lunes, diciembre 08, 2008

Juega y vive

El juego es fundamental en el desarrollo infantil y muchas veces los padres frenan los avances cuando controlan, premian o castigan demasiado a sus hijos

MONTERREY, Nuevo León .- A la par con el desarrollo físico de los niños, debe ir también el desarrollo emocional y creativo que les dará armas para sortear los problemas de su vida futura.
Los actores clave para el desarrollo emocional del niño son sus padres, quienes puede actuar a favor o en contra, expresó Graciela Bottini de Barucca, doctora en psicología.

"Un adulto puede ser facilitador o puede ser un bloqueador de la creatividad", señaló Bottini de Barucca, miembro fundadora de la Asociación Internacional del Niño con Derecho a Jugar, conocida como IPA.¿Cuándo los adultos se convierten en un bloqueadores de la creatividad infantil? Cuando se vigila constantemente a los niños, se les controla en exceso, se les restringe el poder de decidir por sí mismos, se les recompensa en exceso, o se les presiona y somete a competencia extrema.

"El premio y el castigo con moderación tiene su sentido, porque es un estímulo o un límite, cuando eso se extremiza ya no es un valor positivo, sino negativo", explicó la psicóloga argentina, quien da cursos de capacitación.

Algunas de las actitudes más comunes de los padres que entorpecen el desarrollo creativo y sano de los hijos son no escucharlos, no darles tiempo, no mirarlos a los ojos, señaló Bottini de Barucca.

"'Quédate quieto', 'Cállate', es el tono de voz el problema, más de lo que se dice, es cómo se le dice", dijo la especialista, vicepresidenta para Latinoamérica de IPA.
Cuando se le bloquea, el niño sufre, no se desarrolla bien, no evoluciona como naturalmente debería, expresó la doctora en psicología.

La propuesta de Bottini de Barucca es la misma que la de la Asociación Internacional del Niño con Derecho a Jugar, que cada vez acogen más latitudes: estimular el juego.

"El juego, junto con los requerimientos básicos de nutrición, salud, vivienda y educación, es vital para el desarrollo del potencial de todos los niños", señaló Bottini de Barucca.

"El juego es comunicación y expresión, combinando pensamiento y acción, da satisfacción y sensación de logro. El juego recupera la alegría, que es la dimensión posible y real de la felicidad", dijo.

La pérdida de los espacios naturales de juego, como son los parques y plazas públicas o la propia casa, ha llevado a desarrollar lugares especiales dedicados a jugar.

"Esta propuesta de jugar por jugar no tiene una intención terapéutica en sí, lo es como consecuencia", explicó Bottini de Barucca. Sin embargo, en la década de los 60, en los países escandinavos nacieron las lecotecas, espacios dedicados al juego para niños con capacidades especiales, tanto físicas como mentales, que no encontraban espacios para ellos, por lo que sus mamás los crearon, llegando a ser espacios terapéuticos.

"Todo proceso creativo es curativo, como todo proceso curativo es creativo", señaló la especialista argentina. Por eso existen lecotecas en países como Argentina, que están dedicadas a ofrecer terapia tanto física como emocional a los niños y sus familias a través del juego.

"La alegría genera un estado muy particular, uno puede jugar con la rabia, con el enojo, con el amor, con el miedo", expresó Bottini de Barucca.
"El juego es una forma de aprender a vivir, no un mero pasatiempo".

Fuente:• Lourdes Zambrano / Agencia Reforma
2008-12-07

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