domingo, mayo 05, 2013

MI HIJO ES HOMOSEXUAL




¡Cuánto paradigma  en torno a la sexualidad!, juicios y preconceptos de quienes  hacen una lectura parcial de la realidad,  como si desde la orilla que observan y juzgan estuviera la verdad. 
Es claro,  la homosexualidad no es una enfermedad, podríamos decir que existen factores genéticos,  que hay una pulsión, que no existen culpables, que no es una preferencia, sino una condición.
En el espacio de la psicoterapia he visto el sufrimiento y el dolor que cargan estos seres humanos, señalados por su entorno, por los suyos, por la sociedad. 
Amamos a seres diferentes al  negro, al  amarillo, al  flaco, al  obeso, al crespo, al de ojos azules y al de ojos garzos.  ¿Nos enamoramos del estuche?, no, amamos el alma del otro. Amamos su ternura, sus detalles, su comprensión, su inteligencia, su talento, su capacidad de hacer negocios, el que pueda meterse en nuestros zapatos, su apoyo...  
Podríamos entonces  respetar la elección y sin rótulo alguno simplemente observar,  sentir que allí hay dos seres humanos que simplemente se  aman. 

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