miércoles, junio 10, 2015

APARIENCIAS


Melina llegó temprano al aeropuerto, abordaría en dos horas, fue a la librería, revisó los títulos y se compró un libro. Pasó por la tienda de galletas y adquirió una caja. Buscó una silla y se sentó a leer. 

Al lado del asiento donde estaba la caja de galletas, un hombre leía absorto una revista de negocios. Melina tomó una galleta y al tiempo el hombre de la revista tomó otra, Melina no dijo nada, pero pensó “y este quién se cree”. Cada vez que Melina tomaba una galleta el hombre tomaba la suya.

Al final la caja solo tenía una galleta, Melina pensó “y ahora que va a hacer este imbécil”, el hombre tomó la galleta, graciosamente la partió a la mitad y le ofreció a Melina su parte. Melina no pudo más y se levantó iracunda, lista para abordar.

Mientras caminaba por el pasillo del aeropuerto Melina se reprochaba: esto es el colmo, soy una estúpida, como no le dije nada a ese hombre, con razón todo el mundo hace conmigo lo que quiere, una bofetada hubiera sido poco para su atrevimiento. Bla, bla, bla, bla.

Mientras subía al avión, la mujer seguía recriminándose, definitivamente soy una idiota, de nada me sirve… buscó su bolsa de cosméticos para retocarse el maquillaje, la furia le había subido los colores. Al mirar dentro de su cartera, quedó atónita su caja de galletas la miraba sonriente.



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