jueves, noviembre 06, 2008

Las posibilidades de la hipnosis




Jane E. Brody /The New York Times
El Universal
Miércoles 05 de noviembre de 2008

El articulo hace referencia a como la hipnosis es un trabajo a dúo con el hipnotizador, él maneja el protocolo el paciente pone su actitud, sus deseo, el terapeuta finalmente lo que hace es movilizar tu potencial.

La hipnosis ha causado controversia durante dos siglos y con frecuencia, se han exagerado sus beneficios. Por ejemplo, no ayuda a nadie a dejar de fumar, como tampoco lo hace ningún otro tipo de tratamiento. Aquí, lo importante es la actitud del paciente.

En palabras de Brian Alman, psicólogo que practica la hipnosis en San Diego: "el poder de la hipnosis reside en el paciente y no en el médico". Roberta Temes, hipnotista clínica en Scotch Plains, New Jersey, insiste en que la hipnosis no puede hacer nada que la gente no quiera hacer. La hipnosis sólo puede ayudar a las personas a realizar cambios que sí desean, dijo en entrevista.

En su libro ''The Complete Idiot's Guide to Hypnosis'' (Guía completa de la hipnosis para los idiotas) Temes señala que tener éxito en tu objetivo a través de la hipnosis es la mejor prueba de que realmente te hipnotizaron. La hipnotista también sugiere llevar a cabo una segunda o tercera sesión en caso de que no se haya alcanzado el objetivo después del primer intento.

En efecto, la hipnosis es la personificación de la medicina con un enfoque mente-cuerpo. Este método puede hacer que la mente le diga al cuerpo cómo reaccionar y de esa manera, se puedan modificar los mensajes que el cuerpo envía a la mente.
Se le ha utilizado para contrarrestar las náuseas causadas por el embarazo y la quimioterapia, la ansiedad relacionada con la ida al dentista y los exámenes, el dolor relacionado con las cirugías, el temor a viajar en avión o hablar en público, a agarrarse el pelo de forma compulsiva o para tratar el hipo crónico, entre muchos otros problemas de salud.

En un escrito para The Permanente Journal, Alman mencionó que "el potencial" de beneficiarse con la hipnosis "existe dentro de cada paciente". "El objetivo de la hipnosis médica moderna", indicó, "es ayudar a los pacientes a utilizar este potencial ubicado en el inconsciente".

Alman describió el caso de una sobreviviente de un campo de concentración que en repetidas ocasiones sentía que se asfixiaba al momento de tratar de tragar algo, a pesar de que los exámenes médicos en el esófago no mostraban obstrucción alguna. Luego de tres sesiones de hipnoterapia, había logrado resolver su problema. "Me liberé de mi esófago", afirmó la paciente.

No hace falta que una persona esté frente a frente con un hipnotista para obtener sus beneficios médicos. Temes dijo que la hipnosis puede ser útil aun si se realiza mediante un cassette, cd o por teléfono, opción que ofrece como parte de su práctica. También señaló que se pueden encontrar discos compactos muy útiles en el sitio en línea www.hypnosisnetwork.com.

Ellen Fineman, terapeuta física en Portland, Oregon, había sido sometida a cinco operaciones debido a que la retina se le había desprendido en varias ocasiones. Con la esperanza de que un sexto intento fuera exitoso, usó una grabación de hipnosis preparada por Temes para pacientes que se someterán a cirugía. "La grabación fue muy tranquilizante para mí", indicó Fineman en entrevista. "Me decía que estaría en manos de profesionales que me cuidarían y que la hinchazón sería mínima", dijo. "Esta vez la cirugía estuvo magnífica: ya no hubo inflamación ni desprendimientos. El cirujano estaba sorprendido".

Al igual que cualquier otra profesión, algunos hipnoterapistas son más talentosos que otros. Temes sugiere que la recomendación de boca en boca podría ser la mejor manera de encontrar a alguien que practique la hipnosis para el tipo de problema que se está tratando de resolver.

Aunque no todas las personas son fáciles de hipnotizar, casi todo mundo puede entrar en un trance terapéutico, sostiene Temes. Otra de sus pacientes, la doctora Susan Clarvit, psiquiatra radicada en Nueva York, pensó que no se le podría hipnotizar pues tenía un pensamiento demasiado científico y racional, mencionó. "Pero estaba desesperada", dijo Clarvit.

"Estaba embarazada de mi segundo hijo y sufría de náuseas constantes. La doctora Temes me preguntó si había alguna cosa que sostuviera en las manos con frecuencia y yo dije que un lápiz. Ella me hipnotizó para que cada vez que yo sostuviera un lápiz, tuviera una sensación total de bienestar.

Todo el tiempo tenía un lápiz en la mano, aun manejando, y ya no volví a sentir esas náuseas". (Traducción: Gabriela Cornejo)

No hay comentarios.: