lunes, septiembre 01, 2014

¿Mirada de amor o lujuria?





Las personas tienden a fijar la mirada en el rostro si la persona que tienen ante sí les inspira amor romántico y al resto del cuerpo si se trata de deseo sexual.

Mucho se ha investigado sobre los rituales de apareamiento entre los animales, pero poco se ha hecho al respecto en humanos. Sin embargo, desde hace unos años, se ha empezado a estudiar este asunto desde el punto de vista científico. Algunos aspectos de la conducta humana relativos al sexo o al amor tienen una fácil explicación biológica, aunque no lo queramos ver.

El último resultado sobre este tema realizado en la Universidad de Chicago viene a decir que la manera en la que se mira a una persona del otro sexo determina si se hace con lujuria o con amor. De este modo el amor y/o el deseo estarían en la mirada.

Al parecer, el patrón de mirada es distinto en cada caso y se puede distinguir con facilidad. El patrón de mirada que tiene alguien que mira a un extraño que pueda ser una posible pareja romántica tiende a concentrase en el rostro. Sin embargo, cuando la vista se centra el cuerpo de ella o de él se delata un deseo sexual. Estos patrones se revelan en un tiempo muy corto, pues puede bastar medio segundo.

Según Stephanie Cacioppo, aunque se conoce muy poco acerca de la ciencia del amor a primera vista o cómo la gente se enamora, estos patrones que se han encontrado proporcionan las primeras pistas acerca de cómo son los procesos automáticos, tales como la mirada, que pueden diferenciar sentimientos como el amor del deseo sexual hacia extraños.

En estudios previos esta investigadora ya había mostrado que el amor y el deseo activan diferentes redes neuronales del cerebro humano.

En este nuevo estudio se realizaron dos tipos de experimentos para poner a prueba los patrones de mirada en dos estados emocionales y cognitivos diferentes, estados que normalmente son difíciles de distinguir entre sí: amor romántico y deseo sexual.

A unos estudiantes voluntarios, tanto varones como mujeres, se les solicitó que vieran una serie de fotografías en blanco y negro de personas que no conocían. En la primera fase los participantes veían fotos de parejas jóvenes heterosexuales que se miraban entre sí. En la segunda fase los voluntarios veían fotos de individuos atractivos del sexo opuesto que miraban directamente a la cámara. Ninguna foto era de desnudo o erótica.

En ambos casos a los participantes se les situaba frente a una pantalla de ordenador y se les pedía que decidieran de manera precisa y los más rápidamente posible si la persona de la foto despertaba deseos sexuales o románticos en ellos.

El estudio no encontró diferencia en el tiempo necesario para juzgar si una posible pareja despertaba deseos románticos o sexuales, lo que indica lo rápido que el cerebro puede procesar ambas emociones.

Sin embargo, los datos sobre el movimiento de los ojos revelaron una marcada diferencia entre ambos casos. Los voluntarios tendían a fijar la mirada sobre el rostro de la foto si la persona fotografiada les inspiraba amor romántico. Pero si les inspiraba deseo sexual entonces la mirada del observador se movía de la cara al resto del cuerpo. Estos patrones se daban tanto en mujeres como en hombres.

Según los autores del estudio, con este trabajo se ha contribuido al desarrollo de biomarcadores que diferencian los sentimientos de amor romántico del deseo sexual gracias a la identificación de los patrones en la mirada. Además, sugieren que este paradigma de seguimiento de la mirada puede ofrecer algún día un nuevo sistema de diagnóstico en psiquiatría y en terapia de pareja.

Fuente: http://neofronteras.com/?p=4481

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