sábado, agosto 25, 2012

MEJORAR LA COMUNICACIÓN MEDIANTE EL RAPPORT



“Cuando quiera descubrir cosas acerca de sus pacientes, observe, observe sus conductas” Milton Erikson
Cuando mantenemos una reunión, uno de los factores más importantes para alcanzar el éxito es el conseguir mantener una comunicación efectiva, normalmente mediante un acercamiento con la otra persona. El proceso de acercamiento, de conexión a la otra persona, es utilizado de forma intuitiva por muchas personas, pero puede ser aprendido y practicado para mejorar la comunicación.

Una buena herramienta para conseguirlo es aprender como obtener el “Rapport”, que significa acompañar, acompasar. Se dice que en una relación entre dos o más personas hay rapport cuando sus pensamientos o sentimientos armonizan entre sí.

El Rapport, por tanto, es una herramienta fundamental en trabajos donde se requiere empatía o sintonía con otras personas, generando las condiciones perfectas para resolver conflictos, negociaciones o ventas, al lograr un clima de confianza, credibilidad e interés.

¿Cómo conseguir Rapport?
Nosotros tenemos una mente consciente y una mente inconsciente. Cuando conversamos con alguien, cuando estamos en una reunión, nuestra mente consciente está concentrada en las palabras que escuchamos, en las ideas que luego plantearemos, etc, pero nuestra mente inconsciente está recibiendo señales de las otras personas, captando el tono de voz, el lenguaje no verbal, etc. Nuestra mente inconsciente interpreta estas señales y las relaciona con nuestro modo de vivir, de sentir y saca una conclusión: es de confianza o no lo es, me siento bien o quizás no siento nada especial.

Esa sensación la hemos tenido muchas veces cuando conocemos a alguien, cuando llegamos a una reunión y percibimos en pocos minutos si tenemos lo que llamamos “Química” con unas u otras personas.

Conseguiremos el Rapport si conseguimos “conectar” con la mente inconsciente de la otra persona, acompañándola y guiándola, estableciendo un lazo de confianza.

¿Cómo conectar, como alcanzar el rapport?

Conectamos con la otra persona cuando observamos los canales por los que se comunica una persona, prestando especial atención a las siguientes vías:

Frecuencia y profundidad de la respiración
La postura corporal, movimientos y gestos
La forma de hablar, su ritmo, tono y volumen.
Parpadeo y vías de acceso ocular
Patrones de lenguaje (visual, auditivo, olfativo, etc.)

Una vez analizados estos canales podemos actuar copiando posturas, gestos, estado de ánimo, repitiendo similares palabras, la forma de pronunciarlas, etc. Todo con sutileza, de forma natural.
Si conseguimos unirnos, cadenciar nuestra comunicación como en una danza, si las dos personas adoptan la misma postura, el mismo ritmo, conseguiremos estar en Rapport.Ahora la sintonía estará muy cerca y llegarán los acuerdos.

Veamos algunos ejemplos de vías para alcanzar el rapport:

La respiración

Mientras conversamos con la otra persona, podemos observar la velocidad y ritmo de su respiración. Si luego igualamos la velocidad de su respiración, igualaremos también la velocidad al hablar.

Con la postura corporal, movimientos y gestos

Podemos generar Rapport imitando posturas, movimientos, gestos tras unos segundos después de haberlo hecho la otra persona. Por ejemplo, podemos generar rapport desde los primeros saludos. Si alguien nos saluda eufóricamente debemos responder así también, si nos alza una mano para saludar, nosotros responderemos alzando la nuestra también.

Al hablar
Cuando estamos hablando con alguien podemos modelar (copiar) también la velocidad de su voz, es decir, si habla rápido nosotros también haremos lo mismo, si habla despacio para generar Rapport hablaremos también despacio.

Con el lenguaje

Hay personas que por lo general usan una palabra que es común en ellos, lo cuál para generar Rapport la usaremos en algunas ocasiones mientras conversamos. Por lo general trataremos de repetir las últimas frases de la persona a la cual hacemos rapport.

No obstante, observar al mismo tiempo todas estas posibilidades es muy difícil. Por eso es mejor seleccionar una o dos, realizando un especial esfuerzo por copiarlos. Si intentamos reflejar la postura corporal, la respiración y los gestos, es difícil que se pueda atender a la voz o a los patrones del lenguaje, aunque practicando se puede ir aumentando las vías de acompasamiento hasta llegar al nivel de Rapport deseado.

¿Cómo saber que es eficaz lo que estamos haciendo?
Después de haber acompasado una conducta, se puede comprobar si estas en rapport con ella simplemente cambiando la conducta y verificando si la otra persona te sigue. Si sigue tu nueva conducta quiere decir que estás en rapport. Si no lo hace, no estas en rapport. En este caso, se puede volver a intentar acompasar su conducta de nuevo.

La comunicación no verbal
En nuestra relación con los demás, la forma en que nos comunicamos no verbalmente es un importante lenguaje que suele quedar relegado, si no olvidado en nuestros intentos por conectar con otras personas. Seamos conscientes de los mensajes que comunicamos y mejoremos nuestra capacidad de observar los mensajes de los demás. Nos permitirá adoptar un lenguaje corporal que atraiga a los demás, obteniendo claros beneficios.

miércoles, agosto 22, 2012

NO ERES TÚ, SOY YO






Este es un ensayo de Víctor Frankl, neurólogo,  Psiquiatra y psicoterapeuta austriaco, sobreviviente del holocausto y el fundador de la disciplina que conocemos hoy como Logoterapia.


¿Quién te hace sufrir? ¿Quién te rompe el corazón? ¿Quién te lastima? ¿Quién te roba la felicidad o te quita la tranquilidad? ¿Quién controla tu vida?...
¿Tus padres? ¿Tu pareja? ¿Un antiguo amor? ¿Tu suegra? ¿Tu jefe?...
Podrías armar toda una lista de sospechosos o culpables.
Probablemente sea lo más fácil. De hecho sólo es cuestión de pensar un poco e ir nombrando a todas aquellas personas que no te han dado lo que te mereces, te han tratado mal o simplemente se han ido de tu vida, dejándote un profundo dolor que hasta el día de hoy no entiendes.
Pero ¿sabes? No necesitas buscar nombres. La respuesta es más sencilla de lo que parece, y es que nadie te hace sufrir, te rompe el corazón, te daña o te quita la   paz. Nadie tiene la capacidad al menos que tú le permitas, le abras la puerta y le entregues el control de tu vida.
Llegar a pensar con ese nivel de conciencia puede ser un gran reto, pero no es tan complicado como parece. Se vuelve mucho más sencillo cuando comprendemos que lo que está en juego es nuestra propia felicidad. Y definitivamente el peor lugar para colocarla es en la mente del otro, en sus pensamientos, comentarios o decisiones.
Cada día estoy más convencido de que el hombre sufre no por lo que le pasa, sino por lo que interpreta. Muchas veces sufrimos por tratar de darle respuesta a preguntas que taladran nuestra mente como: ¿Por qué no me llamó? ¿No piensa buscarme? ¿Por qué no me dijo lo que yo quería escuchar? ¿Por qué hizo lo que más me molesta? ¿Por qué se me quedó viendo feo? y muchas otras que por razones de espacio voy a omitir.
No se sufre por la acción de la otra persona, sino por lo que sentimos, pensamos e interpretamos de lo que hizo, por consecuencia directa de haberle dado el control a alguien ajeno a nosotros.
Si lo quisieras ver de forma más gráfica, es como si nos estuviéramos haciendo vudú voluntariamente, clavándonos las agujas cada vez que un tercero hace o deja de hacer algo que nos incomoda. Lo más curioso e injusto del asunto es que  la gran mayoría de las personas que nos "lastimaron", siguen sus vidas como si nada hubiera pasado; algunas inclusive ni se llegan a enterar de todo el teatro que estás viviendo en tu mente.
Un claro ejemplo de la enorme dependencia que podemos llegar a tener con otra persona es cuando hace algunos años alguien me dijo:
"Necesito que Pedro me diga que me quiere aunque yo sepa que es mentira. Sólo quiero escucharlo de su boca y que me visite de vez en cuando aunque yo sé que tiene otra familia; te lo prometo que ya con eso puedo ser feliz y me conformo, pero si no lo hace... siento que me muero".
¡Wow! Yo me quedé de a cuatro ¿Realmente esa será la auténtica felicidad? ¿No será un martirio constante que alguien se la pase decidiendo nuestro estado de ánimo y bienestar? Querer obligar a otra persona a sentir lo que no siente... ¿no será un calvario voluntario para nosotros?
No podemos pasarnos la vida cediendo el poder a alguien más, porque terminamos dependiendo de elecciones de otros, convertidos en marionetas de sus pensamientos y acciones.
Las frases que normalmente se dicen los enamorados como: "Mi amor, me haces tan feliz", "Sin ti me muero", "No puedo pasar la vida sin ti", son completamente irreales y falsas. No porque esté en contra del amor, al contrario, me considero una persona bastante apasionada y romántica, sino porque realmente ninguna otra persona (hasta donde yo tengo entendido) tiene la capacidad de entrar en tu mente, modificar tus procesos bioquímicos y hacerte feliz o hacer que tu corazón deje de latir.
Definitivamente nadie puede decidir por nosotros. Nadie puede obligarnos a sentir o a hacer algo que no queremos, tenemos que vivir en libertad. No podemos estar donde no nos necesiten ni donde no quieran nuestra compañía. No podemos entregar el control de nuestra existencia, para que otros escriban nuestra historia. Tal vez tampoco podamos controlar lo que pasa, pero sí decidir cómo reaccionar e interpretar aquello que nos sucede.
La siguiente vez que pienses que alguien te lastima, te hace sufrir o controla tu vida, recuerda: No es él, no es ella...
ERES TÚ quien lo permite y está en tus manos volver a recuperar el control.
"Al hombre se le puede arrebatar todo, salvo una cosa: La última de las libertades humanas- la elección de la actitud personal que debe adoptar frente al destino- para decidir su propio camino". 


jueves, agosto 09, 2012

¿Cuál es la diferencia entre Delirio y Alucinación?




El objetivo de este post es el de aclarar las diferencias que existen entre estos dos términos, ya que es muy común creer que puedan tener un mismo significado, esta confusión se da muy a menudo, por eso resulta necesario explicar su distinción.
El DSM IV (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos mentales) define el delirio como: “una falsa creencia basada en una inferencia incorrecta relativa a la realidad externa, que es firmemente sostenida, a pesar de que casi todo el mundo cree y a pesar de cuanto constituye una prueba o evidencia incontrovertible y obvia de lo contrario”
La alucinación es definida como: “Experiencia sensorial organizada que es producto de la mente del paciente y que no existe en el mundo externo, las modalidades más frecuentes de las alucinaciones son la auditiva y la visual, y las menos frecuentes la táctil y gustativa.”
Básicamente, como se puede comprobar con las definiciones que aporta el DSM IV, las diferencias que existen entre estos dos términos son evidentes, ya que la alucinación es totalmente inventada por la mente, no es producto de la distorsión de ningún objeto presente, se percibe algo sin tener en cuenta los estímulos externos. En cambio el delirio se produce bajo la distorsión de un estímulo externo. Consiste en una creencia errónea de la realidad sobre un hecho u objeto existente.
Ambos síntomas tienen en común, que los individuos quienes los padecen están totalmente convencidos de que lo que perciben es totalmente real, y no admite discusión. Dichos individuos, se suelen dar cuenta del problema al intentar compartir sus experiencias perceptivas con quienes les rodean. Ambos son síntomas psicóticos característicos, sin que necesariamente formen parte de una  patología, pueden aparecer en
situaciones de estrés, bajo déficits sensoriales, o por causas externas como intoxicaciones debidas a diferentes medicamentos y drogas.
Bibliografía:
  • DSM-IV. American Psychiatric Association. (1994). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (4th ed.). Washington, DC.
Fuente: ARAGON, Rafael. consultado agosto 9 de 2012, en el sitio web http://e-ciencia.com/blog/reflexion/diferencia-entre-delirio-y-alucinacion/