamizado por las creencias y éstas determinan la forma como pensamos y sentimos.

Percibimos el mundo a través de polaridades, positivo, negativo, ilimitado, limitado. Las creencias ilimitadas unen, integran, cohesionan, nos generan paz, en tanto que las limitantes convocan el miedo, intimidan, coartan nuestro potencial.

En el afuera nada tiene significado, todo es neutro, es a partir de nuestra percepción y el filtro de nuestras creencias que damos significado a ese suceso. Somos pues los que creamos nuestra realidad.

Si nuestras creencias nos traen infelicidad, miedo, no logro, parálisis en el afrontamiento de metas y sueños, es hora de cambiarlas. Cambiar las creencias nos lleva a pensar y a sentir de una manera diferente, entonces tu realidad será nueva, diferente.

Las creencias limitantes buscan la forma de perpetuarse. Una creencia limitante de no puedo, no soy capaz, no tengo el dinero, es muy difícil, estoy muy viejo, te genera disgusto, te hace sentir mal, con miedo o tristeza. Si pones en tela de juicio esa creencia te darás cuenta de qué sí eres capaz, que sí lo puedes hacer.

Primero que todo revisa todas las creencias que tienes en torno a ti y empieza a revisar con una perspectiva nueva los temas, quizá tuviste un revés, quizá algo no salió como lo esperabas, entonces evalúa, qué aprendiste, levántate y sigue el camino, el siguiente reto y si vuelves a caer levántate de nuevo.

Esas creencias limitantes muchas veces se convierten en justificaciones para no actuar. Piensa y te darás cuenta que realmente son un escudo protector. Mientras que las creencias ilimitadas te dan libertad. Si sientes que estás inmovilizado, paralizado, que no estás proyectando todo tu potencial es hora de iniciar el cambio de creencias.

Revisa cuál es el origen de esas creencias, regularmente las tomamos de mamá, papá, los abuelos, los profesores. Descubrir cuál el origen de una creencia limitante es el primer paso para transformarla, si estás dispuesto a revaluarla te darás cuenta que todo el entramado que viene aparejado a ellas se disuelve y todo entra en una nueva perspectiva.



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