Maltratadas recuperan mejor su salud que mujeres sufren violencia psicológica

Un estudio sobre la influencia de la violencia machista en la salud de las mujeres revela que las mujeres que han sufrido maltrato físico recuperan mejor su salud integral que las víctimas de violencia psicológica.
El estudio ha sido presentado hoy por la profesora de Biopsicología de la Facultad de Psicología de la Universidad de Valencia Manuela Martínez, quien ha asegurado que no se puede considerar la psicológica como una violencia 'menor' porque no produce la muerte pero sí una gran alteración y un deterioro en la salud de la mujer.

Martínez ha lamentado que a ese tipo de violencia 'no se le da la importancia que tiene', a pesar de que el deterioro en la salud mental, los daños en la salud física y el mal funcionamiento del sistema hormonal es prácticamente el mismo en el caso de víctimas de maltrato físico y psicológico.

La investigación muestra, al hacer un seguimiento al cabo de tres años de 182 mujeres maltratadas que habían acudido a los centros Mujer 24 Horas de la Comunidad Valenciana, que al cesar la violencia, la salud mental (que incluye depresión, ansiedad y estrés postraumático) había mejorado más en las víctimas de violencia física, mientras que los intentos de suicidio habían disminuido también en el caso de violencia psicológica.

Los síntomas físicos como dolor de cabeza, visión borrosa, dolor de estomago, cambios de peso, temblor de manos, pesadillas, fatiga, dolor de pecho y palpitaciones habían disminuido en ambos tipos de violencia, pero sobre todo en la física.

El sistema hormonal, para cuyo estudio se han analizado los niveles de cortisol y dehidroepiandrosterona (DHEA) mediante muestras de saliva, tiende a disminuir los altos niveles que se registran mientras dura la violencia, mientras que el sistema inmune, muy deteriorado en las mujeres que sufren maltratos físicos, se recupera muy bien en estos casos.

Al cabo de tres años, la violencia psicológica había cesado en el 17% de los casos y continuaba en el 83%, mientras que en el caso del maltrato físico el 52% de las mujeres había dejado de sufrirlo aunque era víctima de violencia psicológica, el 27% seguía sufriendo maltrato y en el 21% de los casos no había ningún tipo de violencia.

En el 100% de los casos en que había cesado la violencia psicológica, la pareja había dejado de convivir, mientras que la mayoría de las mujeres que continuaban sufriendo violencia machista seguía conviviendo con el agresor.

Estas conclusiones suponen, según la experta, que la no convivencia con el agresor es necesaria para que cese la violencia.

'Si quieres que no haya violencia de ningún tipo -física, psicológica o sexual-, no convivas' con el agresor, ha asegurado Martínez, quien no obstante ha alertado de que, aunque la convivencia se haya terminado, existe cierta probabilidad de que se produzca violencia psicológica.

Ha advertido de que a las víctimas de violencia psicológica no se les considera 'tan en peligro' como a las mujeres que reciben malos tratos físicos y por ello no se le da tanta importancia a un tipo de agresión 'que no mata, no mata de golpe', ha indicado.

La experta ha destacado la importancia del personal sanitario en la detección de víctimas de violencia psicológica, que acuden mucho más frecuentemente a los centros de atención primaria y que en ocasiones ni ellas mismas saben que están sufriendo ese acoso.

También se ha referido a la dificultad de las mujeres maltratadas para abandonar a su agresor, no solo por la dependencia económica o el miedo sino porque están incapacitadas psicológicamente para tomar la decisión de no seguir conviviendo con él.

Las mujeres que toman la decisión de denunciar la violencia de género deben hacerlo después de contar con 'un plan de seguridad y un escudo de protección', para evitar represalias 'que pueden llevarle a la muerte', ha explicado Martínez, que ha dicho que no se puede olvidar el impacto que sufren los hijos de la víctima y sus familiares cuando se producen los malos tratos.
Fuente: Terra actualidad EFE