Ps. Elizabeth Bernal GuerraPublished
Constantemente surgen preguntas sobre ¿Cómo debe actuar un padre en ciertas situaciones? Es importante reflexionar que no existe un manual ni una escuela que nos enseñe a ser buenos padres. Cada uno de nosotros tiene una personalidad, cultura, ideales o metas diferentes, y por lo tanto, la educación hacia los hijos se realizara de manera distinta. Sin embargo, sí existen acciones que serán de gran ayuda para llevar a cabo la principal tarea de los padres: la EDUCACION de los hijos.
Los padres deben en la medida de lo posible, tratar de proveer un ambiente estable y seguro, que pueda fomentar un desarrollo sano de las relaciones sociales, así como una autoestima bien estructurada y equilibrada; además, enseñar a sus hijos a comportarse siempre con valores y costumbres, con respeto y humildad, ayudándolos a fijarse metas futuras y a encontrar alternativas para cumplirlas, SIN OLVIDAR QUE LOS PADRES SON EL EJEMPLO A SEGUIR, por lo tanto, lo que se exige debe ser congruente con lo que se hace, ya que su influencia es poderosa para lograr una salud emocional equilibrada.
Un elemento clave para una buena educación es la comunicación, y ésta siempre será acompañada de respeto y tolerancia por parte de todos los miembros de la familia. Ser padre es sinónimo de comprensión, cariño y responsabilidad. Le corresponde a los padres esforzarse en lograr una educación de calidad, en donde se les llene de amor, de muestras de afecto, reconociéndoles sus capacidades, pero trabajando en equipo para identificar las dificultades y realizar un esfuerzo por superarlas, siendo pacientes, mostrando interés en las cualidades y sentimientos del pequeño, no sobreprotegerlo, por el contrario, enseñarle a ser independiente. Todo esto dará como resultado hijos autónomos, responsables, cariñosos, asertivos, capaces de enfrentarse a conflictos sin volverse intolerantes, positivos, etc.
Se deben establecer límites a sus hijos, de una manera respetuosa, sin humillaciones o agresión, ya que son los padres quienes proporcionan seguridad y confianza, y el no ser guiados de una forma adecuada puede afectarlos gravemente en su crecimiento personal. Por último, les comparto una pequeña reflexión: “Educar a un niño es como sostener en la mano un jabón. Si aprietas mucho sale disparado, si lo sujetas con indecisión se te escurre entre los dedos, una presión suave pero firme lo mantiene sujeto”. QUERER ES PODER
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Los padres deben en la medida de lo posible, tratar de proveer un ambiente estable y seguro, que pueda fomentar un desarrollo sano de las relaciones sociales, así como una autoestima bien estructurada y equilibrada; además, enseñar a sus hijos a comportarse siempre con valores y costumbres, con respeto y humildad, ayudándolos a fijarse metas futuras y a encontrar alternativas para cumplirlas, SIN OLVIDAR QUE LOS PADRES SON EL EJEMPLO A SEGUIR, por lo tanto, lo que se exige debe ser congruente con lo que se hace, ya que su influencia es poderosa para lograr una salud emocional equilibrada.
Un elemento clave para una buena educación es la comunicación, y ésta siempre será acompañada de respeto y tolerancia por parte de todos los miembros de la familia. Ser padre es sinónimo de comprensión, cariño y responsabilidad. Le corresponde a los padres esforzarse en lograr una educación de calidad, en donde se les llene de amor, de muestras de afecto, reconociéndoles sus capacidades, pero trabajando en equipo para identificar las dificultades y realizar un esfuerzo por superarlas, siendo pacientes, mostrando interés en las cualidades y sentimientos del pequeño, no sobreprotegerlo, por el contrario, enseñarle a ser independiente. Todo esto dará como resultado hijos autónomos, responsables, cariñosos, asertivos, capaces de enfrentarse a conflictos sin volverse intolerantes, positivos, etc.
Se deben establecer límites a sus hijos, de una manera respetuosa, sin humillaciones o agresión, ya que son los padres quienes proporcionan seguridad y confianza, y el no ser guiados de una forma adecuada puede afectarlos gravemente en su crecimiento personal. Por último, les comparto una pequeña reflexión: “Educar a un niño es como sostener en la mano un jabón. Si aprietas mucho sale disparado, si lo sujetas con indecisión se te escurre entre los dedos, una presión suave pero firme lo mantiene sujeto”. QUERER ES PODER
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