lunes, noviembre 04, 2013

¿Qué son la relaciones paralelas? Mauricio Cerpas


¿Qué ocurre cuando encontramos a otra persona que cubre las carencias de la relación que tenemos con nuestra pareja? Pues que surge el dilema de mantener dos relaciones paralelas o tener que elegir, explica Manuel Oliva, psicólogo clínico del centro Activa Psicología.

Sería que te preguntes a ti mismo con fría naturalidad y te sinceres que sientes por esa personas: amor, deseo, atracción, admiración, compasión…

Ten en cuenta que elegir una relación implica aceptar las carencias propias y las del otro, es decir, asumir que no nos gusta todo del otro, que no coincidimos en cada opinión y que no todas las áreas son satisfactorias al cien por cien.

Valora si esas dos personas a las que quieres cumplen tus valores, expectativas, deseos y metas. Valora también la responsabilidad que estás dispuesto a tener con cada una y qué quieres tú en realidad.

Existen distintas formas de relacionarse cuando se forma una pareja. Cada persona tiende a conservar la forma en que se comunica con cada uno de sus vínculos afectivos y cuando establece un lazo amoroso reitera esa misma forma de comportamiento que incluye mecanismos aprendidos en edades tempranas del desarrollo.

La relaciones son inclusivas al vínculo de madures o carente de este vínculo. En este paralelo encuentro 3 meridianos. El que quiero. El que deseo, y el que por deber estoy, con muchos miedos y ambivalencias.

Las parejas se clasifican entre sí:

La pareja isla, que se caracteriza por el modo de comunicación paralela. No se entienden, cada uno vive en su propio universo donde no existe el otro. No hay encuentro, aunque puede haber relaciones sexuales disociadas, por placer, sin compromiso afectivo. No hay diálogo, no hay amor sino conveniencia y comodidad. No hay conflicto sino indiferencia. Se usan mutuamente. La relación es un medio para otros fines. No hay compromiso, la unión es una formalidad sin esencia.

Si uno de los dos pretende el encuentro y modificar ese modo de relación, se puede producir la ruptura, porque la condición de ese vínculo es precisamente la soledad en compañía.

Pueden aparecer cuadros depresivos en alguno de los dos, y también relaciones paralelas estables o dobles vidas.

La pareja simbiótica, que se caracteriza por el modo de relación dependiente, donde sus integrantes forman una unidad, sin identidad individual, cada uno alienado en el otro, sintiendo por el otro y pensando de la misma manera.

Este modo de relación no incluye conflictos aparentes entre ellos, porque siempre parecen estar de acuerdo en todo, sin exteriorizar ningún cuestionamiento que pueda expresar alguna vez falta de consenso.

Cada uno hace y dice lo que cree que el otro desea, enajenando su propia identidad, por lo tanto la vida de estas parejas está llena de renunciamientos a favor del otro y suele ocurrir frecuentemente que cuando uno muere, el otro no tarda en reunírsele al poco tiempo.

Puede crecer uno de ellos mientras el otro permanece a la sombra de ese crecimiento, acompañándolo, apoyándolo y haciéndolo propio. El amor entre ellos es posesivo, no hay diferenciación yo, no-yo, se quieren porque se necesitan.

La pareja madura se establece cuando son dos personas con identidad propia, independientes, que se necesitan porque se aman, que también pueden mantener y disfrutar de sus propios amigos, sin descuidar a su pareja.

Suelen negociar sus desacuerdos y llegar a un consenso recíproco que les permite a ambos ser libres pero responsables del compromiso que asumieron por amor.

Ambos se aceptan como son, se permiten crecer individualmente apoyándose mutuamente, sin competir, compartiendo sus logros y sus fracasos y tomando la suficiente distancia uno del otro.

Existe respeto recíproco, hay encuentro, hay comunicación fluida y hay entrega, pero no alienación. Puede haber choques porque se trata de dos personas diferentes que se permiten pensar diferente, pero se pueden amar y pueden crecer.

Esta relación ideal se puede dar cuando se trata de dos personas con suficiente madurez psicológica, que no tengan asignaturas pendientes y sin desequilibrios que les exija probarse a si mismas o demostrar algo al otro y que puedan sostenerse sobre sus propios pies sin muletas ocasionales.

Ahora hazte esta pregunta, sin encasillarte, ¿cuál de estas tres características de pareja encajo yo? Como puedo modificarla, si es mi deseo o como puedo fortalecerla, si elijo tomar el curso elegido.

“No generamos nada positivo en nuestra salud psicológica al entender al otro como un objeto de deseo sexual, nuestra relación para con los demás debe ser basada en el respeto como ser humano, y como un ser sensible desde el punto de vista afectivo” Renán. Martínez A. Phd Education Sciences and Master in Psychology and Behavior Sciences.-

Es indudable lo atractivo que resulta una incursión en el llamativo mundo de las relaciones paralelas, o secretas cuando una de las dos personas mantiene una relación formal con otra, muchas veces la tentación es avasalladora e innegable, la sensación de placer que no solo radica en los aspectos sexuales sino que además, en el golpe de adrenalina que provoca el temor a ser descubierto.

Finalmente vemos nuestras relaciones humanas como algo transitorio y sin importancia, y es ahí en donde se comienza a gestar el campo cultivable para una depresión profunda, pues al no encontrar satisfacción sexual con la pareja formal, se comienza a buscar satisfacción sexual en otros sujetos, al principio en parejas o relaciones paralelas, y finalmente en casos graves de trastorno psicosexual.

De pie a esta validaciones y sin echar te a perder tu relación paralela, si ya la tienes, es de mucha importancia el conocer Los por que hacemos o elegimos esta forma de relacionarnos en pareja. Y si optas por la madures de esta relación de a tres, recuerda la responsabilidad de consentimiento entre todos Los participantes.

No quiero verte en el consultorio deprimido o neurótico. Salud.

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