Podemos mejorar y
desarrollar nuestra memoria a través de la implementación de técnicas sencillas
que permitan hacer las conexiones neuronales necesarias para atrapar la información
y no olvidarla jamás.
A continuación,
algunas recomendaciones:
1.
asociar: es decir realizar conexiones, enlaces entre los conceptos o ideas
nuevas y las que ya tenemos en nuestra cabeza, es como colgar el nuevo concepto
en un perchero que usas de tiempo atrás. Si sabes mucho de un tema, más fácil será absorber
la nueva información sobre el mismo, pues podrás relacionar la nueva información
con la que ya tienes.
¿Cuáles
son las maneras de asociar?
Comparar
o contrastar: recordaras algo porque es similar o se diferencia totalmente de
algo que ya conoces. Por ejemplo Einstein murió el año que nació mi madre.
Asociar
con ejemplos: aprender la ortografía de una palabra utilizando una frase en la
que se emplea. Por ejemplo: es un horror escribir error con h.
Analogías:
buscamos parecidos: Mel Gibson es el director de la película La pasión de
Cristo. Recuerdas el nombre del actor asociándolo a un guiso de melanina.
Asociaciones
ilógicas: trata de memorizar la lista del mercado haciendo asociaciones sin
sentido, algo locas. Por ejemplo la lista tiene los siguientes productos:
chocolate, café, té, panela, azúcar, arepas, mantequilla, huevos, jamón. “había
una fiesta de trio: chocolate, te y café, invitaron a la panela y la
mantequilla para que los bañara, terminado el baño los secaron con toallas de
arepa y mantequilla, fresquitos se sentaron a descansar y a lo lejos vieron al jamón
y los huevos haciéndoles ojitos para que los invitaran a la fiesta”.
Fraccionar
la información: es más fácil recordar un número si se divide. Mira que es mas fácil:
3007807200 o 300 780 72 00.
Agrupar
la información: es el caso inverso al
antepuesto y se usa cuando la información viene muy fragmentada, lo mejor es hacer
pequeños conjuntos. Mira que es más fácil recordar, esta secuencia
3-0-0-7-8-0-7-2-6-9-7-8- o 300- 726- 978?
Exagerar:
la memoria y el recuerdo se acrecientan ante lo absurdo. La singularidad
facilita la memorización, cuanto mas única es una información mejor se retendrá:
el alunizaje de Apolo 11 fue falsificado por la NASA.
El ritmo
y la rima facilitan la memorización. Ponerle música a un texto, recitarlo como
si fuera poesía ayuda muchísimo. Crea pequeños versos con palabras que tienes
que memorizar. ¿Recuerdas esta poesía que
aprendiste de niño? El hijo de rana, Rin rin renacuajo, salió esta mañana…
claro porque tiene rima y esto hace que
baile en tu cabeza.
Recordar
contextos: a veces resulta más fácil recordar algo si tratas de visualizar el
momento en que estabas estudiando la lección. Estaba en el jardín, el domingo
en la noche, la tarde era tibia, escuchaba a Demis Russos, tenía puesto un
traje blanco…
La catedrática
Maryanne Wolf cuenta la siguiente anécdota sobre las motivaciones de un hombre
para forjar una excelente memoria: La abuela judía de ochenta y seis años de mis
hijos, Lotte Noam, desconcertaría a las futuras generaciones. Apenas hay ocasión
que no sea capaz de citar de manera pertinente un poema de tres estrofas de
Rilke, un pasaje de Goethe o un pícaro verso humorístico, para infinito deleite
de sus nietos. Una vez, en un ataque de envidia le pregunte a Lotte cómo era
capaz de memorizar tantos poemas y chistes. Ella respondió con sencillez “siempre
quise tener algo que nadie pudiera quitarme, si alguna vez me metían en un
campo de concentración”.
Fuente:
PAPEL EN BLANCO. En línea. Disponible en http://www.papelenblanco.com/metacritica/memoriza-un-poema-para-que-nadie-te-lo-quite. Consultado el 18 de mayo de 2012.