He hablado en repetidas ocasiones que es de sumar importancia escuchar la sabiduría interior, que se expresa a través de nuestro inconsciente. He dicho que todos los días y sobre todo todas las noches en los sueños el inconsciente nos habla, nos dice dónde estamos y hacia dónde nos dirigimos, cómo estamos cumpliendo nuestra tarea de integración.
¿Y cómo escuchar el inconsciente?
Todos soñamos, aunque a veces escuchamos a pacientes y personas en general que afirman “yo nunca sueño”, realmente todos soñamos, qué hacer para recordar los sueños.
1. No cargue su cabeza de imágenes: no vea televisión antes de acostarse.
2. Acuéstate antes de las 11 de la noche: de las 11 p.m. a la 1 de la madrugada se activa la vesicular biliar, y de la 1 am a las 3 a.m. se activa el hígado. El hígado es el órgano fundamental para soñar. Si tienes problemas de hígado, es posible que no sueñes, o que sea muy difícil soñar.
3. Los sueños son sutiles, se escapan como agua entre los dedos. Te acuerdas del sueño, pero si no lo agarras rápido, se fue. Una vez que te despiertes, no muevas la cabeza, ten al lado de la cama una grabadora, tu teléfono celular para grabar tus sueños y las sensaciones que te dejan. Pon la fecha. Y un título al sueño, el que primero venga. Recuerda lo más importantes de anotar son las sensaciones y las emociones que te deja el sueño. Ello está asociado al asunto energético que movió el sueño en ti.
Has notado que pese a que la noche anterior te fuiste a la cama contento con la vida, el sueño mueve emociones que te cambian la perspectiva del nuevo día, te pasa lo mismo cuando ves una película. Las imágenes interaccionan con las imágenes que tú tienes en la pantalla chica de tus sueños, te mueve energéticamente, es un isomorfismo y por ello te cambia el estado de ánimo.
Ps. Luz Marina Hoyos Duque
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