SÍ, el universo sonrió cuando naciste, cuando nacieron tus papas, y sigue sonriendo, se llenó de alegría cuando nacieron tus hijos, tus amigos, quizá los has olvidado, conectado al mundo de la lógica, la razón, las matemáticas, ignorando tu niño interior.
Quién es el niño interior, son tus sentimientos, tus emociones, esa vocecita que te pide que tengas una vida diferente, que te dice que bailes, que siente la necesidad de diversión, que te invita a volver a hacer las cosas que hacías cuando eras niño. ¿Recuerdas que entonces todo era posible?, recitar, bailar, elevar una cometa, hablar con los duendes y las hadas, lo que te pidieran tú lo sabias hacer. Los regaños, las críticas te quitaron esa alegría, esa magia, para convertirte en una persona seria, que olvidó sonreír. ¿Cuánto hace que no te ríes a carcajada batiente?
Cuando ves sonreír un bebe te ríes, él te devuelve tu esencia, reímos y nos alegramos con los niños porque nos conectan con nuestra esencia, con la espontaneidad, la fluidez, pudiste haberlo olvidado, pero aún sigue.
Recupera la valía de tu niño interior, recupera tu esencia, conecta con ese niño que espera, empieza a amarlo, sana esas heridas de la infancia. Tal vez sufriste abuso físico, fuiste golpeados por papá o mamá, o fuiste abusado emocionalmente, al no tener contacto físico, te hirieron con palabras, de pronto sufriste de abuso sexual, toda estas experiencias marcan tus relaciones de adulto, en tu trabajo con tus amigos, con tu pareja. Allí está la respuesta a las relaciones de codependencia, las adicciones, la disfunción sexual, en el niño lastimado, herido, abusado, necesitamos tratarlo con mucho cuidado con inmenso amor.
Rescata la alegría del niño, te volviste serio porque sancionaron al niño que da lata, que brinca, que juega, te hicieron callar, te detuvieron, te contuvieron aprendiste a guardar esa parte de ti, la alegría el juego, la diversión.
Es importante reencontrarte con tu niño interior, deja de ser metódico, sabias que la palabra metódico tiene las mismas consonantes de mitad, quien vive metódicamente vive a la mitad. Vuelve a buscar a ese niño que está dormido, que todavía tiene sueños, esperanzas, anhelos, te encontraras con las heridas, pero también te encontraras con la alegría de vida que te impulsa a divertirte, a vivir de forma diferente.
El niño interior está en un estado de gracia, mágico, espontaneo, para seguir sorprendiéndote con la vida, en Harvard se habla del hombre completo: “no tengo nada que aprender, eso ya me lo sé”, ese es el síndrome de que estás acabado, dejar de aprender de sorprenderte con la vida.
Cómo reencontrarte con esa parte de alegría. Confía en el proceso de la vida, te llegará todo lo que necesitas.
Ahora vamos a la práctica diez puntos para conectar con tu niño interior, tu alegría y espontaneidad:
1. Consigue una fotografía de cuando estabas pequeño, 1 año, siete, meses, durante el día mira tú fotografía y dile: yo si te amo y te acepto tal como eres, tienes mi amor incondicional, el universo hizo fiesta cuando naciste, hazlo las veces que quieras.
2. Dale espacio a la risa, las películas que te hacen reír, las caricaturas, los chistes, conéctate como cuando eras niños, cada vez que ríes tu sistema inmunológico se fortalece.
3. Baila como quieras, no importa si lo haces bien, vuélvete loco, canta, si lo haces mal, que importa. Pinta, vuelve a hacer lo que antes te gustaba hacer, saca el tiempo, sin posponer.
4. Cómprate un helado y comételo sin culpa, sin contar calorías, comételo como si fueras un niño, olvida los circuitos neuronales de la gordura, otro día vuelves a la alimentación sana.
5. Cómprate un juguetee, el que siempre quisiste comprar, ese juguete que tu niño interior reclama. Arma tu juguete, tu muñeca, tu pistola de agua, aquello con lo que querías jugar cuando estabas pequeño y no podías, cómpralo y juega con ellos.
6. Ponte la ropa que te guste, no como dicta la moda, el trabajo, anda cómodo, lo que te digan los demás, sobra.
7. Pásate todo el día en pijama, sin bañarte, brinca en la cama.
8. Juega otra vez a lo que te gustaba jugar: futbol, balón cesto, canicas, catapis.
9. Expresa tus sentimientos, es un reto, sin esperar nada a cambio, si te dan una respuesta que te gusta, recíbela, si no, da igual, observa al otro sin critica, sin juzgar, respétalo.
10. Disfruta con la gente, olvídate de los temas serios, las bromas que hacías de chico, las bromas actuales, juega.
Practica estas diez sugerencias, un día sí, otro no, juega con la práctica, olvida los reproches: “estoy perdiendo el tiempo” conéctate con la alegría que te pertenece, estas aquí porque tienes una misión en la vida y tu ser superior, cualquiera que este sea: ¡SER FELIZ!
Fuente: notas extractadas de la intervención del mismo nombre de la coaching Ana Luz Velasco de la Escuela Superior de PNL, México.
