martes, octubre 07, 2008

La hipnosis como herramienta del tratamiento del insomnio

¿Quien no ha pasado una noche dando vueltas en la cama, sin poder “pegar un ojo”?

Un problema laboral, un examen, un ambiente nuevo y desconocido, un malestar o dolencia física, incluso aquellos acontecimientos placenteros como la expectativa de un viaje, una mudanza o una fiesta, pueden alterar nuestra capacidad para obtener un sueño un dormir reparador.

Cuando esta dificultad se extiende por más de un mes y comienza a influir en nuestro rendimiento diario entonces podemos plantearnos la posibilidad de estar sufriendo de insomnio.

Ante el insomnio es importante considerar dos aspectos fundamentales en el diagnostico:

La duración : la dificultad para dormir debe extenderse por más de un mes. La influencia negativa en nuestro rendimiento diario : uno de los errores más comunes es pensar que lo más importante son las horas que se duermen. Hay personas que duermen pocas horas y pueden funcionar sin inconvenientes durante el día. Ello significa que dicha persona necesita menos horas de sueño.

Si usted padece un trastorno del sueño con las características antes mencionadas, es aconsejable que acuda a una consulta terapéutica.

El insomnio es el trastorno del sueño más frecuente en la población. Un 30-40% de la población adulta de Estados Unidos y Europa lo padece.
Los adultos jóvenes a menudo se quejan de tener dificultad en conciliar el sueño, mientras que las personas que se encuentran en la etapa media de la vida y la gente mayor tienen más probabilidades de presentar insomnio o dificultades a la hora de mantener el sueño y una tendencia a despertarse más temprano por la mañana.
En la mayoría de los casos comienza repentinamente, especialmente cuando su aparición está relacionada con una situación de estrés, depresión o ansiedad. Generalmente persiste por mucho tiempo, puede continuar aún cuando la causa que lo originó desapareció, incluso puede durar años. Las personas que lo padecen pueden presentar fatiga y cansancio y otros problemas como cefaleas, tensión muscular y molestias gástricas .

De acuerdo a su forma de presentación, se divide en:

Insomnio de conciliación : es aquel en el que las dificultades se presentan para iniciar el sueño.

Insomnio de mantenimiento : comenzar el sueño es fácil, pero es muy difícil mantenerlo estable durante la noche. En el transcurso de la noche se presentan despertares frecuentes, lo cual deja a la persona con una sensación de cansancio.

Insomnio terminal : en este caso no se manifiestan dificultades para comenzar a dormir, pero pasada algunas horas la persona se despierta y no puede volver a conciliar el sueño.

Habitualmente s e ha considerado que el insomnio es un síntoma de otro tipo de trastorno, pero Harvey (2001) afirma que el insomnio se da frecuentemente en personas sin ningún otro problema, por eso su tratamiento como síntoma aislado es importante, incluso cuando acompaña a alguna otra patología. Su mejoría influye en la solución de los trastornos a los que puede estar asociado. Además, se ha demostrado que la presencia del insomnio puede llegar a precipitar diversos trastornos como depresión, ansiedad, etc.

El dormir es una función automática que se desencadena asociada a factores tales como:

1. Una situación fisiológica determinada, es decir, un estado de cansancio.
2. Un momento del día, que es generalmente al llegar la noche.
3. Un ambiente adecuado, como una cama y una habitación cómoda.

Estos estímulos, internos y externos, facilitan que se produzca la desactivación fisiológica y cognitiva necesarias para que el sueño se desencadene. Cualquier distorsión de uno de estos factores puede conducir a dormir mal una noche, pero cuando las condiciones adversas tienen una cierta duración y la persona no tiene la suficiente plasticidad para acomodarse a ellas y el automatismo propio del sueño se deteriora, entonces, la persona puede entrar en un proceso crónico que dará lugar al insomnio.
El sueño surge asociado automáticamente a los factores anteriormente descriptos y no podemos hacer nada voluntario e inmediato para conseguirlo. Paradójicamente, el esfuerzo para conciliar el sueño es uno de los principales motivos para no dormir. Acostarse preocupado porque se piensa que no se va a poder conciliar el sueño y que por lo tanto no se va a estar lo suficientemente despierto para rendir al día siguiente, enoja a quien sufre de insomnio y lo lleva a incrementar su esfuerzo para dormir, pero este esfuerzo implica una activación mental y fisiológica que lo acerca al estado de vigilia, lo cual impide que se den las condiciones necesarias para dormir.

Tratamiento del Insomnio

Habitualmente se recurre a la terapéutica farmacológica. Esta puede ser adecuada por un periodo breve de tiempo, aunque no contribuye a eliminar las causa subyacentes del insomnio. Por otro lado, se ha comprobado que algunos psicofármacos impiden tener la calidad de sueño que se necesita para despertarse descansado y renovado. Inhiben la fase de movimientos oculares rápidos o fase REM del sueño, que es aquella en la cual soñamos. Los estudios realizados sobre las ondas cerebrales de un individuo cuando esta dormido demostraron que aquellas personas que fueron privadas de la fase REM se manifestan más irritables y agresivas. Por ello, cuando se recurre a la administración de fármacos, la opción más efectiva y duradera es complementarla con un tratamiento psicoterapéutico. La Asociación Americana para los Trastornos del Sueño reconoció que el tratamiento cognitivo-conductual es sumamente eficaz en el control de los estímulos que generan el insomnio.

El tratamiento debe tener como objetivo restaurar los mecanismos que se han deteriorado. Esto implica reestablecer las condiciones que desencadenan el sueño de forma automática y lograr que dicho automatismo perdure en el tiempo.

Para lograr este objetivo es necesario:

1. Conseguir las condiciones fisiológicas adecuadas.
2. Mantener un ambiente propicio para el sueño.
3. Generar la desactivación física y cognitiva (mental) necesaria para que se produzca el sueño.
4. Recuperar el automatismo de manera que los mecanismos que desencadenan el sueño se produzcan de forma automática y sin ningún esfuerzo. Se trata de controlar los estímulos internos y externos, logrando que, por ejemplo, meterse en la cama o ponerse la ropa de dormir desencadene el sueño.

Por lo expresado anteriormente el objetivo en el tratamiento hipnoterapeutico cognitivo conductual del insomnio abarca varios aspectos:

• Conseguir las condiciones fisiológicas y físicas adecuadas: se trata de establecer cuales son las condiciones físicas y fisiológicas que pueden estar influyendo en la aparición del insomnio brindando las indicaciones pertinentes para modificarlas. Al mismo tiempo que se establecen estrategias personalizadas para favorecer la consecución del sueño, desactivar el insominio y lograr dormir con un descanso intenso y reparador..

• La desactivación fisiológica: se entrena en técnicas de relajación tendientes a reducir la tensión muscular propiciando la desactivación fisiológica.

• La desactivación cognitiva: Los pensamientos y las preocupaciones son un componente fundamental del insomnio. El problema que plantea el control de los pensamientos es, que cuanto más tratamos de evitar pensar en ellos más se nos imponen. Por ello es fundamental determinar que tipo de pensamientos intrusivos surgen a la hora de dormir y establecer las estrategias adecuadas para evitarlos, generando de esta forma una desactivación cognitiva.



Al utilizar la hipnosis clinica cognitiva dentro de este esquema terapéutico, frente al tratamiento del insomnio, se consigue acelerar y profundizar el logro de los objetivos planteados.
Aprender las técnicas de relajación de manera eficiente para implementarlas en el momento de ir a dormir insume mucho tiempo de entrenamiento, este se reduce ostensiblemente al usar hipnosis con este objetivo.
En estado hipnótico, con sugerencias especialmente diseñadas para cada caso, se puede reemplazar los pensamientos intrusivos por imágenes y/o sensaciones de serenidad, que al ser rememoradas en el momento de dormir, inducen al sueño.
Por otra parte, utilizando la experiencia sobre los reflejos condicionados se promueve la recuperación del automatismo para que determinados estímulos desencadenen el mecanismo del sueño de forma automática, desplazando las dificultades en el dormir y el insomnio..

Fuente: http://www.hipnosisnet.com.ar/insomnio-tratamiento-terapeutica-hipnosis.htm

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