lunes, enero 12, 2015

¿Te dejas robar?



Te ha pasado que mientras estas en la ducha, caminando, lavando los platos, haciendo ejercicio, yoga, meditando te surge una idea que consideras brillante?, empiezas con una cascada de pensamientos, de excitación, lo visualizas de tal manera que lo ves materializado, te llenas de contento interior, tu cuerpo grita ¡bingo!

No te puedes quedar con esto. Tienes que compartirlo, buscas a tu pareja, a tu mejor amiga, amigo, a tu madre, a un hermano, a un colega, le cuentas tu idea, lleno de entusiasmo, te sientes imbatible, capaz, seguro, poderoso.

La otra persona no te deja concluir con tu idea, te interrumpe, ¿acaso no has pensado en... y si... ya otros lo han intentado... recuerda lo que le pasó a... tiene mil argumentos para bajarte de la nube tan rápido como tu próximo parpadeo. Te apagas, te quedas congelado.

Te entra la duda, la indecisión. ¿Será que tiene la razón? ¿Y qué tal que fracase? y ¿Que tal que todo salga tal como este fulano me dice? Entonces lo desechas, lo olvidas y permites que te roben tu sueño.
A qué te ha pasado. ¿Vas a seguir permitiéndolo?






2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es que los proyectos o ideas no se pueden compartir con nadie hasta que ya este realizado el proyecto, porque los que nunca han fracazado es porque nunca habn intentado nada, y si fracazamos en el proyecto eso nos sirve de experiencia

jesus quiceno dijo...

Es que los proyectos o ideas no se pueden compartir con nadie hasta que ya este realizado el proyecto, porque los que nunca han fracazado es porque nunca habn intentado nada, y si fracazamos en el proyecto eso nos sirve de experiencia