viernes, noviembre 15, 2013

Es posible aprender a mirar lo que está bien POR LUIS AUBELE / PARA CLARÍN BUENA VIDA



Viviana Kelmanowicz: cambiar es posible.

¿Por qué siempre el foco en el error?

Vivimos en una sociedad que se focaliza en el error, que busca siempre  lo que haces mal para señalarlo.  Esa postura perfeccionista que lleva a los seres a experimentarse como inapropiados,  causa mucho dolor y sufrimiento,   eleva  los estándares de desempeño a un ideal inalcanzable. Y esta idealización  de la perfección la vivenciamos desde la infancia y se refuerza en la escuela.

Tengo una experiencia viva en mi mente. Cierto día fui a recibir la entrega de notas  de cuarto grado de mi hijo mayor.  La profesora frente a todo el grupo me recitó  una letanía con todas las fallas que ella observaba:  indisciplinado, juega todo el tiempo, se mueve de la silla, conversa con los amiguitos...

Escuché impasible ese rosario interminable, pensando,  esta profesora conoce una parte de mi hijo. Cuando por fin  sin aliento se quedó en silencio,    replique, maestra,  por favor me dice las cualidades, las cosas buenas que tiene mi hijo.

La profesora dudó por un instante y luego saliendo del paso  murmuró, mmmm, sí él es... muy humilde... Profesora, definitivamente no conoce a mi hijo, esta no es una cualidad  que lo adorne,  le ruego el favor de que se tome el mismo tiempo que se tomó en evaluar sus falencias,   explorando  sus cualidades y fortalezas.

La psicología positiva nos habla de ello, dejar esa manida costumbre de poner el ojo en el error, en el fallo: 

Si se aborda la realidad desde lo positivo, ésta cambiará sustancialmente, afirma la licenciada Viviana Kelmanowicz, creadora de un videojuego donde gana el bien común.

“No estamos acostumbrados a mirar lo que está bien. Por eso, para aliviar y curar eso que está mal, la psicología positiva nos propone comenzar por mirar lo que está bien. A valorarlo, a desarrollar emociones positivas, que amplían nuestra mirada. Pero buscar estar mejor, ser feliz, es una decisión que nos compromete profundamente, que no es fácil. Es un hábito, algo que tenemos que aprender y cultivar”, reflexiona Viviana Kelmanowicz, psicóloga y psicopedagoga, docente titular de la cátedra de Intervenciones en Psicología Positiva, en la licenciatura en Psicología de la Universidad de Palermo.

Kelmanowicz es miembro titular de la Asociación Internacional de Psicología Positiva y participante del 7mo. Encuentro Iberoamericano de Psicología Positiva, que se llevó a cabo hace unos días en Buenos Aires.


“Por formación, vengo de la línea clínica para ayudar a la gente a que mejore, chicos, adolescentes y adultos. Pero, la verdad es que en el mundo de los congresos a los que asisto, lo más común en la psicología positiva son investigaciones científicas y académicas, pero muy poco sobre intervenciones específicas para que la gente se transforme. Entonces, junto con mis socias del grupo Awe, de la Universidad de Palermo, las licenciadas Andrea Czar y Marcela Kappelmayer, decidimos comenzar una investigación con los chicos, en la que estimulamos el optimismo y la gratitud a a través de cuentos.

¿Cómo lo hacían?
Les leíamos cuentos para que sintieran emociones diferentes y así poder cambiar sus pensamientos. Además, les dimos tareas específicas para practicar el optimismo y la gratitud. Tuvimos seis encuentros con los chicos y desde el comienzo comprobamos que hubo cambios importantes. Les tomamos un sociograma al comienzo y otro al final. Al inicio. les preguntábamos “¿con quien te gustaría jugar y a quién invitarías a tu casa? Y luego, “¿con quién no te gustaría jugar y a quién nunca invitarías a tu casa?” Dos años atrás, llevamos esta investigación con mucho éxito al congreso de Filadelfia. Una vez que tuvimos las respuestas, empezamos un trabajo de estimulación que consistía en proponer a Florencia, por ejemplo, que tratara de encontrar alguna cualidad positiva en Daniel, a quien nunca invitaría a su casa. ¿Se entiende? Al cabo de estos seis encuentros, si Florencia había elegido a cuatro chicos con los que no quería jugar, luego de los seis encuentros elegía a a dos. Hay una regla de oro en la psicología positiva: “La misma cantidad de tiempo que yo dedico a preguntarte y a mirar lo que no funciona bien en tí, voy a dedicarla a mirar y preguntarte lo que funciona bien. Es una filosofía de vida.”

-¿Qué ocurrió?
-A raíz de que esto fue muy exitoso, decidimos crear un juego electrónico, un video juego, para desarrollar emociones positivas, y así creamos Awaventura. Realmente es muy divertido y muy actual porque utiliza la tecnología del mundo de los chicos. Nos ayudaron en la realización un grupo de diseñadores que se entusiasmó con la idea de hacer video juegos con las emociones positivas. La idea es que el mundo está destruido, ha perdido la energía vital y el único color que predomina es el gris. Sin embargo, hay un grupo de islas llenas de luz y color, donde viven hombres y animales de una manera armónica y feliz. Un grupo de cazadores se acerca a las islas tratando de capturar ese gen que hace que todo sea color y gratitud, para clonarlo y aplicarlo en el mundo gris. Los cazadores llegan con sus trampas, jaulas y armas, pero son ellos los transformados. Entre otras cosas, la presencia de un monito bebé desencadena sentimientos de ternura y afecto en uno de ellos. Una cascada fresca y murmuradora despierta la alegría dormida en un grupo y, sorpresivamente, una comunidad de hormigas asalta a los cazadores, les hace cosquillas y no pueden parar de reír. Finalmente, los cazadores comprenden que eso que hace florecer a esas comunidades es la vida en común, sentimientos de colaboración y gratitud. Los chicos participan en el videojuego defendiendo las islas y ayudando a transformar a los cazadores. Entre otras cosas, plantan flores y todo esto les da energía para llevar adelante su revolución transformadora. Paralelamente, van ganando awes (monedas) que canjearán para hacer donaciones para empresas de bien común en el mundo real.

¿Una reflexión final?
Tomar el amor como la emoción básica que nuclea a todas las demás emociones positivas. ¿Pero qué es el amor? Amor es ese clic que uno siente con el otro, que se siente en el cuerpo, en la mente, y que se da en el contacto de los ojos, al encontrarse en la mirada. El contacto de los ojos hace que se conecten los cerebros. Eso es el amor… (tTomado del libro Positividad, de Bárbara Fredrickson)

Lecturas
La auténtica felicidad ( Martín Seligman)
La ciencia de la felicidad (Sonja Lyubomirski)
Positividad (Barbara Fredrickson)
Even Happier (Tal Ben Shahar)
Fundamentos de Psicología Positiva (Comp.por Alejandro Castro Solano)
Fluir (Mihaly Csikszentmihalyi)

Películas
Billy Elliot (Stephen Daldry)
Ray (Taylor Hackford; Jamie Foxx en el papel de Ray Charles)
El discurso del rey (Tom Hooper/ David Sedler)

Ejercicio para sentirnos bien

El primer paso fundamental es recordar que si queremos sentir mayor bienestar, debemos tomar “la decisión”. Las decisiones se basan en intenciones que generalmente son inestables, esto suele ser un problema, pero no es el punto a discutir. De todas formas, como por algún lado se empieza, se da por sentado que la decisión está tomada. ¿Qué podemos hacer, entonces? Tomar conciencia de cuál es nuestra situación actual con respecto al bienestar. Y para ello, a modo de examen cotidiano, averiguar algunas cosas de nosotros, por ejemplo:

Si me diera permiso para sentirme mejor, yo…
Las cosas que se interponen en mi camino hacia el bienestar son …
Para darle un 5 % más de felicidad a mi vida yo tendría que …

Las respuestas a estas preguntas, son un buen comienzo para trabajar por nuestra felicidad. (Estas actividades fueron tomadas de los libros: Even Happier de Tal Ben Shahar, y de la Ciencia de la felicidad de Sonja Lyubomirski)

Doce pasos hacia la felicidad


La psicología positiva enumera las siguientes doce maneras para alcanzar el estado de felicidad.


1) Actos de amabilidad: recordar algún momento en que hayas actuado de manera generosa y amable y te sentiste satisfecho/a. Visualiza la respuesta de esa persona y tu sensación, saboreala..

2) Placer y significado: por un periodo de dos semanas, lleva un registro de tus actividades cotidianas y tomá el tiempo que le dedicas a cada actividad. Haz una tabla que indique el nombre de la actividad, cuánto significado y cuánto placer te provee, y la cantidad de tiempo que le dedicas. Evaluá si estás satisfecho con la cantidad de tiempo que le dedicas a estas actividades.

3) Pregúntate qué le provee a tu vida de significado. ¿Qué te provee de esa gratificación emocional que necesitas para sentirte bien con vos mismo?

4) ¿Quiénes son los hermosos enemigos? Aquellos que con respeto te cuestionan, te muestran maneras nuevas de ver tu vida. ¿De qué manera te ayudaron? ¿Cómo podes convertirte en un hermoso enemigo para otros?

5) Desarrollar y aprender cosas nuevas.

6) Practicar mindfulness: vivir el momento presente, tener tiempos de silencio para poder encontrarnos con nuestros verdaderos deseos.

7) Saborear sin necesidad de pensar o juzgar una experiencia. Por mínima que sea, dedicarle tu atención, disfrutarla con todos los sentidos. Y luego evocarla.

8) Cultivar las relaciones: conectarte, llamar o verte con aquellas personas con las que no te encontrás por falta de tiempo o por la inercia de tu vida. Incrementar la intensidad de tus vínculos.

9) Contar bendiciones: pensar las tres mejores cosas que te pasaron en el día, llevar un racconto de lo bueno que te sucede (desde lo más pequeño hasta lo más grande), y agradecer por eso.

10) Carta de gratitud: pensar en aquellas personas a las que por su impacto en tu vida, desees agradecerles. Escribirles una carta en dónde les cuentes por qué fueron importantes para vos, en qué te ayudaron, qué te brindaron, etc. Si te animás, reunite con el o ella y entregale esa carta.

11) Evitar pensar demasiado y evitar la comparación social.

12) Comprometerte con tus objetivos.

No hay comentarios.: