martes, febrero 24, 2009

PASO 9: EL PODER PROCEDE DE LA DISCIPLINA

Tenía 28 años cuando llegué por primera vez a una comprensión del Tao y del Yo Infinito. Lo que me condujo allí más que ninguna otra cosa fue el deseo de entender los mundos invisibles que nos rodean y la verdadera naturaleza de nuestro potencial como seres humanos.

Recuerdo un día que, conduciendo de Putney a Londres, había una pequeña iglesia en la carretera principal; aparqué el coche y entré. No sabía por qué. La iglesia estaba casi vacía. Me arrodillé en la parte de atrás y miré alrededor. Era vieja y bella, como muchas iglesias victorianas; un organista estaba practicando sobre mi cabeza, en la galería del coro, la Fuga de Bach, creo recordar.

Me acuerdo de decirme a mí mismo, “¿Quién soy yo? ¿Qué quiero en esta vida? ¿Cuáles son mis metas?”. Reflexioné un momento y me dí cuenta de que lo que realmente quería era conocimiento. Así que, abrí los brazos, miré a lo alto, en la vaga dirección al cielo y dije: “Dios, hazme realmente sabio. Dame sabiduría” no pedí glamour, poder, enormes cantidades de dinero, o una vida fácil. Pedí sabiduría.

Ese fue uno de los días más impactantes de mi vida, porque ese deseo declarado de sabiduría se convirtió en mi afirmación en esta vida. No pasó mucho tiempo hasta que me encontré a un tipo que enseñaba una especie de curso de meditación de las ondas mentales, un curso en el arte de entrar en trance profundo. Pronto encontré otros maestros y fui allí. Poco a poco, conseguí cierta cantidad de sabiduría, y aún estoy aumentándola. Por tanto la fuerza Divina está aún suministrándomela según el trato que hice con ella en aquella pequeña iglesia en Putney, hace muchos años, ¡y la bendigo por ello!.

Supongo que cuando llega el momento de la verdad, ¿es tu deseo de sabiduría más grande que la necesidad de comodidad de tu ego? En tu lucha por decidir quién controla tu vida, tu ego o tú, debes tener una cantidad de autodisciplina o el ego vencerá.

Así que el paso 9 es darse cuenta de que el poder verdadero viene de la disciplina. El auténtico poder, la verdadera sabiduría, la habilidad de aceptar el Yo Infinito y trascender este plano físico y entrar en otros mundos, otras percepciones, viene solamente de la disciplina. ¿Por qué?

No es que Dios esté sentado allá arriba en algún lugar diciendo “Tienes que hacer esto, y quiero que lo hagas”. Dios es una energía. No reacciona emocionalmente y no le molesta si te encuentras a ti mismo o no. No, la disciplina es importante porque sin ella no puedes controlar la mente. Si no puedes controlarte a ti mismo, serás una víctima del niño malcriado interior; en vez de convertirte en un adulto espiritual, permanecerás, en sentido espiritual, siendo adolescente.

Por tanto has de empezar a hacer cosas que te ayuden a ejercer el control. Cuando mencionas la disciplina la mayoría de la gente huye, como si los mongoles estuvieran a punto de bajar de las montañas. Es cómico, las vueltas que puede dar el ego antes que aceptar tu autoridad sobre él. Creo que es mejor aproximársele gradualmente. Inventa cosas, una tras otra, disciplinas de naturaleza menor, otras mayores, pero mantén el ego acostumbrado a la idea de que vas a hacer cosas que no le van a gustar necesariamente. Tiene que comprar la idea de que estás al mando. En general no importa qué disciplina adoptes, mientras ejerzas alguna.

Aquí van unas pocas que funcionaron para mí. La primera es la disciplina de la serenidad. Muchos no ven la serenidad como una disciplina, pero en el mundo moderno, has de trabajar duro para tener algo de tiempo para la tranquilidad y el silencio. La actividad alimenta la personalidad con sus gratificaciones y hace que el ego se sienta importante. Tiempo de tranquilidad, serenidad y silencio debilita el poder del ego y hace a tu yo interior más especial. Es un bello equilibrio. Así que apaga la tele, desconecta el teléfono, pon música ambiente, o permanece en el silencio total durante una o dos horas. Si no te las puedes arreglar para tener tanto tiempo porque estás realmente demasiado ocupado, por lo menos intenta conseguir diez o quince minutos diarios. El silencio y la tranquilidad son la manera en que rezas al Yo interior.

Como parte general de tu serenidad, es importante desengancharse de las discusiones y los antagonismos, de las defensas de posturas adversarias en las que te pudieras ver inmerso. Es duro superar el mundo “real” y aceptar un estilo más angélico si estás constantemente en guerra con la gente. Reñir con otros te mantiene metafísicamente atrasado. Tu energía no puede subir mientras estás discutiendo con los neandertales en el mercado de la vida. No importa si tu causa es justa o injusta; es la emoción y las formas-pensamiento de la discusión lo que te cierra. A veces las riñas son inevitables, especialmente si tienes un montón de interacciones sociales y financieras en tu vida. Más tarde o más temprano, unos pocos platos caerán de la alacena, por decirlo de algún modo. Pero haz que tus disputas sean cortas y tan sin emoción como sea posible. Si tienes cuestiones pendientes, intenta resolverlas.

No tienes que enamorarte de todo el mundo, pero, por lo menos, intenta reconciliar las situaciones lo mejor posible para que la emoción no te controle. Libérate de la gente que te crea problemas incluso si esto te cuesta admitir tu derrota; deséales el bien y mándalos por su camino. La libertad es más importante que ganar las guerras de poder del ego.

Otra disciplina que encuentro particularmente importante es poner orden en tu vida. El desorden alrededor y una vida revuelta reflejan un débil estado metafísico y psicológico. Si eres poderoso, dominarás tu vida, encontrarás tiempo para limpiar y ordenar tus cosas y querrás que esto forme parte de tu disciplina personal. El desorden es la manifestación externa de la ansiedad y pereza del ego. A través del desorden, el ego ejerce control sobre ti. Es el niño malcriado interior, obsesionado consigo mismo, esperando a que su madre recoja todo. O, a veces, este niño del demonio, es demasiado importante y especial y lleno de sí mismo para hacer cosas mundanas como hacer la limpieza y lavar los platos. Cuanto más acomodes a ese niño, más hará de tu vida una infelicidad.

Haz tu vida tan inmaculada como te sea posible, y mantén las cosas estilo zen y limpias. El orden te ayuda a tener autoconfianza. La vida se vuelve una oración, más que un caótico manifiesto de una mente inmadura. El esfuerzo que lleva establecer orden se recupera de varias maneras. Como afirmación de tu control, te ayuda a sentirte seguro. Te permite un mejor flujo de ideas y, lo más importante, no necesitas malgastar tu energía buscando cosas, pasando sobre un caballo muerto camino del hall cada vez que llaman a la puerta.

Hay muchas disciplinas poderosas que te puedes inventar. Es mayormente hacer cosas que te ayudan y no gratifican al ego. Prueba a levantarte temprano, tomar duchas frías, pasear por el parque o el bosque antes del amanecer. Los antiguos vieron la gracia de Dios en la simplicidad y humildad y abundancia de la naturaleza: los animales, el viento, el agua, el calor del sol, y a través del flujo y reflujo de las estaciones. Caminé por el bosque cada noche durante tres años. Aprendí a ser amigo de la lluvia y de la nieve, y descubrí cómo mantenerme caliente usando mi mente. Superé mi miedo a la oscuridad.
En las bellas noches, me acosté sobre una gran roca mirando el cielo estrellado. Llamé a la inmensa Bondad para que me mostrara las cosas que aún no sabía. Estaba allí cada noche, caminando en silencio, cavando profundo dentro de mí para descubrir cosas. La fuerza de Dios es genial. Te enseña cosas. Algunas de las que me ha enseñado, nunca las entendí, pero eso es culpa suya.

A veces, el tiempo era atroz. Pero caminaba de todos modos; era mi disciplina. Aprendí a ignorar el tiempo. No iba a dejar que mi personalidad aullara y protestara porque hacía viento o helaba o hacía frío o nevaba, o lo que fuera. Iba a “hacer” un clima y no reaccionar.
Aprendí a andar de un modo especial, que proviene de una de las órdenes monásticas de china. Creo que se llama el paso del tigre. Más que apoyar primero el talón y luego los dedos del pie, como hacemos normalmente, en el paso del tigre apoyas tu pie hacia delante con cada paso apoyando la parte exterior primero, luego los dedos y finalmente el talón.

No sé si te acordarás de la vieja serie de televisión “Kung-Fu”, pero había una escena en la presentación en la que “el pequeño saltamontes” tenía que andar sobre papel de arroz mientras el maestro /el que tenía bolas de pin-pong por ojos) estaba por allí. Bien, el paso del tigre es un poco así. Es muy grácil y silencioso, pero no es fácil de hacer. Te fuerza a concentrarte mientras andas. Yo haría mi paso del tigre durante una hora o así, luego volvería a casa y me tomaría una taza de té, y completaría mi disciplina diaria con una meditación de 24 minutos. Ese es mi método preferido, un minuto por cada hora del día.

En mis comienzos, usaba un metrónomo theta para meditar; emite un sonido de clic que oscila de 4 a 6 ciclos por segundo. Las células de tu cerebro empiezan a quedar atrapadas en el ritmo del metrónomo y entras en una velocidad cerebral, en estado de trance, sin ningún esfuerzo ni experiencia previa. Puedes adquirir un aparato electrónico que genere una variedad de sonidos de meditación, pero suelen ser caros. Una vulgar cinta de audio theta es más barata; montones de sitios las venden.

El quid acerca de andar y meditar es que al usar tu voluntad para reforzar tu quietud, le sacas poder a la dominancia del ego. Es importante hacerse disciplinado, inventando maneras de desafiar el control de la personalidad de uno. Te coloca en el asiento del conductor, ayudándote a separarte de las emociones negativas. Entre las disciplinas que tomé está el vegetarianismo, en el que estuve siete años. Caminé durante tres. He meditado bastante a diario desde que comenzó mi viaje espiritual.
También me he tomado tiempo para revisar cada día. Este proceso viene de la tradición hindú y se suele hacer de noche. Consiste en repasar, con el ojo de la mente, los eventos del día, recorriéndolos hacia atrás desde la hora de ir a dormir hasta que amanecimos. No valores o comentes demasiado lo que ha pasado, sólo observa. Este ejercicio es un modo de desenredar esas experiencias. Corta la necesidad de tener un montón de sueños triviales, en los que la mente procesa las cosas que pasaron durante el día. Es cómo ir hacia atrás en el tiempo; es una disciplina para hacer justo antes de ir a dormir, así te das cuenta de tu vida. La vida no pasa a través de ti solamente; tú te tomas tiempo para notarla. Revisar los eventos del día despeja la mente y te permite ir a dormir en un estado de conciencia muy puro.Mucha de la comunicación interior que tienes con tu Yo Infinito es inicialmente por la noche.

Si tienes un problema particular en la mente, ponlo para revisar por la noche. Pide a tu Yo Infinito que lo considere. Dí, “esta noche quiero que revises esta situación particular”. Por favor, dame la respuesta a mi problema por la mañana” Al día siguiente, cuando te despiertes o más tarde, ideas y soluciones te vendrán a la mente. Hacer este proceso te permite establecer una comunicación más sólida entre tu yo intelectual-emocional, que hace el día a día, y tu Yo Infinito, que es tu Yo real.
Otra disciplina, que analizaré con detalle en el paso 14, es la disciplina de no criticar ni juzgar. Como discutir y luchar, criticar y juzgar te encierra dentro del mundo del ego, negándote el acceso al mundo infinito. Mediante la serenidad, te desconectas de las perturbaciones de las emociones tribales, y eso te ayuda a separarte de tus propias emociones. Haz tiempo para estar contigo mismo, tiempo para contemplar quién eres realmente. Es una experiencia maravillosa si no la has hecho. Empiezas a saber por fin ¿Quién es esta persona?.

Prueba esto: busca una habitación oscura, enciende una vela, y siéntate frente a un espejo. Contémplate, mirando ligeramente hacia abajo, que es más descansado para los ojos. Mira al centro de tu ser, en el área del corazón. Sólo mira en silencio a tu imagen reflejada allí; varias caras pueden aparecer superpuestas sobre la tuya y tus más íntimos sentimientos empiezan a venirte desde el espejo. Tendrás nuevas percepciones, y si usas el metrónomo que sugerí, te ayudará a inducir el estado de trance theta. Las visiones vienen a la mente, y a veces otros mundos te dan un vislumbre de las dimensiones celestiales. A veces parecerá como si los otros mundos te alcanzaran desde el espejo. Sólo observa; no dejes que te desequilibren. Pronto te acostumbrarás.

El ejercicio del espejo, el caminar silencioso y la meditación empiezan a mostrarte la verdadera naturaleza multidimensional de esta realidad física.
Cuando aceptas el Yo Infinito, te enseñará cosas que jamás has visto. A veces serán cosas simples, como los espacios entre las hojas de un árbol o el silencio entre las palabras de una conversación.

A veces te enseñará cosas mayores, como la puerta entre dos mundos; de repente ves el mundo intermedio flotando entre la inspiración y la espiración de esta experiencia cósmica que llamamos vida. Tu ser interior y exterior entran en deliciosa conversación y pronto se funden en uno, y la realidad exterior cambia para reflejar la serenidad de tu ser interior.

Te preguntarás algo a ti mismo y un autobús pasará con un anuncio de champú pegado a su costado, y el texto del anuncio será la respuesta a tu pregunta. La vida se convierte en un símbolo de tu Yo interior, una parte de ese diálogo interactivo y dinámico con todo lo que te rodea. El Yo Infinito está allí para guiarte y enseñarte, para conducirte a tener más y más energía. Pero la disciplina es vital, porque no puedes comenzar a doblegar el ego sin disciplina.

Fuente: “33 pasos para reclamar tu poder interior”. Stuart Wilde
TRADUCIDO POR YARISA

jueves, febrero 19, 2009

LOS MAESTROS ERAN SOBRENATURALES PORQUE LOS DEMÁS NO LO ERAN.

Vayamos varios miles de años atrás en el tiempo, cuando las tribus eran ignorantes. De repente, una inmensa energía, como Jesús o Buda, hace su aparición; se trata de una energía muy por delante de la que manejaba aquella gente sencilla. No es sorprendente que convirtieran a esos maestros en dioses. Tenía que pasar. De modo natural esa gente deificaría incluso a cualquiera que tuviera una mínima cantidad de percepción y conocimiento.

La conciencia Crística, la Budeidad, el flujo de energía que esos maestros utilizaban, es accesible hoy. No es algo que haya desaparecido. La gente te dirá que el único camino para acceder al poder es a través de tal filosofía o de tal grupo espiritual. Pero, de hecho, la energía de los maestros está aquí ahora, e incluso más que entonces.

La percepción extrasensorial, la antigua sabiduría, los milagros, y todas las formas de la consciencia elevada son aún accesibles. La energía no desaparece; sólo cambia. En este caso, ha aumentado conforme nuestra comprensión y nuestra fe en nosotros mismos se ha expandido.

En el año 500 a. C., cuando Lao-Tse se sentó bajo su pequeño árbol a escribir el libro del Tao, podía haber tenido electricidad para alumbrarse. La electricidad siempre estuvo allí. Todas las energías han estado siempre aquí y siempre lo estarán. De acuerdo, nos llevó dos mil quinientos años descubrirla y controlarla, pero la energía de la conciencia de Cristo, la energía de los maestros, es perpetua. Si en tus oraciones y meditaciones empiezas a invocar a esa energía, a invocar el nombre de tu maestro, el nombre de tu dios, o la Fuerza Divina en ti, empiezas a usar ese poder. Ese poder no sabe que lo quieres hasta que se lo dices, justo como la electricidad no sabía que los humanos la necesitaban y permanecía mientras tanto durmiente desde el nacimiento del planeta.

No hemos empezado todavía a comprender realmente de lo que es capaz un ser humano. Además, estamos limitados por creencias que tienen miles de años de antigüedad. Tenemos que soñar unos pocos sueños imposibles y entonces multiplicar eso por varios millones y entonces empezaremos a soñar un sueño enorme. Estamos aún anticuados.
La mayor parte de nuestras creencias metafísicas, espirituales y religiosas, se originaron hace por lo menos 2000 años. Aunque hemos avanzado tremendamente en tecnología, ciencia, medicina, biología y química, nuestros conocimientos metafísicos son aún neandertales.

Tienes la misma cantidad de poder que tenían los maestros. Puedes sentarte en meditación y visualizar del mismo modo que Jesús, Buda, Lao-Tsé, o Mohammed hicieron . Puedes sentir más allá de los conocimientos actuales, y conocer lo que normalmente no está al alcance. Puedes contactar con lo que los Teosofistas llamaron “Registros Akáshicos”, que mejor describiremos como “inconsciente colectivo”, donde está almacenado todo el conocimiento que la humanidad ha tenido. Puedes alinearte con eso y añadir unas pocas ideas aún no descubiertas desde tu imaginación y experimentación.
Si estás aprendiendo a tocar la guitarra, escucha al mejor guitarrista de todos los tiempos. Ponte dentro de su mente y sus sentimientos. Conviértete en él o ella cuando tocas. Si quieres ser un gran futbolista, mira las reposiciones en la tele de los más grandes jugadores, entra en su vibración y en el entusiasmo de su energía. Aún está todo aquí, el genio de Einstein, Beethoven, Mozart, Isaac Newton, Edison, Tesla, todo ese conocimiento y energía es accesible hoy.

Mejor que ver a los maestros en un pedestal que nunca puedes alcanzar, puedes interiorizar y usar su energía . Interioriza la consciencia de Cristo, la budeidad, esa Luz. Entonces hazla parte de ti. Alinéate con el poder de los milagros, y siéntelo dentro de ti. Si Jesús puso su mano sobre la gente y los sanó, también tú puedes.

Eso es la parte excitante de la espiritualidad interior, usar la inspiración, la sabiduría, y el conocimiento que ha sido olvidado; recrearlo y ofrecerlo entonces a los demás.

El martirio del mal dormir

Un tercio de los españoles padece insomnio provocado por el estrés y la ansiedad.

El insomnio en es un martirio que mortifica a un 30% de los españoles. La inmensa mayoría de quienes lo padecen, un 85,3%, son víctimas del estrés, y la ansiedad. Lo constata uno de los mayores expertos y estudiosos del sueño en nuestro país, el doctor Eduard Estivill, coordinador de la Unidad del sueño del Hospital General de Cataluña y responsable de la clínica del sueño del Instituto Universitario Dexeus de Barcelona. Durante dos décadas ha tratado Estivill a casi 25.000 pacientes con trastornos del sueño. Ha analizado esta enorme base de datos y quiere darles herramientas para que mejoren su descaso a través del libro 'El camino del sueño' (Now books). Lo ha escrito en colaboración con Yolanda Sáez de Tejada y ofrece un método sencillo para mejorar la calidad de sueño. Algo crucial si tenemos que cuenta que en una vida de 90 años pasaremos 30 dormidos y 60 despiertos.

Más de siete de cada diez pacientes del doctor Estivill acudieron a él debido a insomnio. «Cuéntame cómo vives y sabremos por qué duermes como duermes» les dice a todos. Y es que el acumulo de estrés y la ansiedad de unas ajetreadas e inacabables jornadas, el abuso de estimulantes y la mala alimentación, están en la raíz de un insomnio que afecta a un tercio de la población en las naciones desarrolladas.

Un tormento que castiga al doble de mujeres que de varones. Unas mujeres ((que se han incorporado al mundo del trabajo, pero sin dejar el trabajo de la casa, lo que duplica su carga de estrés» asegura el doctor Estivill, pediatra y neurofisiólogo que convirtió en súperventas títulos como 'Duérmete niño' o '¡A comer!'

El mal dormir es una bomba de relojería que mina la salud.
Los insomnes tiene un 40% más de posibilidades acrecientar la ansiedad que padecen, de sufrir depresiones, fatiga, accidentes de tráfico, irritabilidad, pérdida de concentración y memoria. «Se producen muchas más muertes por infarto de noche que de día», dice este gran especialista en una disciplina joven como la medicina de sueño.

Desgaste
«Ahora sabemos que el cerebro trabaja más durante el sueño que en la vigilia. Cuando dormimos, la corteza cerebral se desconecta y consumimos más glucosa -que es como la gasolina para el coche- para reparar el desgaste de la jornada. El cerebro revisa el aprendizaje y lo almacena y por eso de la calidad de nuestro día dependerá la calidad de nuestro sueño» «Hemos de preparar el sueño desde que abrimos los ojos» afirma Estivill.

«Las pastillas no son ni buenas ni malas, depende del uso que hagamos de ellas» dice Estivill, reconociendo enseguida que el mal uso -un 60% de los consumo- prima sobre el bueno. Automedicarse es la salida a la que recurren masivamente los insomnes para atajar su problema. «Por lo común sólo se consigue agravarlo», explica Estivill «Los hipnóticos no son siempre eficaces ni están indicados correctamente y a menudo generan problemas de adicción, tolerancia y dependencia» dice el doctor. Recuerda como «uno de cada tres españoles toma o ha tomado algún medicamento hipnótico, ansiolítico o antidepresivo» y como en el caso de los ancianos se recetan a menudo equivocadamente. Con la edad se reduce el número de horas de sueño necearias, pero a muchos mayores les parece que cinco horas no duermen, cuando son suficientes».

Siesta científica

Estvill es un fervoroso defensor de la españolísima siesta -«por fin se ha convertido en una recomendación científica»- pero no de esas siestas de pijama y orinal que preconizaba Cela. «Ahora sabemos que el cerebro necesita dos periodos de sueño cada 24 horas, uno largo y otro corto a las ochso hoars de despertar. Que una siesta de veinte minutos con siete minutos de sueño semiprofundo es suficiente para reparar el desagaste» «Lo saben muy bien los fabricantes de coches japoneses y estadounidenses que están imponiendo esa siesta corta. Lo hacen tanto por la salud del trabajador como por la demostrada mejora de la productividad, que se incrementa entre un 10 y un 15%», asegura.

Los también españolísimos horarios que practicamos -mas trasnoche que madrugones y almuerzos y cenas tardíos- hacen que los españoles durmamos una media de 40 minutos menos que los demás ciudadanos europeos.

Autor: Miguel Lorenci | Colpisa