martes, marzo 31, 2015

“Mucho tiempo para ser adulto, poco para ser niño”. Entrevista a Christopher Clouder, experto en pedagogía alternativa



OTRA EDUCACIÓN ES POSIBLE, cuando se quiere de verdad y cuando el objetivo es que seamos felices y mejores personas.

Christopher Clouder, presidente de la Federación de Escuelas Waldorf,  Imma Sanchís quien le entrevistó en La Contra de La Vanguardia  le define así:

Es un hombre educadísimo y ponderado que vive para dar a los niños una larga infancia y al mundo jóvenes empáticos con una inteligencia emocional, y por ende intelectual, superior a la media.

Se trata de uno de los educadores más queridos y autorizados para hablar sobre la pedagogía Waldorf: 2.000 escuelas de educación primaria, secundaria y bachillerato y 1.900 de educación infantil en más de 90 países, desde los más desarrollados hasta los menos.

Es una pedagogía, fundada por Rudolf Steiner, figura destacada del pensamiento alemán de principios del siglo XX, que responde a cuestiones clave como qué aprender, cuándo y cómo – de acuerdo con el desarrollo neurológico del niño-, y pretende formar personas emocionalmente preparadas para vivir en armonía.

Esta es la entrevista:


Tengo 60 años. Nací en York y vivo en Sussex, en el sur de Inglaterra. Estoy licenciado en Humanidades y toda mi vida la he dedicado a la pedagogía: ahora formo profesores. Casado, dos hijos y cuatro nietos. Soy un socialdemócrata. Creo que el hombre no es sólo lo físico, sino que también es una entidad espiritual que debe desarrollarse.

El sistema pedagógico Waldorf es todavía hoy revolucionario.
Sí, pese a que lo inició un filósofo austriaco a principios del siglo XX, Rudolf Steiner.

¿En qué se basa?
La idea fundamental es que la educación debe respetar y apoyar el desarrollo fisiológico, psíquico y espiritual del niño. Un buen desarrollo emocional es la garantía para un buen desarrollo intelectual.

Primera fase, de los 0 a los 7 años.
En esta fase los niños se relacionan con el mundo físicamente, el aprendizaje viene a través del juego. Pero lo básico a esta edad es que se sientan arropados y seguros. Todos los niños vienen con talentos, y cuando ellos saben que los adultos a su alrededor respetan esos talentos, pueden hacerlos florecer.

¿Y el aprendizaje más académico?
Más adelante, porque lo importante a esas edades es que los niños sean niños. Hay mucho tiempo para ser adulto y muy poco para ser niño. Fíjese en el desarrollo del cerebro: los niños aprenden a través del movimiento. Un niño sentado en una silla es algo extraño al proceso de aprendizaje.

¿No les enseñan ni a leer ni a escribir?
No. A través del juego se les dan las capacidades del lenguaje para que en la siguiente etapa aprendan rápidamente a leer y escribir. Tienen muchas experiencias de escuchar y de hablar. Lo fundamental es que perciban que aprender es una experiencia alegre, así pasan a la segunda etapa con muchas ganas de aprender.

¿Qué define la etapa de los 7 a los 14?
Lo importante en este periodo no es tanto lo que aprenden como la relación que tienen con lo que aprenden. Porque lo que uno aprende, con el tiempo lo olvida, pero no olvida lo que ha sentido respecto a lo que ha aprendido. Es la etapa de los sentimientos. Según las últimas investigaciones neurológicas pensamos a través de nuestros sentimientos.

¿Qué es lo importante en la pubertad?
Ahora sí, el intelecto, porque es ahora cuando se acercan a las materias de una manera más analítica. Pero durante todas las etapas las actividades artísticas son esenciales y centrales; y en nuestras escuelas viven sin la presión de los exámenes.

¿Y luego se adaptan a las exigencias de la universidad?
No competimos, pero las notas que obtienen y la adaptación a la universidad de los niños educados con este sistema son claramente superiores a la media, y tienen habilidades sociales de tolerancia y de creatividad remarcables según demuestran los estudios realizados en Austria, Suecia y Alemania.

¿Por qué cree que es así?
Porque han adquirido un sentido de la autovalía a través del trabajo artístico y han aprendido a amar el estudio. Es muy importante que los niños tengan desafíos en la educación, pero la educación es integral y no todo se puede examinar, por ejemplo la empatía del niño.

Valor fundamentales para ser feliz.
El niño debe competir consigo mismo, no con sus compañeros, esa educación emocional les da seguridad y capacidad de colaboración.

Cada vez son más los niños con déficit de atención e hiperactivos, ¿por qué?
Son problemas que corresponden a nuestro tiempo. Convertimos a los niños en consumistas. Y el consumo, por definición, nunca se satisface, siempre hay algo mejor, y los niños son muy vulnerables a eso.

Los niños tienen mucho estrés y desde muy jovencitos.
Demasiadas obligaciones. La tensión de medirse con los otros y la que soportan por un suspenso es un drama en su vida.

Ustedes cambian exámenes por atención.
Así es, un profesor sigue a un alumno en las materias principales durante muchos años, no necesita examinarlo para conocer su nivel. Otro punto de estrés es la tecnología moderna, útil y beneficiosa en general. Pero a los niños, expuestos horas y horas frente a pantallas, eso los limita respecto al mundo.

¿Por qué?
El mundo deviene un entretenimiento; esperan que las cosas cambien rápidamente porque eso es lo que ellos ven continuamente en la televisión, ordenadores y videojuegos.

¿Qué es lo más importante que podemos dar los padres?
Ser padre hoy día es difícil, porque la extensión de la familia tradicional se ha perdido y con ella la diversidad de modelos. Y también han perdido el contacto con la naturaleza, que es muy nutritiva para ellos. Mi consejo sería que los padres sean conscientes de que sus hijos necesitan naturaleza y tiempo, porque la palabra que más oyen es corre.

¿Tiempo para ellos y tiempo con ellos?
Sí, en Inglaterra el tiempo que pasan los padres con sus hijos a diario son 12 minutos. Y también necesitan tiempo para desarrollar su imaginación, para aburrirse y para soñar. ¿Me pedía un consejo?

Sí.
Einstein decía que si quieres que tu hijo sea sabio, cuéntale historias; y si quieres que sea más sabio todavía, cuéntale más historias. Cuéntenles a los niños historias cada día, cuentos y más cuentos de hadas.

En la pubertad, ¿cómo tratarlos?
El descubrimiento del amor más allá de la familia es un momento decisivo que el currículo escolar debe tratar dándoles pistas, ofreciéndoles textos literarios de calidad con los que puedan pensar e identificarse.

Lo de siempre, buenos maestros.
Necesitamos buenos educadores, es decir: profesores y padres, las escuelas deben ser centros de relación y de intercambio.

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