La adicción es una deformidad con componentes psíquicos y sociales. Comportamiento que en la reiteración conduce a la autodestrucción, que al mismo tiempo es una respuesta biológica de los individuos por el componente de gozo que entrega. La neurobiología, de manera gradual, ha ido entregando respuestas en torno a cuáles son los daños que causan estas adicciones a nivel cerebral y del sistema nervioso.
Sólo en los últimos diez años hemos tenido conocimiento de la neuroadaptación, fenómenos moleculares referidos a las funciones de los neurotransmisores, receptores y los centros de recompensa.
¿Qué constituyen los centros de recompensa?
El área tegmental ventral y el núcleo acumbens constituyen los centros de recompensa, allí es donde se libera la dopamina, neurotrasmisor principal modulador de las respuestas en los centros de recompensa. Los opioides, el glutamato, la serotonina y la acetilcolina son otros neurotrasmisores y receptores involucrados en el sistema de placer y recompensa.
El área tegmental ventral y el núcleo acumbens tienen conexiones correspondientes con la corteza prefrontal y la región límbica, que son los centros de la conducta y las emociones. Los estímulos que producen recompensa son diversos e incluyen sustancias como el alcohol, la nicotina, el opio y sus derivados, la cocaína, los canabinoides y las anfetaminas, también los anabolizantes esteroides derivados de la testosterona. En forma natural los sistemas de recompensa son estimulados con las comidas, el sexo, el afecto, la dirección puede ser positiva o negativa. En el reforzamiento positivo la búsqueda de la sustancia se realiza para obtener placer reactivo derivado de su administración o ingesta.
La ingesta de la sustancia en el reforzamiento negativo se hace para aliviar el dolor, los síndromes depresivos y en ocasiones el aislamiento social. Es importante conocer acerca de los sistemas de recompensa para entender el tratamiento terapéutico en las adicciones.
La terapia bajo hipnosis clínica busca reestructurar cognitivamente al paciente haciéndole racionalizar que la implicación del mecanismo placer/ recompensa solo obtiene incrementos dopamínicos episódicos, a cambio de un paulatino deterioro de la sinapsis reticular, con el objeto de desasociar el mecanismo de pulsión previo a la ingesta. Esto se complementa conductual y aversivamente en este último caso induciendo reacciones somatomorfas de implicación rápida previas a la liberación dopaminica con objeto de reestructuras las asociaciones distorcionadas ya establecidas en el adicto. El complemento con refuerzos positivos en los casos leves y negativos en los casos graves, así como guiones ansiolíticos que le ayuden a afrontar el síndrome de abstinencia, con bastante éxito. La terapia antitabaquismo ha sido la más popular, sin embargo, su eficacia no es menor en el resto de las adicciones.
Fuente: Escuela superior de Hipnosis clínica.
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