viernes, mayo 02, 2014

ABRE LA PUERTA A TU NIÑO O NIÑA INTERIOR


Hola, ¿Quién está ahí? ¿Quién eres? No he preguntado tu nombre. ¿Te puedes reconocer al mirarte en el espejo? ¿No crees que ha llegado la hora de desprogramarte, de desaprender para volver a recordar quién eres en verdad?

Cuando eras un niño o niña era todo tan sencillo,… ahí sí sabías quién eras, qué te gustaba, qué era aquello con lo que te pasarías las horas haciéndolo porque te llenaba. A lo mejor era pintar, o bailar, o correr o jugar a imaginar mundos fantásticos y disfrazarte pensando que eras un mago o una princesa.

Te has adaptado tanto con el tiempo al mundo que te impusieron que quizás has olvidado incluso qué te gusta hacer. ¿Sabes qué es lo que realmente se te da bien, lo que te gusta de verdad y a lo que te dedicarías todo el tiempo del mundo sin importar si eso da o no dinero?

Nos enseñaron a olvidar aquello cuando nos convencieron que debíamos obtener un montón de títulos académicos y aprender un montón de cosas aparentemente (a veces) ciertas y probadas por otros como únicas y verdaderas y a obtener éxito. ¿Que qué es el éxito? Seguro que te enseñaron que es tener un título académico superior, saber idiomas, tener un cargo importante en una empresa o conseguir un puesto destacado y por supuesto ganar mucho dinero, aunque luego no dispongas de tiempo para poder disfrutar de nada más y por supuesto con sacrificio. Si no consigues además tener éxito con sacrificio no es éxito, es suerte.

¿Recuerdas qué es lo que te gustaba, qué te hubiera gustado realmente hacer? Seguro que además eres muy válido para ello, y que tienes unas ideas geniales para llevar a cabo incluso muy útiles para el bienestar de otros y/o de ti mismo, aunque puede que te convencieran de lo contrario y llegaste a creértelo. ¿Dónde están tus sueños? ¿En qué momento los perdiste?

Ibas recorriendo tu camino hasta que decidieron por ti abrir en él una puerta por la que debías pasar y pasaste y seguiste avanzando tanto que ya dejaste de verla. No te gustaba demasiado, pero te convencieron de que era mejor adaptarse y empezaste a intentar buscar la felicidad en este nuevo camino, comenzaste a adaptar tus sueños y felicidad a lo que querían otros. Así es la sociedad.

Con el tiempo, si has avanzado lo suficiente y eres afortunado o afortunada, llega quizás un momento en que te das cuenta que por más que te vas adaptando no encuentras realmente lo que buscas, no consigues ser feliz o lo que te dicen que es la felicidad no es lo que tú esperabas, entonces viene a tu mente el leve recuerdo de una puerta vieja que un día cruzaste.

Puede que te dé miedo dar la vuelta y comenzar a buscarla, bufffffff has andado por este camino tantos años!!!

Pero eres muy valiente y en tu interior sigue vivo el recuerdo del niño o de la niña que fuiste.

Piensa en ese niño, en esa niña, míralo con Amor ¿qué recuerdas de él o de ella?

Quizás esté muy asustado, tanto que ni siquiera se atreva a mirarte. Acércate despacio a él o a ella, seguro que está dolido, o incluso muy enfadado porque siente que lo traicionaste. A lo mejor sólo está triste o asustado y esperándote. Cierra los ojos, siente a tu niño o niña interior, aquél o aquella que nunca se marchó realmente sino que espera paciente a que vuelvas.

¿Cómo se siente? es tu propio interior, así está tu corazón. Ten compasión de él o ella y sobre todo de tí mismo, porque un día decidiste cerrar esa puerta y quedarte  atrás por miedo, no eres culpable de absolutamente nada, no te juzgues por ello. Deja de maltrarte con pensamientos de este tipo que también aprendimos. Esa puerta siempre ha permanecido dentro de ti y ahora será aun mucho más vieja, atrévete a abrirla y descubrir todo lo que eras y tenías cuando eras un niño o niña.

Acepta con mucho Amor todo lo que veas y muy amorosamente reconcíliate con esa parte tuya que es realmente tu verdadera identidad.

Abraza a ese niño o a esa niña que ha esperado tanto tiempo, cólmale de besos y de todo lo que necesite y cuando te sonría y podáis miraros a los ojos y con alegría reconoceros, pídele amablemente que se una de nuevo a ti, ya no tiene que tener miedo, ya no le rechazarás, porque decidiste ser tú mismo o tú misma de nuevo, ese ser maravilloso y único que eres por el hecho de nacer y recupera tu alegría, tu imaginación, tus sueños,…. Tu felicidad a la que siempre tuviste derecho, aquello que te dijeron que debías abandonar y olvidar para ser un adulto con éxito. Busca desde esta unión con tu niño o niña olvidado, tu propia felicidad, comienza a caminar de nuevo por tu propio y único sendero que es el perfecto y adecuado para ti, porque lo irás recorriendo y haciendo desde la autenticidad de ser tú mismo, desde la perfección del niño o niña que nunca se fue del todo.

Crea con tu sendero tu propia realidad, tu propio destino, tu propia felicidad.

Empieza por recordar qué te gusta hacer, con qué disfrutas y hazlo. Toma contacto contigo. Cuando somos capaces de ver con los ojos de un niño, todo cobra más claridad, nos unimos a nuestra propia intuición, a nuestra guía que sabe, a nuestro propósito real,… reconcíliate con tu niño o con tu niña, abrázalo y ámalo, te ha estado esperando por tanto tiempo,…¿ no crees que es hora de ser feliz?, te lo mereces, sé tú mismo y camina tu propio sendero.

No hay comentarios.: