La magia homeopática sigue el principio de que "lo semejante produce lo semejante", mientras la segunda dice que "lo que una vez tuvo contacto y relación, lo seguirá teniendo, recíprocamente, aunque se haya cortado dicho vínculo, quedando latente tal influencia a la distancia. Estamos hablando de una época en que el prestigio de la palabra -el dungun- era real". Una época, que se prolonga en el presente, de ensalmos y conjuros pronunciados sobre la acción, por ejemplo, de cortar el cordón umbilical. Para el pueblo mapuche, la mujer es dueña de la llave que abre y cierra el reino de la naturaleza, y su poder es la máxima expresión del lado luminoso y creador de la fuerza primordial. Ella es capaz de producir cosechas abundantes o terremotos.
En la cosmovisión mapuche, todo acto sexual engendra seres visibles e invisibles, ángeles o demonios. Y no en vano la palabra esposa -kure- literalmente significa "concavidad fecunda por donde se canaliza la energía pura": la condición femenina siempre estuvo rodeada de especial reverencia y ceremonia.
Ziley Mora Penroz
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