sábado, septiembre 27, 2008

LA PERDIDA DE MEMORIA PUEDE COMBATIRSE




La progresiva inactivación de las conexiones celulares y por tanto la pérdida de memoria puede combatirse. En estudios realizados con hombres y mujeres de la tercera edad se ha demostrado que programas de entrenamiento basados en ejercicios sencillos es posible pueden enlentecer los procesos degenerativos y la pérdida de habilidades cognitivos. La práctica de ejercicio físico ayuda a mantener en buen estado nuestro corazón y todo el sistema circulatorio previniendo así accidentes basculares.

El ejercicio intelectual ayuda a mantener el buen funcionamiento las arterias de la información las neuronas y sus redes de conexión. ¿Cuáles son estos ejercicios? La lectura, aprender un idioma nuevo, los ejercicios de propiocepción, desarrollar una actividad artística. Pintar, dibujar, cantar, esculpir, escribir. Dentro de ti vive un artista, ¡permítele que se exprese!

Ejercicio para aumentar la concentración

Escoger un objeto (una pintura, un adorno)

Sentarse en una silla con la espalda recta y las manos sobre las rodillas, o sobre el suelo adoptando la posición de loto de acuerdo al yoga mantener la mirada fija en el objeto sin dejarse distraer.

Observar los detalles del objeto como forma, volumen y color y mantenerlo en el centro del pensamiento. Cada vez que otros pensamientos invadan la concentración, retornar al objeto sin irritarse.

Unos 20 o 30 segundos en esta actividad son esperables para las primeras veces, pero con la práctica estos tiempos deberían incrementarse. Desarrollando el control y la unidereccionalidad del pensamiento, se conseguirá hacer frente a las exigencias del trabajo cotidiano y a otras actividades que exijan mayor eficiencia y menos esfuerzo.

Cómo evitar la pérdida de la memoria

Pese a que el número de neuronas disminuye con la edad, la memoria puede mantener un buen nivel o incluso recuperarse siempre que las neuronas que queden se utilicen para establecer nuevas conexiones.

Una estrategia eficaz para reactivar la memoria debería llevarse a cabo a través de estrategias preventivas y correctivas, algunas de carácter general y otras más específicas, que implicarán todas las componentes del aprendizaje. En este sentido no puede aconsejarse una única opción, útil en todos los casos, sino varias posibilidades.

Conocer el estado de la memoria es lo primero que debe determinarse en todo tratamiento de mejoría. Los fenómenos que habrán de considerarse son:

· Olvido de nombres de personas poco conocidas

· Olvidar por qué se ha desplazado de una habitación a otra

· Olvidar dónde ha dejado el auto, las llaves, los anteojos u otros objetos

· Percibir como nuevo algo habitual

· Olvidar información como teléfonos y direcciones de uso frecuente

· Olvidar nombres de escritores u otras personalidades muy conocidas

El nivel de la amnesia puede abarcar muchos aspectos de la vida cotidiana y su frecuencia resulta un dato relevante del daño cognitivo.

Los test de memoria visual suelen ser útiles para diagnosticar el grado en que se ve afectada la memoria: observando un dibujo o fotografía durante un minuto, se intenta luego recordar el mayor número de detalles posibles para poder comprobar la eficiencia de la memoria.

Los tratamientos de carácter general que se proponen para evitar la pérdida de la memoria son de tipo preventivos y curativos y se basan en el mantenimiento de un nivel de vida fisiológico y óptimo en todos los aspectos, el físico, el mental y el emocional. Esto supone una alimentación adecuada, una desintoxicación del tejido conectivo, tratamientos antiestréss, reposo suficiente y sueño restaurador y finalmente una adecuación a los ritmos del organismo.

Cómo ejercitar la mente

Los ejercicios mentales cuando se practican sin estrés ni tensiones y con una buena motivación, consolidan y refuerzan todas las funciones cerebrales.

Cuando no existe una actividad laborar o social que represente un ejercicio genuino para le memoria, los ejercicios de tipo acertijo lingüístico como crucigramas y adivinanzas, resultan un estímulo oportuno para recuperar palabras y conceptos.

Algunas otras sugerencias:

Estudiar de memoria un listado de palabras durante un minuto y tratar de recordarlas. Las palabras podrían no tener una secuencia lógica, de esta manera, el ejercicio sería más exigente.

Observar una serie de gráficos e intentar recordarlos por criterios como color o categoría

Observar una serie de figuras geométricas coloreadas, cubrirlas e intentar recordar ubicaciones

Fuente: Actividad intelectual by: Grace

viernes, septiembre 26, 2008

LA VÍCTIMA


Por Osho -Bagwan Shree Rajneesh-.

¿POR QUÉ no te conoces a ti mismo? Debería ser la cosa más sencilla del mundo y se ha vuelto difícil, lo más difícil. Co¬nocerse se ha vuelto casi imposible. ¿Dónde está el error? Tienes la capacidad de conocerte. Tú estás ahí, la capacidad de conocerte también está ahí. Entonces, ¿qué ha sucedido? ¿Porqué la capacidad de conocer no puede volverse hacia sí misma?

Sólo hay un error, y a menos que lo arregles, seguirás sin saber quién eres. Y el error es que se ha creado dentro de ti una división. Has perdido tu integridad. La sociedad te ha convertido en una casa dividida ' dividida en contra de ti mismo.
La estrategia es sencilla; una vez que la hayas entendido, puedes eliminaría. La estrategia consiste en que la sociedad te ha dado unos ideales de cómo deberías ser, Y te los ha inculcado tanto, que siempre estás interesado en el ideal «cómo debería ser», olvidándote de quién eres.

Estás obsesionado con el ideal futuro y te has olvidado de la realidad presente. Tus ojos están mirando al futuro lejano. En consecuencia, no pueden mirar hacia dentro. Continuamente estás pensando qué hacer, cómo hacerlo, cómo llegar a ser esto. Tu lenguaje se ha convertido en un idioma de deber y convenir, mientras que la realidad sólo consiste en ser. La realidad no co¬noce deberes o conveniencias.

Una rosa es una rosa, no se plantea la cuestión de ser cual¬quier otra cosa. Y la flor de loto es la flor de loto. La rosa no intenta convertirse en una flor de loto, y la flor de loto nunca intenta convertirse en una rosa. Por tanto, no están neuróticas. No necesitan psiquiatras ni psicoanálisis. La rosa está sana porque simplemente vive su realidad. Y esto le sucede al resto de la existencia excepto al hombre. Sólo el hombre tiene ideales y deberes. «Debería ser esto y lo otro»; entonces te divides contra tu propio ser. Deber y ser son enemigos.

Y no puedes ser algo diferente de lo que eres. Deja que esto cale profundamente en tu corazón: sólo puedes ser lo que eres, nada más. Cuando te ha penetrado esta verdad, «sólo puedo ser yo mismo», desaparecen todos los ideales. Automáticamente se descartan. Y cuando no hay ningún ideal, te encuentras con la realidad. Entonces tus ojos están aquí y ahora, estás presente en lo que eres. Desaparece la división, la separación. Eres uno.
Este es el primer paso: sé uno contigo mismo. Este primer paso se ha vuelto difícil debido a todo el condicionamiento, a toda la educación, a todos los esfuerzos por civilizarte. Si has dado el primer paso simplemente al aceptarte y amarte tal y como eres, momento a momento... Por ejemplo, estás triste. En este momento estás triste. Todo tu condicionamiento te está diciendo: «No deberías estar triste. Está mal. No deberías estar triste. Tienes que estar contento.» Aquí surge la división, el problema. Estás triste: esta es la verdad en este momento. Y tu condicionamiento, tu mente dice: «No deberías estar así, tienes que estar contento. iSonríe! ¿Qué van a pensar de ti?» Si estás tan triste, tu mujer te puede abandonar; si estás tan triste, quizá tus amigos te abandonen; si sigues estando tan triste, tu negocio se hundirá. Tienes que reírte, tienes que sonreír, tienes que fingir al menos que eres feliz. Si eres médico, tus pacientes no se sentirán bien si te ven tan triste. Quieren un médico feliz, alegre, saludable, y tú tienes un aspecto tan triste. Sonríe.... aunque tu sonrisa no sea verdadera, pon una sonrisa falsa, pero sonríe. Al menos finge, disimula.

El problema es que finges, disimulas. Logras sonreír, pero entonces te divides en dos. Has reprimido la verdad, te has vuelto falso. La sociedad respeta a los farsantes. El farsante se convierte en un santo, se convierte en un gran líder. Y todo el mundo le empieza a seguir. El farsante es tu ideal.

Por eso eres incapaz de conocerte. ¿Cómo te vas a conocer si no te aceptas? Siempre estás reprimiendo tu ser. ¿Qué hay que hacer entonces? Cuando estés triste acepta la tristeza: eso eres tú. No digas: «Estoy triste.» No digas que la tristeza está separada de ti. Simplemente di: «Soy la tristeza, en este momento soy la tristeza.» Vive tu tristeza con total autenticidad. Te sorprenderás de cómo se abre en tu ser una puerta milagrosa. Si puedes vivir tu tristeza sin la idea de ser feliz, entonces serás feliz automáticamente, porque desaparecerá la división. Ha dejado de haber divisiones. «Soy la tristeza», y entonces deja de surgir la cuestión de tener el ideal de querer ser otra cosa. De modo que no hay ningún esfuerzo, ningún conflicto. «Simplemente soy esto», y se produce una relajación. Y en esa relajación hay gra¬cia, en esa relajación hay alegría.

El dolor psicológico existe porque estás dividido. El dolor significa separación y la felicidad significa no separación. Te pa¬recerá paradójico: ¿cómo te vas a alegrar si estás triste y aceptas tu tristeza? Te puede parecer paradójico, pero es así. Inténtalo. No te estoy diciendo «intenta ser feliz», no te estoy diciendo «acepta tu tristeza para que puedas ser feliz», no estoy dicien¬do eso. Si esa es tu motivación no te sucederá nada; sigues haciendo un esfuerzo. Estarás mirando de reojo: «Ha pasado mucho tiempo desde que acepté incluso la tristeza. Estoy diciendo Soy la tristeza'; sin embargo, todavía no hay alegría.» De esa forma no llegará.
La alegría no es una meta, es un derivado. Es la consecuencia natural de la unidad, de la unión. únete con la soledad sin ningún motivo, sin un propósito determinado. No se trata de tener un motivo. En este momento estás así, en este momento ésta es tu verdad. En el siguiente instante tal vez estés enfadado: acéptalo también. En el siguiente instante podrías sentirte de otra manera: acéptalo también.

Vive momento a momento, con una gran aceptación, sin crear divisiones, y estarás en el camino del autoconocimiento. Renuncia a la división: la división es el problema. Te enfrentas a ti mismo. Renuncia a esos ideales que te producen este antagonismo. Eres como eres, acéptalo con alegría, con gratitud. Y de repente sentirás armonía. Tus dos personalidades, la personalidad ideal y la real, dejarán de estar ahí luchando. Se encontrarán y se fundirán en una. En realidad, no es la tristeza la que te causa dolor. Lo que te causa dolor es la interpretación de que la tristeza está mal, y esto se convierte en un problema psicológico. La rabia no es dolorosa, la idea de que la rabia está mal es lo que crea una ansiedad psicológica. Es la interpretación, no el hecho. El hecho siempre es liberador.

Jesús dijo: «La verdad libera.» Esto es de inmensa importancia. Sí, la verdad libera, pero no tus ideas sobre la verdad. Sé la verdad y ésta te liberará. Sé la verdad, y encontrarás la libera¬ción. No tienes que atraerla, no tienes que estar esperándola: su¬cede instantáneamente. ¿Cómo ser la verdad? Ya eres la verdad. Simplemente, tienes falsos ideales, que son los que te están creando problemas. Renuncia a los ideales: durante unos días sé un ser natural. Igual que los árboles, los animales y las plantas, acepta tu ser tal como es. Surgirá un gran silencio. ¿Cómo podría ser de otro modo? Si no hay interpretación, la tristeza es hermosa, tiene profundidad. Entonces, la rabia también es hermosa; está llena de vida y energía. El sexo también es hermoso porque tiene creatividad. Cuando no hay interpretación todo es hermoso. Cuando todo es hermoso te relajas. En esa relajación vuelves a tu raíz, y eso trae consigo autoconocimiento. Volver a tu raíz es lo que Sócrates quería decir con «conócete a ti mis¬mo». No es una cuestión de conocimientos sino de transformación interna. ¿Y de qué transformación estoy hablando? No te es¬toy dando un ideal para que te parezcas a él. No te estoy diciendo que tienes que transformarte en algo diferente de lo que eres. Simplemente, tienes que relajarte en lo que eres, sea lo que sea, y observar lo que sucede.
¿Has oído lo que estoy diciendo? Entiéndelo: es liberador. Y entonces se escucha un gran armonía, una gran música. La música del autoconocimiento. Tu vida comienza a cambiar. Entonces tienes una llave mágica que abre todas las puertas.

¿Qué es la represión?

La represión es vivir una vida que no te corresponde. La represión es hacer cosas que nunca has querido hacer. La represión es ser la persona que no eres. La represión es una manera de destruirte. La represión es un suicidio, muy lento por supuesto, pero es un envenenamiento lento y certero. La expresión es vida; la represión es suicidio.
Este es el mensaje del tantra: no vivas una vida de represión; de lo contrario, no vivirás. Vive una vida de expresión, de creatividad, de alegría. Vive de la forma que la existencia (Dios) ha querido que vivas, vive de forma natural. Y no tengas miedo de los sacerdotes.
Hazle caso a tus instintos, hazle caso a tu cuerpo, a tu corazón, a tu inteligencia. Confía en ti mismo, ve a donde quiera llevarte tu espontaneidad, y no habrá pérdida. Y fluyendo espontáneamente con tu vida natural, un día te encontrarás a las puertas de lo divino.

La represión es una manera de evitar los riesgos. Por ejemplo, te han enseñado que no tienes que enfadarte, y crees que la persona que nunca se enfada deberá ser inevitablemente muy cariñosa. Te equivocas. La persona que nunca se enfada tampoco es capaz de querer. Van unidos, juntos en el mismo lote.

El hombre que ama de verdad a veces estará muy enfadado. Pero su enfado es hermoso, surge de su amor. Su energía es caliente, y no te sentirás herido por su rabia. De hecho, le agradecerás que estuviera enfadado. ¿Lo has observado? Cuando quieres a alguien y haces algo, si esta persona se enfada mucho, si francamente se enfada, se lo agradecerás porque te quiere tanto que puede permitirse el enfadarse contigo. ¿Por qué si no? Si no quieres afrontar el enfado, te comportas con cortesía. Cuando no quieres afrontar nada, cuando no te quieres arriesgar, sigues sonriendo. No importa.

Si tu hijo está a punto de saltar al abismo, ¿podrás resistir sin enfadarte? ¿No gritarás? ¿No estarás a punto de estallar? ¿Seguirás sonriendo? Es imposible.
Cuando amas, puedes enfadarte. Cuando amas, puedes permitírtelo. Si te amas (y esto es algo esencial en la vida; de lo contrario, te la perderás) no serás represivo, serás expresivo con todo lo que te trae la vida. Lo estarás expresando, su alegría, su tristeza, sus altos, sus bajos, sus días, sus noches.
Pero te han educado para ser falso, te han educado para que seas un hipócrita. Cuando estás enfadado sigues sonriendo con una sonrisa postiza. Cuando estás enfurecido, reprimes tu rabia. Cuando te sientes sexual, lo reprimes. Nunca eres fiel a lo que sientes.
Sucedió que...

Jorge y su hija pequeña Mati fueron a dar un paseo al parque de atracciones. En el camino se detuvieron a darse una comilona. Una vez en el parque de atracciones se acercaron a un puesto de perritos calientes y Mati dijo:
-Papi, quiero... -Jorge le interrumpió y le atiborró de palomitas.
M llegar al puesto de los helados Mati volvió a gritar:
-Papi, quiero... -Jorge le volvió a interrumpir, pero esta vez dijo-: ¡Quiero, quiero!
-Ya sé lo que quieres, ¿un helado?
-No, papi -suplicó-, quiero vomitar.

Eso era lo que quería desde el principio. Pero, ¿quién está escuchando? La represión es no escuchar a tu propia naturaleza. La represión es un truco para destruirte.

Doce cabezas rapadas, doce macarras, entran en un pub con sus cazadoras Levis y todo el equipo. Se acercan al patrón y le dicen:

-Trece jarras de cerveza, por favor.
-Pero sólo sois doce.
-Mire, queremos trece jarras de cerveza.
De modo que les sirven las cervezas y se sientan. Hay un vie¬jo pequeñajo sentado en una esquina y el jefe de los cabezas rapadas se acerca y le dice:
-Ten, papá, esta jarra de cerveza es para ti.
El hombrecillo le dice:
-Gracias, hijo, eres generoso, gracias.
-No importa, nos gusta ayudar a los inválidos.
-Pero yo no soy un inválido.
-Lo serás si no pagas la próxima ronda.

Esto es la represión: es un truco para dejarte inválido. Es un truco para destruirte, para debilitarte. Es un truco para enfrentarte a ti mismo. Es una manera de crear un conflicto dentro de ti, y el hombre que está en conflicto consigo mismo, por supuesto, se debilita.
La sociedad ha hecho una gran jugada, ha enfrentado a todo el mundo consigo mismo. Así que estás luchando contigo mis¬mo continuamente. No te queda energía para hacer otra cosa. ¿No has podido comprobar que te ocurre esto? Estás continuamente luchando. La sociedad te ha dividido, y eres una persona disociada: te ha vuelto un esquizofrénico y te ha confundido. Eres un barco a la deriva. No sabes quién eres, no sabes dónde vas, no sabes qué haces aquí. En primer lugar, ni siquiera sabes por qué estás aquí. Te ha confundido de verdad.
Y de esta confusión surgen los grandes líderes: Adolf Hitler, Mao Zedong, Joseph Stalin. Y de esta confusión nace el papa del Vaticano, y de esta confusión surgen mil y una cosas. Pero tú eres destruido.
El tantra dice: sé expresivo. Pero recuerda, la expresión no significa irresponsabilidad. El tantra dice: sé expresivo con inteligencia y no perjudicarás a nadie. Un hombre que no se hace daño a sí mismo no puede hacerle daño a nadie. El hombre que se perjudica a sí mismo es, en cierto modo, peligroso. Si ni siquiera está enamorado de sí mismo, es peligroso: es capaz de ha¬cerle daño a cualquiera. De hecho, lo hará.
Si estás triste, deprimido, lograrás que la gente que está a tu alrededor esté triste y deprimida. Cuando estás feliz te gustaría crear una sociedad feliz, porque la felicidad sólo puede existir en un mundo feliz. Sí vives con alegría querrás que todo el mundo sea feliz: esto es la auténtica religión. Bendices a toda la existencia con tu propia alegría.

Me han condicionado tanto con el catolicismo que no creo tener ninguna esperanza; a pesar de todo esto, ¿me podrás ayudar?

Católico o comunista, musulmán o maoísta, jainista o judío da igual, todos son iguales. Por supuesto, los católicos condicionan a las personas de un modo más sistemático, más científico que los hindúes. Han desarrollado una gran destreza para condicionar a la gente. Pero todas las religiones lo hacen en mayor o menor medida, a su manera todas las sociedades lo hacen; todo el mundo está condicionado.
El condicionarniento empieza en el momento en que naces, desde tu primer aliento; es inevitable. Los padres te condicionan, los niños con los que juegas te condicionan, los vecinos, la escuela, la iglesia y el estado te condicionan. Conscientemente, no existe tanto condicionamiento, pero inconscientemente el niño va acumulándolo cada vez más. El niño aprende imitando.

Así que no debes preocuparte. Es una situación habitual en el mundo: todo el mundo está condicionado. Y todo el mundo tiene que salir del condicionamiento. Es complicado. No es como quitarse la ropa.... es como quitarse la piel. Es duro, arduo, porque nos hemos identificado con nuestro condicionamiento. Sólo nos conocemos como católicos, como comunistas, hindúes, musulmanes, cristianos. Y el mayor miedo a renunciar al condicionamiento es el miedo a tener una crisis de identidad...

Es difícil abandonar el condicionamiento porque es todo tu pasado, tu mente, tu ego y todo lo que eres. Pero si estás preparado, si eres valiente, si tienes agallas para seguirme es posible, no es imposible. ...Le ha ocurrido a mucha gente. Hazte parte de este acontecimiento, no seas un espectador. ¡únete al baile'
Mi invitación es para todo el mundo, mi invitación es incondicional.
Puedes renunciar a todos los condicionamientos porque te han sido impuestos desde el exterior, y como te han sido impuestos desde el exterior se pueden eliminar desde el exterior.

No te puedo dar a Dios ni te puedo dar la verdad, ni te puedo dar tu esencia profunda, pero puedo eliminar toda la basura que te han echado encima. Y cuando se haya eliminado esa basura, Dios empezará a crecer dentro de ti. Cuando se hayan eliminado los obstáculos, el manantial de tu vida empezará a fluir, recobrarás la inocencia.
Si recobras la inocencia, recobras el paraíso; vuelves a entrar en el Jardín del Edén.

El hombre moderno sufre por el pasado; no sufre por sus pecados como te dicen los supuestos predicadores religiosos. Sufres por los pecados de hace siglos..., pero ahora este asunto ha llegado a un extremo. El hombre se cae a pedazos, Hasta ahora hemos conseguido mantenernos enteros, pero ahora las cosas están llegado a un punto que o bien el hombre tiene que cambiar totalmente y cambiar su visión de la vida o tiene que suicidarse.

Si seguís el pasado, estaréis a punto de un suicidio colectivo. Y eso es lo que están intentando vuestros líderes políticos: pre¬parando bombas atómicas, bombas de hidrógeno y superbombas de hidrógeno, apilando bomba sobre bomba. ¡Ya tienen dema¬siadas! De hecho, hace apenas diez años ya eran capaces de destruir siete veces a cada hombre. Hace diez años estaban listos para destruir esta tierra siete veces, a pesar de que las personas mueren sólo una vez, no hace falta matarlas dos veces, sería innecesario. Pero por si acaso alguien sobrevive -los políticos tienen que encargarse de esto-, lo planean a la perfección. Así eran las cosas hace diez años.
Ahora os vais a sorprender: pueden destruir esta tierra setecientas veces, todas y cada una de las personas pueden morir setecientas veces! Esto es demasiado y absolutamente innecesario. Siete está bien, habrá algunos listos que no mueran. ¡Pero setecientas veces' Y, sin embargo, la carrera continúa. Incluso los países pobres se están incorporando a esta carrera, anhelan incorporarse, se mueren de hambre pero quieren bombas atómicas. ¡Se mueren de hambre pero quieren más poder para matar y destruir!
A vista de pájaro puedes ver que la tierra se está preparando para un suicidio colectivo, una destrucción total, una guerra global. Y recuerda de nuevo que esto no tiene nada que ver con el hombre moderno como tal.
El hombre moderno sólo es una víctima del pasado. Los sacerdotes siguen diciendo que hay algo que está mal en el hombre moderno y siguen alabando el pasado.
¡El hombre moderno es un resultado del pasado! Cristiano, musulmán, hindú, budista.... todas las culturas han contribuido a esta situación. Son responsables de esto. El hombre estará sentenciado a menos que estas culturas desaparezcan, a menos que abandonemos este pasado patológico y comencemos de cero a vivir en el presente, sin ideas de perfección, sin ideales, sin de¬beres, sin mandamientos.
(Osho, del "Libro del Hombre".)

BRIAN WEISS PADRE DE LA TERAPIA REGRESIVA

S A N A C I Ó N
"Una única alma late en muchos cuerpos", escribió Plotino... El alma humana es idéntica a sí misma. Así, lo que cualquier ser humano haya vivido en cualquier época es accesible para ti y para mí. ¿Una fantasía poética? Sí, y también una certeza a escala subatómica, según la física cuántica. Quizá por esa vía - otro científico, Sheldrake, habla de "campos mórficos"- pronto podrán abordarse esas chocantes experiencias que Brian Weiss vive en su consulta (www. brianweiss. com), algunas compiladas en ´Muchas vidas, muchos maestros´ o ´Muchos cuerpos, una misma alma´ (Zeta). Ha estado aquí de la mano del Instituto Español de Terapia Regresiva: el concepto de reencarnación no resulta convincente, pero si esa idea resulta sanadora..., ¡bienvenida!


"Yo no creía en la reencarnación, pero..."
Tengo 61 años y nací en Nueva York. Soy doctor en Medicina y Psiquiatría y presidente honorífico del departamento de Psiquiatría del hospital Monte Sinaí de Miami. Estoy casado y tengo dos hijos, de 33 y 26 años. ¿Política? Compasión, no violencia, comprensión. ¿Dios? ¡Amor! En otras vidas fui budista, islámico, hindú y católico

Yo no creía en la reencarnación. ¡No creía! Yo era un científico formado en Yale y en Columbia... Hasta que, cierto día de hace ya 25 años, entró Catherine en mi consulta psiquiátrica...
- ¿Quién es Catherine?
- Era una paciente. Venía a tratarse de sus neurosis y miedos. Y, para empezar su tratamiento, la guié en una sesión de hipnosis.
- ¿En qué consiste eso?
- En inducir al paciente a una gran relajación muscular y respiratoria, para que su inconsciente aflore. Una técnica muy práctica.
- ¿Qué pasó luego?
- La incité a recordar episodios de su infancia, periodo en el que suelen formarse nudos que generarán después conflictos psíquicos.
- ¿Y encontró algún recuerdo revelador?
- Bueno, todo empezó cuando le pedí que se remontase a sus recuerdos más antiguos...
- ¿Qué empezó?
- Brotaron recuerdos de vivencias que no podían ser de su vida presente, muchos detalles sorprendentes... ¡de hace 4.000 años!
- Yo también he visto películas de egipcios.
- ¡Yo también me mostré escéptico, claro! Igual de escéptico que la propia Catherine.
- ¿Y qué recordó Catherine?
- Una espantosa inundación que anegó su pueblo y ahogó a todos: era en Creta, era el tsunami que provocó la explosión del volcán de la isla de Santorini, en el mar Egeo...
- Eso figura en los libros de historia.
- Lo interesante es que Catherine, cuando se presentó en mi consulta, padecía de fobia al agua, hasta tal punto que temía beber, que le costaba tragar agua: ¡temía ahogarse!
- ¿Insinúa que la fobia presente de Catherine se originó en una vida pasada?
- Sí: a esa conclusión he llegado.
- ¡Eso es una creencia, no es un hecho!
- A partir de ese recuerdo, los síntomas de Catherine empezaron a desaparecer. Y sanó.
- ¿Vincula su sanación a un (presunto) recuerdo de una (supuesta) vida anterior?
- Por entonces yo estaba estupefacto con esta idea, la verdad. Pero hoy puedo afirmar que es así: ¡tengo documentada la curación de 4.000 pacientes míos mediante esta técnica! Terapia regresiva, la bauticé.
- ¿De qué clase de curaciones se trata?
- Un ejemplo: un hombre que padecía fuertes dolores de espalda... se vio morir de un lanzazo en la espalda durante una batalla medieval. Esta experiencia regresiva le sanó...
- Pero, como científico, ¿puede demostrarme que yo he vivido otras vidas anteriores?
- Tu alma es inmortal: estuvo en otros cuerpos antes que en éste; y tras morir éste, el alma persistirá. Y podrá tener otro cuerpo...
- ¡No recuerdo mis anteriores cuerpos!
- Puedes recordarlos. La memoria de tus pasadas vidas reposa en tu inconsciente: mediante ejercicios de relajación y cierta práctica, pueden emerger a tu conciencia.
- ¿Todos de golpe?
- No. Brotan recuerdos de vidas pasadas significativos para ti ahora: recuerdos que te resultan terapéuticos en esta vida, recuerdos sanadores. Recuerdos que te guían y ayudan.
- Llama usted recuerdos a imágenes metafóricas elaboradas por la imaginación.
- Acepto que a veces sea así. Pero hay muchos casos que demuestran que estamos ante genuinos recuerdos...
- ¡Me encantará escuchar esos casos!
- En una de sus regresiones, Catherine me contó cosas de mí... ¡que sólo yo sabía!: su alma contactó con un hijo mío ya fallecido... Eso me conmocionó mucho.
- Bueno, esto suena ya a puro espiritismo...
- La energía del alma permanece en algún sitio: nada desaparece. Está en otra dimensión, pero es factible acceder a ella. No es nada raro: ¡los físicos ya hablan hoy de dimensiones paralelas, de "multiuniversos"!
- Bien... ¿Alguna otra demostración?
- La de Mary: de niñita dibujaba siempre planos de una ciudad concreta, con sus calles, cierta característica fachada de la iglesia, y un edificio con muchas ventanas. Mary creció, se casó, crió a dos hijos y, ya madura, quiso investigar su vieja fijación infantil.
- Y acudió a usted.
- En la regresión se vio como parturienta, con un marido golfo y pariendo al octavo de sus hijos. Se vio morir en ese parto y sintió la angustia por el porvenir de sus hijos: temió que el padre los abandonase en orfelinatos...
- Menudo dramón.
- Mary investigó: ¡localizó una ciudad cuyo plano coincidía con los que ella dibujaba de niña! La visitó: allí estaban la iglesia y el edificio de muchas ventanas: ¡un hospital!
- ¿Murió en ese hospital la parturienta?
- Consultó los registros: en 1920 murió allí una mujer en el parto de su octavo hijo...
- ¿Era Mary en una vida anterior?
- Así lo sintió: se puso a buscar a sus hijos.
- ¿Los encontró?
- Sí. Tal como temió al parirlos, el padre los dispersó en orfelinatos. Buscando mucho, Mary logró reunir a los que aún vivían, ya venerables ancianitos. Les anunció: "Sois hermanos... ¡y yo soy vuestra madre!".
- La tomarían por loca, claro.
- ¡No cuando ella comenzó a desgranar detalles de la niñez de cada uno! El ADN confirmó que sí eran hermanos...
- No sé qué pensar...
- Un científico verdadero es el que, ante un fenómeno que escapa a sus parámetros, aparca prejuicios y se arroja a investigarlo.
- Pero esto suena tan raro, tan subjetivo...
- Una regresión te cambia la vida. Te hace perder el miedo a la muerte, y empiezas a vivir más contento. Ves que no eres tu cuerpo. Tú no eres un ser humano que tiene una experiencia espiritual: eres un ser espiritual que está teniendo una experiencia humana...

Descargar Muchas vidas, muchos maestros, aquí: http://tinyurl.com/8ytrx

A través del tiempo y la muerte


Título A través del tiempo y la muerte
Fuente Revista Share International - Noviembre 1994
Autor Jenny Cockell
Notas Resumido por Bette Stockbauer

[El siguiente artículo por Bette Stock-bauer no es una reseña literaria del libro A través del tiempo y la muerte (Across time and death), por Jenny Cockell, sino un resumen de una extraordinaria historia de la interacción de dos vidas unidas mediante la Ley del Renacimiento que muchos pueden creer es una poderosa confirmación del hecho de la reencarnación.] [1]

En 1932 Mary Sutton se estaba muriendo, aterrada y sola, en un hospital de Dublín. Sólo tenía 35 años, pero las complicaciones que le siguieron al parto debilitaron gradualmente su cuerpo. Los recuerdos de su hogar evocaron imágenes de sus hijos, y a pesar de que la elevada fiebre distorsionaba el tiempo y la realidad, un miedo dominaba cada pensamiento: “¿Qué será de mis hijos cuando yo muera?”
El 24 de octubre, la muerte la liberó de una vida difícil, pero dejaba a ocho hijos que debían seguir su camino sin su protección.

Veintiún años después, Jenny Cockell nació en una familia de clase media de Inglaterra. Era una niña solitaria, retirada en su propio mundo apacible. Sus días estaban llenos de imágenes de otro tiempo y espacio, sus noches colmadas de un sueño horrible, el sueño de “saber la angustia de una mujer destinada a morir antes de que sus hijos crecieran. Yo lloraba como ella lloraba; reconocía su dolor como el mío, Tenía miedo por los niños y preocupación sobre cómo saldrían adelante. La ira y la injusticia pesaban más que cualquier dolor que la muerte causara. Porque la muerte llegaba, inevitable y repetidamente, a través de esos sueños.”

A través del Tiempo y la Muerte es la historia de estas dos vidas, la primera finalizada antes de tiempo, la segunda con un solo objetivo – encontrar de nuevo a esos niños que se dejaron atrás y saber de sus vidas, viajar a un tiempo pasado y curar los sentimientos de culpabilidad y separación. En el transcurso de ese viaje, Jenny Cockell descubriría la profundidad de su propia vida interior. Ella uniría a una familia por mucho tiempo dividida, para luego tejer para el mundo una historia tan cautivadora como una novela de ciencia-ficción.

Cuando era muy joven, Jenny Cockell pensaba que todo el mundo sabía acerca de vidas pasadas. Sus emociones estaban dominadas por las alegrías y los temores de la que ella siempre conoció como Mary. Sus días y noches estaban llenos de escenas –de la casa de Mary, pequeña y de color marrón claro, protegida del camino por un muro de piedra, con acres de terrenos pantanosos por detrás, mi riachuelo, y un huerto de hortalizas. Mary pasaba la mayor parte del tiempo cocinando; las patatas y la harina de avena constituían la dieta diaria ya que no había dinero para carne. Muy cerca había un pueblo más grande con una estación de ferrocarril, una carnicería y una iglesia. Había a cada lado de una calle paradas de mercado que vendían cosas que ella nunca podía comprar.

Jenny siempre supo que “el período de tiempo transcurría desde aproximadamente 1898 hasta los años treinta – esos fueron los años en que vivió Mary. También sabía que su vida transcurrió en Irlanda. Un día, de niña, sentí con toda seguridad que si pudiera mirar un mapa de Irlanda sabría, con certeza, dónde estaría situado el pueblo y podría compararlo con los mapas que había estado dibujando desde que fui lo suficientemente mayor para sostener un lápiz. Hice varios intentos, y cada vez volvía al mismo sitio en el mapa. El lugar se llamaba Malahide, y estaba justo al norte de Dublín.”

Los más vivos recuerdos hacían referencia a los niños – el hijo mayor de 13 años, seguro de sí mismo pero sin dejar de ser amable; una niña que era lista en la escuela, paciente y servicial en casa. Ella vio a tres muchachos más pequeños, una niña pequeña de cinco años que era rubia y muy bonita, y a un recién nacido.
Existían recuerdos de la misma Mary, con jerséis de media manga y faldas negras de lana, cabello largo estirado recogido en un moño. En una escena, se vio a sí misma esperando sola en un embarcadero de madera, arropada con un manto por el frío y mirando hacia el mar. Parecía como si fuera allí a menudo, pero Jenny nunca pudo recordar por qué o a quién estaba esperando.

Cuando tenía cuatro años, Jenny le preguntó a su madre por qué su profesor de catequesis nunca mencionaba las vidas pasadas cuando hablaba de la vida y la muerte. A pesar de que la actitud de la madre fue comprensiva, Jenny aprendió que la reencarnación se consideraba una creencia, no un hecho, y no era generalmente aceptada en Inglaterra. “Esta revelación – que mi verdad no era una verdad a los ojos de otros, y que yo era distinta – fue un gran golpe para mí, y hacía que me preocupara y me cuestionara constantemente a mí misma.”

La búsqueda

A la edad de ocho años, las premoniciones reveladas en sueños renovaron su confianza en sí misma porque podía ver físicamente como sus sueños se cumplían. Empezó a desarrollar su propio sentido de la normalidad, y compartía su vida secreta con sólo unos pocos. En su mayor parte, ella vivía en el mundo de Mary. En la adolescencia, Jenny empezó a formarse una existencia en su vida presente. Acabó sus estudios y se convirtió en podóloga diplomada. Se casó con su marido actual, Steve, y se asentaron en las afueras de un pueblo. Tuvieron dos hijos y su vida era feliz. Las incursiones en el pasado se hicieron menos frecuentes, pero surgían fragmentos del pasado.
Estos recuerdos, sus dibujos de la infancia de iglesias y mapas, y sus muchos sueños, estaban cuidadosamente guardados en libros de notas. Ella sabía que algún día el tiempo y el dinero le permitirían seguir completamente el recuerdo de Mary. El estímulo que necesitaba llegó en 1980 cuando encontró un mapa detallado de Malahide. Por primera vez vio la evidencia física que verificaba sus dibujos. Las carreteras y lugares destacados estaban situados correctamente, la distancia a escala. La estación de ferrocarril y la carretera a Dublín correspondían exactamente.

Ella se dirigió a escritores sobre reencarnación pidiendo consejo sobre el hecho de acercarse a los miembros de la familia. Ella estudió el tema y le hablaba a todos aquellos que escuchasen su historia.
En 1988 un hipnoterapeuta le pidió que participara en un estudio de investigación sobre vidas pasadas. Esto implicaba una exposición a un nivel aún más profundo. La hipnosis iniciaba una época de participación que casi duplicaba su obsesión de la infancia.

Surgieron nuevas escenas. Una imagen de una mañana temprano y niños excitados que la llamaban fuera. Colgado de las patas había un conejo que ellos habían atrapado con una trampa. Parecía demasiado largo, estirado y asustado. Ella gritó con sorpresa: “¡Todavía está vivo!”

Otra vez revivió la muerte de Mary. En una ocasión ella se sintió por encima del cuerpo, mirando fijamente hacia abajo a su cascarón vacío. Ella vio a su marido al lado de la cama, inclinado en desesperación. Para ella la hipnosis abrió una caja de Pandora, tanto positiva como dolorosa. “Hasta entonces había guardado bajo llave en una parte menos visible de mi consciencia mi frustración de no ser capaz de hacer algo para encontrar a los niños y mi furia abrumadora por la situación. Yo había tenido que hacer esto para funcionar en la vida normal La hipnosis, sin embrago, estaba derrumbando todas esas barreras que yo me había erigido para protegerme a mí misma de parte del dolor. Aunque siempre podía recordar y sentir el dolor, había racionalizado todo para poder continuar como yo misma. La intensidad de recordar bajo hipnosis me dejaba abierta, sensible, vulnerable y confundida. Había un tremendo conflicto entre la auto-conservación y las necesidades del pasado. Desde el punto de vista psicológico es a menudo mejor afrontar las cosas que reprimirlas, pero el trauma de hacer eso no debe ser infravalorado.”

En junio de 1989 finalmente pudo ir a visitar Malahide. Sus noches antes de partir estaban llenas de sueños. La pequeña casa había sido derruida y sólo permanecían los cimientos, cubiertos de flores silvestres y matas de hierba. Siempre había grupos de personas con ella, observando los restos.
Cuando vio Malahide, sus visiones fueron verificadas, porque conocía los alrededores. Se dirigió a la iglesia y vio el edificio que había dibujado cuando era niña. La carnicería aún estaba. No pudo encontrar la casa, sólo restos de un muro de piedra cubiertos de setos. Los terrenos pantanosos habían sido secados para una nueva urbanización.

Contactos

A partir de ese punto la búsqueda tomó vida propia. Un equipo de investigación de la BBC que preparaba un documental sobre lo paranormal escuchó la historia y contribuyó con algunos detalles. Un granjero de Malahide que vivía cerca de la casa recordaba la familia y por fin proporcionó el apellido que ella nunca pudo recordar: Sutton. Él le contó que los niños habían sido llevados a orfanatos. Un sacerdote en Dublín encontró las partidas de bautismo de seis niños Sutton: Jeffrey (1923), Philomena (1925), Christopher (1926), Francis (1928), Bridget (1929) y Elizabeth (1932). Nunca se localizaron los informes de los dos hijos mayores, Sonny y Mary. En marzo de 1990 un contacto en Dublín encontró el certificado de defunción de Mary Sutton. Había muerto en el hospital Rotunda de Dublín el 24 de octubre de 1932, a causa de gangrena, pulmonía y toxemia. Por lo menos, Jenny tenía la prueba en papel que necesitaba.

Los anuncios en el periódico finalmente dieron con la pista del tercer hijo, Jeffrey, en Irlanda. Jenny sólo habló con él una vez y sintió que no había manejado bien la situación. Sin embargo, él le dio las direcciones de sus tres hermanos – Sonny, Frank (Francis), y Christy (Christopher). Después de la llamada, algo cambió. “Fui por fin capaz de aceptar emocionalmente que los niños habían crecido. Sabía que ellos tendrían ahora de cincuenta a sesenta años, pero se necesitó el contacto real para liberarme de esa parte de mi memoria que me hacía creer que eran los niños que una vez fueron. Mis sentimientos continuaron siendo fuertemente maternales, pero pude comprender que los ‘niños’ eran ahora autosuficientes. Me sentí curiosamente libre.” Su próximo contacto fue Sonny, el hijo mayor, que vivía en Inglaterra. Explicándole que ella recordaba la familia a través de sueños, ella describió la pequeña casa en Malahide. Sonny rápidamente confirmó su descripción y parecía no tener ningún problema en aceptar lo esencial de su historia. Él le contó que habían existido ocho hijos que vivieron y dos que murieron durante la infancia. Los hermanos se habían reunido en 1985, pero el paradero de las hermanas era desconocido. Él expresó el deseo de encontrarse y contarse recuerdos.

Al empezar a contarse los sucesos, Sonny recibía cada revelación sobre su infancia con entusiasmo y asombro. Cuando ella le contó sobre el conejo atrapado y suspendido en el aire, él la miró sin comprender y preguntó: “¿Cómo sabía esto?” Hablaron de Mary esperando en el embarcadero, sola al anochecer. “ ‘Le diré por qué usted recuerda ese embarcadero,’ dijo Sonny. ‘De niño solía hacer de cadi en la isla para los jugadores de golf, y al anochecer mi madre esperaba en el embarcadero para que pudiéramos ir juntos a casa’.” El manto que llevaba la protegería de las frías brisas marinas.
Sonny habló de su padre y Jenny entendió porqué había borrado el recuerdo. John Sutton era un trabajador con un buen empleo, pero gastaba su dinero en el pub local. Maltrataba a Mary y pegaba a los niños con un gran cinturón de hebilla de metal. La prudencia reservada de Mary y su eterna falta de dinero empezaron a cobrar sentido. La mayor parte del miedo que tenía por los niños debía estar motivado por el comportamiento de él y su duda sobre la habilidad de él para cuidar de ellos.

Respuestas

Jenny con el hijo mayor de Mary, Sonny, en 1990
Lo mejor de todo es que llegaron respuestas a las preguntas que ella había estado persiguiendo durante 35 años: “¿Qué será de los niños cuando yo muera?” La hija más pequeña se quedó con un tío paterno. El resto, a excepción de Sonny, fueron llevados por las autoridades locales, ya que se juzgó que el padre no estaba en condiciones de cuidar de ellos. Los chicos fueron internados en un orfanato de Hermanos Cristianos, las chicas en una escuela de monjas en Dublín. Sonny permaneció en casa con su padre y vivió una vida desdichada durante cuatro años, trabajando largas horas fuera de casa y soportando palizas constantemente. A los 17 años se unió al ejército, y Mary, la hija mayor, volvió a casa. Después se casó, pero murió a los 24 años al dar a luz.

La primera hija que encontró fue Elizabeth, o Betty, la más joven. Un anuncio en el periódico llamó su atención. Parecía caído del cielo porque lo primero que supo fue que había sido adoptada a la edad de 17 años, y siempre había querido seguir el paradero de su familia. La segunda fue Philomena, o Phyllis. Ella leyó un artículo en el periódico que describía una reunión de miembros de una familia en Irlanda y el papel inusual que Jenny había desempeñado. Cuando Phyllis se encontró con Jenny por primera vez trajo un precioso obsequio, la única foto conocida de su madre Mary, sosteniendo cariñosamente a Phyllis cuando tenía dos años. El marido de Bridget, la tercera hija que quedaba por encontrar, fue finalmente hallado en Australia. La familia supo que ella había fallecido hacía veinte años.

Al final Jenny llegó a conocer a cinco de los hijos. Jeffrey murió en 1993 antes de que se pudieran encontrar. Cada hijo ha entendido el papel de Jenny a su manera. Algunos creen en la reencarnación y otros creen que Mary habla a través de Jenny para reunir a la familia. Todos han encontrado un lugar para la aceptación.
Posteriores visitas a Malahide han permitido localizar restos de la casa de campo que Jenny no había visto en su primera visita. Los trozos de la pared de piedra que daban a la carretera, las columnas de la entrada, los cimientos y paredes que llegaban al nivel de la cintura todavía siguen intactos.

En la primavera de 1994, un equipo periodístico americano invitó a Jenny, Sonny y Phyllis al programa de televisión Phil Donalme. Sonny, ahora de 75 años, y Phyllis, de 68, reconocieron de forma conmovedora a Jenny como su madre. La hija de Sonny, Kathleen, estaba entre el público. Nacida en el mismo año que Jenny, ella también admitió la posibilidad de que Jenny hubiera sido su abuela.
20-20, una revista de noticias de televisión americana, reunió a la familia en Malahide para celebrar el 75 cumpleaños de Sonny. Cuando visitaron la casita, Christy se conmovió visiblemente al volver a la casa que él había visto por última vez durante su infancia. De pie en el mismo lugar en donde él había visto a su madre por última vez, describió los sentimientos de un niño de seis años: “Recuerdo ese día como si fuera ahora. Puedo recordar aquellos dos hombres llevándose a mi madre en una camilla, subiéndola en una ambulancia y llevándosela. Nunca regresó.” Luego, señalando a Jenny, dijo: “Pero ha vuelto ahora – ella está ahí.” Ambos estaban a punto de llorar.

Ahora la familia está en paz. Las reuniones son animadas, llenas de risas y de conversación. Se intercambian fotos de nietos y bisnietos. Ellos comparten una herencia con Jenny que pocos actualmente pueden reclamar. La misma Jenny está en paz. “Parece como si hubiera pasado por una puerta. Después de años de seguir un camino tortuoso, donde mis propios miedos y sentimientos de incapacidad me retenían tanto como los impedimentos reales, he llegado a un punto en el que se me permite hablar de mis pensamientos y experiencias mucho más abiertamente como nunca antes. Y ha sido extraño descubrir cuántas personas han tenido experiencias ‘extrañas’ que no han sido capaces de contar a otros por miedo al ridículo. Ahora se sienten capaces de explicármelas Todo esto me hace preguntar si las experiencias ‘paranormales’ ocurren en realidad a más personas de las que sabemos, pero no se discuten abiertamente.”

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1. Esta historia también ha sido llevada a la televisión en una película titulada "Yesterday's Children" (que fue el título original del libro cuando fue publicado en el Reino Unido), y protagonizada por Jane Seymour en el papel de Jenny.