viernes, julio 18, 2014

Las Mil caras del Ego


Un ego que desea algo de otra persona, y cuál ego no lo desea, generalmente representa algún tipo de papel a fin de satisfacer sus "necesidades", trátese de una ganancia material, una sensación de poder o de superioridad, una sensación de ser especial, o algún tipo de gratificación, ya sea física o psicológica. Por lo general, las per­sonas no toman conciencia alguna de los personajes a los cuales representan. Son esos personajes. Algunos papeles son sutiles; otros son francamente manifiestos, salvo para la persona que los repre­senta. Algunos papeles sólo tienen por objeto atraer la atención de los demás. El ego se alimenta de la atención de los demás, la cual es, después de todo, una forma de energía psíquica. El ego ignora que la fuente de toda energía está en el interior, de manera que la busca externamente. El ego no busca la atención informe de la Presencia, sino alguna forma de atención como el reconocimiento, la alabanza, la admiración, o sencillamente ser notado de alguna manera, lograr que se reconozca su existencia.

La persona tímida que teme despertar la atención de los demás no carece de ego. Tiene un ego ambivalente que teme y a la vez desea la atención de los demás. El temor es que la atención adopte la forma de desaprobación o crítica, es decir, algo que menoscabe su sentido de ser en lugar de engrandecerlo. Así, el temor de recibir atención es mayor que la necesidad de tenerla. La timidez suele ir de la mano con un concepto negativo de uno mismo, la idea de ser inadecuado.


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