domingo, marzo 02, 2014

Técnicas de relajación infantil Por Bea Sarrión




En muchas ocasiones, cuando hacemos una evaluación, encontramos que los niños están excesivamente activados y debemos enseñarles

estrategias par controlar su activación. A la hora de seleccionar las técnicas adecuadas debemos tener en cuenta la edad del niño.

1) Debemos enseñar al niño a identificar las señales que indican que se está poniendo nervioso. ”Cuando nos ponemos nerviosos, nuestro cuerpo nos manda unas señales que debemos escuchar. Los músculos se ponen tensos, rígidos y duros”.

2) Enseñamos a los niños a identificar situaciones en las que se ponen nerviosos. “Todos tenemos un termómetro en nuestro interior. Cuando está a 0 no estamos nada nerviosos. Cuando está a 10 estamos muy, muy nerviosos. Cuando está a 5 estamos activos, pero, no estamos muy nerviosos. Vamos a ver en qué situaciones tu termómetro está a más de 7″.

3) Enseñamos la técnica de relajación que consideremos más apropiada según la edad.

* Aprendemos a respirar. “Cuando respiramos profundamente, entra aire bueno que nos hace estar bien y sale en aire malo. Debemos llenar nuestra barriga con aire como si fuera un globo y cuando notemos que está llena, soltamos en aire por la boca, despacito”. Podemos utilizar un globo para mostrar a los niños cómo se hincha el estómago y cómo vaciar poco a poco sus pulmones.

* Relajación progresiva de Jacobson:

Brazos: Estiro el brazo hacia delante poniendo el puño duro. Tenso durante unos segundos y relajo, hacemos hincapié en la sensación de tensión y en la de relajación para que el niño lo diferencie (está muy duro, ahora está muy relajado, el brazo me pesa no puedo moverlo…) Realizamos el ejercicio dos veces con cada brazo. Primero el derecho y después el izquierdo.

Hombros: Subo los dos hombros hacia arriba, lo mantengo unos segundos y suelto los hombros. Se hace dos veces.

Espalda: Hecho los dos brazos hacia atrás como si fuera a juntar las manos, mantengo unos segundos y suelto. Se hace dos veces.

Abdomen: Aprieto muy fuerte la barriga, comprueba con tus dedos que tu barriga está muy dura. Igual que el anterior.

Piernas: Estiro hacia delante la pierna con la punta del pie también hacia delante, mantengo unos segundos y suelto. Realizo la actividad dos veces con cada pierna.

Todo junto: Relajo las piernas, brazos, hombros y abdomen a la vez. Tenso todas estas partes de la forma explicada anteriormente. Lo realizo solo una vez.

Seguimos con la cara:

Ojos: Apretar los dos ojos fuertemente, mantenemos unos segundos y soltamos. Dos veces.

Labios: Juntar los labios y apretarlos fuertemente, mantenemos unos segundos y soltamos. Dos veces.

Frente: Pon la frente como si estuvieras enfadado/a, arrugándola. Igual.

Mofletes: Coloca la boca como si fueras a soplar. Igual.

Orejas: Difícil. Concéntrate en ellas e intenta subirlas hacia arriba. No te preocupes sin lo consigues. Igual.

Cuello: Apretamos los dientes muy fuerte. Igual.

Todo junto: Intentamos tensar toda la cara junta, ojos, labios, frente, orejas y cuello. Lo realizo una vez.

Después intento realizar cuerpo y cara y conjuntamente, tenso piernas, brazos, hombros, abdomen y la cara a la vez. Lo realizo una sola vez, insisto en la relajación de todo el cuerpo, cierro los ojos y noto como mi cuerpo está muy pesado y muy muy relajado no puedo moverlo.

Relajación progresiva de Jacobson 

* Relajación en imaginación. El niño puede imaginar un lugar donde se sienta tranquilo y seguro. En las instrucciones, debemos introducir todos los detalles que se nos ocurran para hacerlo más real. El niño puede acudir a este espacio siempre que lo desee.

* Relajación en movimiento. Podemos utilizar distintos juegos para ayudar al niño a discriminar entre estar tranquilo y nervioso:

- Jugamos a pasarnos una pelota y cuando alguien diga STOP debe quedarse quieto como una estatua. Cuando vuelvan a pasar la pelota podrá volver a moverse.

- Ponemos música. Los niños deben moverse al ritmo de la música que puede ir cambiando, más lento, más rápido. Cuando la música se para, ellos deben pararse también.

- Podemos imitar la forma de andar de distintos animales, alternando entre animales lentos (caracol, tortuga) con animales más rápidos ( guepardo, gacela).

- Podemos hacer algunos masajes sencillos como hacer cosquillitas con los dedos, trazas círculos con las manos…etc.

4) Es importante que tanto los padres como los niños sepan que deben practicar todos los días durante un tiempo hasta que el niño domine la técnica de relajación. Puede hacer los ejercicios 3 veces al día (al levantarse, al llegar a casa y a la hora de dormir). Las instrucciones tienen que ser sencillas y las sesiones deben de ser cortas (no más de 15 minutos): En casa, es importante crear un ambiente adecuado para que el niño pueda relajarse:

- Temperatura correcta.

- Sin ruidos.

- Sin prisas.

- Sin estímulos que puedan distraerlo (televisión, música, ordenador…).

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