jueves, mayo 16, 2013

La Incoherencia de Nuestra Mente Afecta el Orden Natural de la Vida…



Para sanar hay que limpiar nuestra percepción mental. Lo recomiendo por conveniencia propia. No es para imponer nada o crear polémica… Simplemente hay que revisar y cuestionar de manera personal esas creencias sociales y costumbristas, espirituales y/o religiosas que atentan contra el orden natural de la vida y comprometen la biología de nuestro organismo. Por mucho tiempo hemos llevado a cuestas creencias de abandono, de culpa y desvalorización que se transmiten por generaciones. Es recurrente apreciar como un ser que se precia de ser muy espiritual le sucedan situaciones desagradables de todo tipo, y esto lo justifique con el argumento de que se trata de un aprendizaje evolutivo, de una limpieza de karma quizás, o bien de la voluntad de Dios. La consigna es que hay que sufrir para merecer. Hay que padecer para demostrar. Pagar para alcanzar la gloria. Purgar para limpiarse y ser aceptado. Todo este planteamiento proviene de sutiles estructuras egoticas revestidas de espiritualidad.

Toda consciencia que se tiene en un pobre concepto de sí misma (desvalorización) se percibirá con carencias. Se someterá a reglas y normas que fomentan la culpa y codependencia (merezco maltrato y castigo) Por tanto se recrearán diversas historias de salvación (el circo del autoengaño y la compensación disfuncional) que serán proyectadas hábilmente hacia el futuro (la manipulación egótica) El mundo del ego reina y te controla mediante las creencias de abandono, de tu falta de valor y merecimiento, de tus ideas de culpa e impotencia, de miedo a la separación y la condenación.

El ego siempre buscará deslumbrarte con sus promesas de una vida mejor dentro de un paraíso, la nueva tierra, nuestro hogar, el nirvana, la 5 dimensión. Conceptos que nunca verás dentro de esta experiencia porque tu presente no vale la pena, se ha reducido a un requisito que hay que sufrir para poder vivir en otra dimensión. Así que teniendo vida no la aprecias, la mal gastas y rechazas. Prefieres idealizar e indagar en cómo será esa otra vida después de la muerte. A esto se le llama incoherencia mental y es una pandemia que afecta a todos...“La vida no es cuestión de lugares o tiempos, sino de consciencia coherente con la vida misma ahí donde se manifieste"... "La vida se haya revestida por la consciencia de Dios. Su inteligencia es la que la sostiene y provee de ese dinamismo que te permite tener un cuerpo”... ¿Puedes respirar a Dios?... ¿O tu presente lo has convertido en carencias e inconformidad, en causa de frustraciones y rechazo?... “La libertad comienza cuando empiezas a creer en ti, porque Dios habita en ti. Tu eres su templo y creación”

La mente tiene la capacidad de alterar los procesos biológicos preestablecidos y de afectar el equilibrio de la vida misma. Así que cuando insistimos en sostener un punto de vista basado en creencias erróneas y contrarias al orden natural. Se activa una alerta emocional que intenta hacernos conscientes de esta situación para atenderla. Pero como no sabemos escuchar, es decir, como mal interpretamos estas señales. Le damos mayor importancia a un razonamiento egotico disfuncional que a los dictados de nuestro corazón. Solemos desatender y reprimir la emoción, ignorarla, esperar a que pase. Sin embargo lo que propiciamos con nuestra actitud es que se produzca un bloqueo emocional que generará más tensión.

Poco se sabe sobre el inconsciente y los programas de protección y supervivencia que contiene para mantener el equilibrio energético que sostiene a la vida misma. Así que cuando se generan bloqueos emocionales por no desahogar las energías mentales que los propician. Estas se somatizan para enviarnos una segunda alerta y atender el problema. Tanto las respuestas emocionales como las biológicas, son mecanismos de protección y supervivencia. Esto tiene un amplio sentido biológico que está alineado con la consciencia universal. Con esa inteligencia primordial que se haya detrás de toda forma de vida. Las emociones y las enfermedades no son simples reacciones caprichosas, situaciones molestas e indeseables. No son el enemigo, ni el producto de un castigo o la mala suerte. Nos conviene salir de este enfoque lo más pronto posible. Ya que con estas creencias fomentamos el oscurantismo mental, que durante mucho tiempo ha reinado en nuestra sociedad.

Decía Carl G. Jung… "La enfermedad es el esfuerzo que hace la naturaleza para curar al hombre."… ¿Y de que nos quiere curar?... De la incoherencia mental, del sinsentido que producen las creencias erróneas en nuestra biología. Cuando el alma enferma el cuerpo le acompaña. El orden espiritual y moral, el social y religioso que suponemos correcto, alberga creencias disfuncionales. Ciegas y prejuiciadas. En varios de sus postulados atentan contra el orden natural asociado con nuestra biología. El inconsciente es nuestro guardián y nos alerta del sinsentido biológico y falta de coherencia de estas creencias. Por inconsciente entiéndase que me refiero a esa inteligencia primordial que se expresa a través de programas y sistemas que regulan y sostienen la expresión de la vida.

“Ten presente que toda respuesta emocional, que todo suceso desfavorable y que toda clase de padecimiento y enfermedad que se manifiesta. Tienen un amplio sentido energético- biológico que está respaldado por una inteligencia primordial. Esta presencia busca el hacernos conscientes para preservar nuestro equilibrio interno cada vez que sea vulnerado por creencias toxicas”

Para sanar el cuerpo primero tenemos que atender el alma, a la pisque, a esas ideas erróneas que son puestas al descubierto mediante nuestras respuestas emocionales. Erróneamente se supone que una emoción es una reacción negativa por estar asociada a pensamientos negativos. Las emociones no son el problema, sino las alertas. Son los sensores que al detectar la presencia de ideas toxicas en tu sistema se activan. De ahí que se les mal interprete. Las emociones son parte de un sistema de protección y supervivencia conectado con la inteligencia primordial. Las emociones son la piel de nuestro cuerpo energético. Si tienes problemas en tu vida, esto comenzó con tus pensamientos. Deja de buscar la razón por fuera porque no la hallarás. En tu ilusión pensarás que la culpa es de los demás. La realidad es que no comprendes lo que sucede dentro de ti. Tu mente te gobierna.

Cuando tengas un conflicto, evita en lo posible distraerte con la respuesta emocional, no te servirá de nada el juzgarte o justificarte. Busca la creencia asociada con el estado de impotencia que estas experimentando al momento que se produce la emoción. Esta acción te llevara a descubrir el problema real. La emoción solo es una señal de alerta que te avisa cuando te hayas comprometida(o) por la presencia de una creencia toxica. Esta energía mental alimenta el estado de impotencia que a su vez activa tus respuestas emocionales como son la tristeza y la angustia, el estrés y la ansiedad, la frustración e ira.

Date cuenta que el problema no está en tu sentir, sino en la creencia que lo provoca… ¿Por qué insistimos en darle más credibilidad a las razones de la mente que a los mensajes de nuestra biología?... Se debe al gran condicionamiento socio cultural que hemos recibido. Estamos literalmente secuestrados por falsos paradigmas que se encargan en desvalorizarnos y someternos sistemáticamente a través de cargas de culpa. Es un verdadero control mental que atenta contra tu vida.

Existe una conexión entre los estados de desvalorización, vergüenza y culpa, y toda esa clase de padecimientos y enfermedades que has experimentado. Una persona sin autoestima es altamente propensa a enfermar y generar infelicidad de muchas formas. El cáncer es un ejemplo claro de una disfunción mental que genera incoherencia en tu sistema, que compromete al orden natural preexistente en tu cuerpo. Ciertas creencias, sobre todo la de índole religiosa y moral, son un verdadero virus que te roba silenciosamente la vida y te hunde en estados de estrés, de impotencia y frustración recurrente. Pon atención a tus ideas sin importar de donde vengan. Porque ahí están los principales vampiros energéticos que te chupan la energía vital. ¿Eres una persona con baja autoestima?.. Entonces vives con incomprensión e inconsciencia, con tensión e incoherencia mental. Te encuentras fuera de sintonía con el orden natural. Has pretendido compensarte con basura mental disfrazada de reglas para gente que se piensa buena y correcta por cumplir con las expectativas mentales de otros.

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