Muchas veces me cuestiono acerca de lo que estoy experimentando, ¿es esto fruto de una proyección?, ¿esto es consecuencia de lo que habita en mi interior? Por supuesto que evaluó esos asuntos que me sacan de mi zona de confort, que me obligan a realizar un cambio, a aceptar nuevas cosas, que me enfrenta con lo que temo o lo que no deseo.
Entonces revolotea en mi mente “aquello que no toleras en otros es algo que no soportas de ti y forma parte de tu naturaleza.
Y por supuesto que todo esto es inconsciente no lo visualizas tan fácil como el paisaje que tienes en frente, los árboles, el cielo, las nubes. En la profunda estructura de la psique se esconden los espectros que no reconocemos como nuestros, pero que, muy seguramente si lo son.
Es importante la autobservación. Ponernos bajo el microscopio a nosotros mismos. Estar atentos a esas reacciones inusuales. Revisar los aprendizajes que pensamos que ya han sido asimilados, pues quizá aún nos falta por aprender.
Todo en la vida cambia, es dinámico, si observáramos bajo el microscopio la mesa sobre la que apoyo mi pc en unos meses, molecularmente no sera la misma mesa, por ello es posible que un día nos sorprenda vernos en una postura que contradice la que teníamos en otro tiempo, en otro contexto, en otra situación.
Esta bella historia sufí sufí da cuenta de esa dualidad que nos habita.
- Había una vez un anciano que pasaba los días sentado junto a un pozo a la entrada de un pueblo. Un día pasó un joven se acercó y le preguntó lo siguiente:
-Nunca he venido por estos lugares, ¿cómo son la gente de esta ciudad?
El anciano le respondió con otra pregunta:
-¿Cómo eran los habitantes de la ciudad de donde vienes?
-Egoístas y malvados, por eso estoy contento de haber salido de allá.
-Así son los habitantes de esta ciudad, -le respondió el anciano.
Un poco después, pasó otro joven, se acercó al anciano y le hizo la misma pregunta:
-Voy llegando a este lugar, ¿cómo son los habitantes de esta ciudad?
El anciano le respondió de nuevo con la misma pregunta:
-¿Cómo son los habitantes de la ciudad de donde vienes?
-Eran buenos y generosos, hospitalarios, honestos y trabajadores. Tenía tantos amigos que me ha costado mucho separarme de ellos.
-También los habitantes de esta ciudad son así, -respondió el anciano.
Un hombre que había llevado sus animales a beber agua al pozo y que había escuchado la conversación, en cuanto el joven se alejó le dijo al anciano:
-¿Cómo puedes dar dos respuestas completamente diferentes a la misma pregunta realizadas por dos personas?
Mira -respondió el anciano-, cada persona lleva el universo en su corazón. Quien no ha encontrado nada bueno en su pasado, tampoco lo encontrará aquí. En cambio, aquel que tenía amigos en su ciudad, también aquí encontrará amigos fieles y leales. Porque las personas son lo que encuentran en sí mismas, encuentran siempre lo que esperan encontrar.
-Nunca he venido por estos lugares, ¿cómo son la gente de esta ciudad?
El anciano le respondió con otra pregunta:
-¿Cómo eran los habitantes de la ciudad de donde vienes?
-Egoístas y malvados, por eso estoy contento de haber salido de allá.
-Así son los habitantes de esta ciudad, -le respondió el anciano.
Un poco después, pasó otro joven, se acercó al anciano y le hizo la misma pregunta:
-Voy llegando a este lugar, ¿cómo son los habitantes de esta ciudad?
El anciano le respondió de nuevo con la misma pregunta:
-¿Cómo son los habitantes de la ciudad de donde vienes?
-Eran buenos y generosos, hospitalarios, honestos y trabajadores. Tenía tantos amigos que me ha costado mucho separarme de ellos.
-También los habitantes de esta ciudad son así, -respondió el anciano.
Un hombre que había llevado sus animales a beber agua al pozo y que había escuchado la conversación, en cuanto el joven se alejó le dijo al anciano:
-¿Cómo puedes dar dos respuestas completamente diferentes a la misma pregunta realizadas por dos personas?
Mira -respondió el anciano-, cada persona lleva el universo en su corazón. Quien no ha encontrado nada bueno en su pasado, tampoco lo encontrará aquí. En cambio, aquel que tenía amigos en su ciudad, también aquí encontrará amigos fieles y leales. Porque las personas son lo que encuentran en sí mismas, encuentran siempre lo que esperan encontrar.
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