Es figurativo, porque utiliza imágenes. Por ejemplo, una manzana, pudiese estar representando un “fruto prohibido”; un zorro, una persona muy astuta; una cartera de mujer, una cartera de clientes. El lenguaje onírico utiliza este juego de palabras para mostrarnos lo que sucede en nuestro interior. Un ejemplo de ello es cuando las personas que aparecen en los sueños tienen nombres como Consuelo, Dolores, Paz y otros análogos que, probablemente, están haciendo referencia a un sentimiento más que a un individuo en particular.
Es metafórico, por lo que para una persona es particularmente difícil interpretar el sueño de otro. Los sueños deben ser interpretados por el soñador; una segunda persona, puede sugerir, pero no interpretar, porque las imágenes utilizadas en ese sueño no le pertenecen. El que el lenguaje sea metafórico quiere decir que las imágenes no pueden ser interpretadas literalmente, porque representan otra cosa. Por ejemplo, el que aparezca alguien entregando un libro de tapas oscuras, podría estar significando la entrega de “una caja negra”; es decir, dicho “libro” no sería un libro cualquiera, sino que contendría una información muy valiosa.
Las imágenes oníricas pueden ser en blanco y negro o en colores. Jung dice que a mayor intensidad de colores, mayor la carga emocional que el sueño representa para el sujeto.
Es exagerado, porque la psique necesita llamar la atención de nuestra conciencia sobre aspectos específicos. El sueño muestra las cosas en forma desproporcionada, porque su propósito es que no pase inadvertida para el soñante. En esa exageración está precisamente lo que debe ser observado con mayor detención. Por ejemplo, si aparecemos subiendo una escalera particularmente larga y sinuosa, tal vez habría que revisar qué hechos de la vida real nos están resultando muy difíciles... largos y sinuosos.
Es iconoclasta, porque los hechos y/o sujetos que aparecen, muchas veces adoptan lenguajes o actitudes que van en contra de nuestra propia ética. El propósito de este lenguaje es mantener nuestro equilibrio psíquico; o bien, hacernos evidente dicha contradicción.
En el sueño, puede aparecer algún símbolo mitológico. En tal caso, sería interesante poder analizarlo con una persona entendida, a fin de desentrañar su mensaje. Un símbolo de este tipo representa un hecho que es común a la humanidad y a nuestras raíces. Es decir, es arquetípico. Estos sueños, normalmente, son muy significativos para el sujeto, marcan hitos de vida.
El lenguaje de los sueños es simbólico y cargado de energía psíquica. El símbolo es muy expresivo en su mensaje, por lo que impresiona –deja una huella- a quien lo percibe.
(Fuente: "En Busca del Tesoro Escondido" Juan de Castro R., Pbro.)
Es metafórico, por lo que para una persona es particularmente difícil interpretar el sueño de otro. Los sueños deben ser interpretados por el soñador; una segunda persona, puede sugerir, pero no interpretar, porque las imágenes utilizadas en ese sueño no le pertenecen. El que el lenguaje sea metafórico quiere decir que las imágenes no pueden ser interpretadas literalmente, porque representan otra cosa. Por ejemplo, el que aparezca alguien entregando un libro de tapas oscuras, podría estar significando la entrega de “una caja negra”; es decir, dicho “libro” no sería un libro cualquiera, sino que contendría una información muy valiosa.
Las imágenes oníricas pueden ser en blanco y negro o en colores. Jung dice que a mayor intensidad de colores, mayor la carga emocional que el sueño representa para el sujeto.
Es exagerado, porque la psique necesita llamar la atención de nuestra conciencia sobre aspectos específicos. El sueño muestra las cosas en forma desproporcionada, porque su propósito es que no pase inadvertida para el soñante. En esa exageración está precisamente lo que debe ser observado con mayor detención. Por ejemplo, si aparecemos subiendo una escalera particularmente larga y sinuosa, tal vez habría que revisar qué hechos de la vida real nos están resultando muy difíciles... largos y sinuosos.
Es iconoclasta, porque los hechos y/o sujetos que aparecen, muchas veces adoptan lenguajes o actitudes que van en contra de nuestra propia ética. El propósito de este lenguaje es mantener nuestro equilibrio psíquico; o bien, hacernos evidente dicha contradicción.
En el sueño, puede aparecer algún símbolo mitológico. En tal caso, sería interesante poder analizarlo con una persona entendida, a fin de desentrañar su mensaje. Un símbolo de este tipo representa un hecho que es común a la humanidad y a nuestras raíces. Es decir, es arquetípico. Estos sueños, normalmente, son muy significativos para el sujeto, marcan hitos de vida.
El lenguaje de los sueños es simbólico y cargado de energía psíquica. El símbolo es muy expresivo en su mensaje, por lo que impresiona –deja una huella- a quien lo percibe.
(Fuente: "En Busca del Tesoro Escondido" Juan de Castro R., Pbro.)
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